LA BUENA, MALA SUEGRA

El descarado de Marcos se acercaba con las manos abiertas listo para abrazarme y sin querer di un paso atrás, realmente no deseo tener su felicitación, era un hipócrita, pero en ese momento, que se me acerca el sacerdote se metió en medio, hizo que me acercara a Jorge y dijo. – Bueno, hijos míos, creo que es momento de irnos a la fiesta, dejemos los abrazos para cuando lleguemos al salón, ya quiero brindar por su felicidad.

Jorge paso su brazo derecho por mi cintura y dejo un beso en mi mejilla, se miraba feliz, yo la verdad solo pensaba que gracias al padre no tuve que recibir ese abrazo hipócrita de Marcos; si soy sincera los brazos de Jorge eran mucho mejores, realmente es una tontería comparar, pero no puedo evitarlo, cada vez que lo hago miro más defectos en Marcos y a Jorge lo miro con una perfección, que realmente me hace sentir la mujer más afortunada del mundo.

En la misa había tocado un mariachi que toco en el camino que hicimos a la casa de Jorge, que estaba a la entrada del pueblo, enfrente de la primaria y aun lado del kínder; la casa de Jorge era de material, era de las más grandes del pueblo, la parte de enfrente era un negocio que la señora Gloria había puesto.

El negocio era de papelería, tambien vendía dulces, duros, papas, juguetes novedosos, tambien tenía tres mesas para los que llegaban a tomarse un refresco, a comer algunas botanas que la señora Gloria preparaba, con cueritos, pepino o podía ser de frutas desentendiendo de la temporada.

Todo se lo mandaban de la ciudad de Guadalajara, cada mes le llegaban los paquetes a la estación del ferrocarril, se lo mandaban por tren y Jorge siempre iba a recoger las cosas.

La parte que era el patio que era enorme, el suelo todo tenía sementó, se usaba para el cine por las noches sábados y domingo; la mitad del patio estaba techado, al fondo estaba una tarima de unos 6 metros, la pared que estaba de blanco donde se pasaban las películas.

La señora Gloria tenía todos los aparatos para pasar las películas, era lo que le llamábamos el cine del pueblo, las películas que pasaban eran del momento en blanco y negro; era toda una novedad, que en la parte sur del estado de Nayarit solo existía en mi pueblo.

No sé cómo era que la señora Gloria podía tener aparatos tan novedosos y caros, pero era la manera en cómo ella se mantenía y podía mantener a su hijo; frente a la tarima que era de material al lado izquierdo estaba un cuarto, que usaba de almacén para guardar todo lo que usaba para el cine, tambien guardaba la mercancía de la papelería.

Al lado derecho estaba la casa, al entrar estaba la sala, al lado izquierdo justo a la altura de la tarima el comedor, al fondo la cocina; tenía tres habitaciones, las puertas estaban entre la sala y el comedor, que eran bastante grandes.

El baño estaba al lado derecho de la sala, estaban separados la taza de baño y la regadera, tenía la misma forma que el que estaba en la casa de mis padres, con una puerta, un espacio y las dos puertas de los dos baños.

Así estaba la casa de Jorge, como lo sé por qué una vez vine con mi madre a recoger un material para la secundaria y tuvimos un recorrido por su casa, aunque nunca entre a las habitaciones, pero hoy iba a entrar la habitación más importante de la casa y la que en el pasado hubiera estado prohibida para mí.

Esa era la habitación de Jorge, donde iba a vivir bastante tiempo, hasta que nos mudáramos a nuestra propia casa, algo que no iba a pasar en uno o dos años, estaba segura de que para que ese momento llegara iban a pasar mucho tiempo.

Al salir de la iglesia caminamos por la calle principal, en lugar de caminar hacia el tinaco fuimos al lado contrario, hacia el camino que daba a las afueras del pueblo; no estaba lejos de la iglesia a unas 5 casa que no eran terrones pequeños eran solares bastante grandes.

La calle principal era como para cuatro carros, bastante grande, tenía árboles en medio, la calle tenía un hermoso empedrado; tengo que decir que el pueblo era bastante novedoso, de los más modernos en estos tiempos y todo gracias a los trabajadores del ferrocarril, que traían la tecnología del momento de la ciudad de Guadalajara.

El mariachi nos acompañó en el camino tocando hermosas canciones de amor, no toda la gente que fue a misa vino a la fiesta, este sábado aparte de ser mi boda, tambien era el rompimiento de las fiestas del pueblo, era de esperar que muchos iban a querer estar listos para las 7 pm que empezaba.

En el rompimiento arreglaban las 3 camionetas con globos y flores, letras que hacían con la cartulina, para subir a las princesas del pueblo que daban el recorrido por las calles del pueblo; a mí esto de la competencia por ser la belleza del pueblo nunca me llamo la atención, aparte que no tenía la edad, solo dejaban participar a las mayores de 20 años.

Atrás de los carros se colocaba una banda que tocaba todo el recorrido, que eran seguidos por la gente que avanzaban bailando, divirtiéndose a como querían; Los que tenían caballos tambien se unían, caminaban detrás de toda la gente, algunos cargaban la bandera de México, otros el estandarte de la virgen de Fátima, la de Guadalupe.

Tambien estaban las personas que cargaban unas barricas con una bebida preparada que llamaban cola de rata, que estaba preparada con jugo de caña y tequila del más barato; esta bebida se regalaba a los que participan en el recorrido, algunos lo tomaban otros lo usaban para aventárselo en cima mientras bailaban, brincaban y gritaban de lo divertido que era.

Esto era el rompimiento, que se iba a llevar esta noche, pero yo no iba a poder asistir, por que estaría con mi esposo, en nuestra fiesta de boda; la verdad esto de la fiesta era algo que no me importaba, estaba más nerviosa por lo que iba a pasar después de la fiesta, en ese momento cuando estuviéramos solos.

Llegamos a la casa de Jorge, al estar en el patio me di cuenta de que la parte que no estaba techada fue cubierta con lonas para que el sol no les diera a los invitados, había bastantes mesas en todo el lugar.

En la mesa principal que estaba enfrente de la tarima, ya estaba el pastel que era bastante grande de 5 pisos; tambien estaba una banda musical de las más famosas de estos tiempos, si me emocione al saber quién iba a tocar en nuestra fiesta de boda.

Todo el lugar estaba decorado con flores naturales de color blanco y rosas, algunos globos, diseños de palabras con nuestros nombres hechos de papel; las sillas de madera cubiertas con sábanas blancas y tenían un listón rojo.

Las mesas cubiertas de sábanas blancas, en el centro de las mesas había decoraciones de ramos de flores y una botella de tequila; los invitados entraron y se fueron a acomodando donde querían, tambien nos entregaron los regalos que nos llevaron, que fuimos dejando en una mesa que estaba aún lado de la principal.

Mi familia, la señora Gloria, los padrinos de bodas y el sacerdote se sentaron con nosotros en la mesa principal, después de 30 minutos la comida se empezó a servir y el mariachi toco, para acompañar el momento.

Jorge estuvo cuidando de mi en todo momento, lo que no me gusto fue que la familia de Marcos y él llegaron cuando estaban sirviendo la comida, se arrimaron a darnos el regalo, nuevamente a felicitarnos, lo bueno que el sacerdote estaba atento, me ayudaba con las malas acciones de Marco, que apenas lo miro acercarse a mí, me hablo con cualquier pretexto, evitando que me abrazara. 

Después de la comida a la hora se dio el anuncio del primer vals de los novios, Jorge se levantó y me ayudo a levantarme, entramos a la pista de baile que estaba entre la tarima y la mesa principal.

La banda empezó a tocar y Jorge paso sus enormes manos por mi pequeña cintura, yo pase mis brazos por su cuello; tengo que decir que bailar así no era tan adecuado, pero ya éramos esposos, creo que esta norma podíamos saltárnosla y yo me sentía cómoda al bailar con él de esta manera.

Jorge era bastante lindo conmigo, dejo más de un beso en mi mejilla, sus manos en mi cintura se sentían agradables, tenerlo a si de cerca realmente me gustaba; bailamos tres canciones cuando el grupo invito a los padres de la novia a pasar a bailar con los novios.

Yo baile con papá y mi mamá con Jorge, fue en silencio, pero creo que mi padre se miraba entre triste y feliz; bailamos una pieza, se hizo la invitación a los padres del novio, entro la señora Gloria que me tomo de la mano y tomo la mano de Jorge, los tres bailamos juntos.

Esto nunca se había visto, pero creo que fue algo lindo, de ahí siguieron los padrinos, mis hermanos y hermanas con sus parejas; cuando terminaron de pasar la familia el grupo invito a la gente que estaba con nosotros a pasar a bailar con nosotros.

Aquí estaba una tradición cada persona que pasaba pegaba un billete en el vestido de la novia y uno en el traje del novio, para desear riqueza en el hogar; empezaron a pasar los invitados, todos en pareja.

Después de casi 15 parejas me quede impresionada al ver quien estaba poniendo el bille en mi velo para bailar conmigo, realmente no podía creer que fuera él.