LA NUEVA SOFÍA

Sabía que Ignacio no quería que fuera al cumpleaños de mi hermano, pero si algo recordaba del infortunado encuentro que tuve con Fabián en mi anterior vida, cuando descubrí que me había sido infiel, era que se había casado conmigo por la importancia de mi apellido y la herencia de mi abuela; en ese sentido, debía recordarles a todas las personas "importantes" que estarían en la reunión que soy una March y por solo ello estaba involucrada con una de las corporaciones empresariales y financieras más importantes del país; además de ello, necesitaba averiguar cuál era la real magnitud y la manera de tomar control de la herencia de mi abuela, estaba segura de que por parte de mi padre no obtendría la verdad, pero sabía que mi tío Alberto sería franco conmigo.

El sábado por la mañana después de estar un momento en la oficina, recordé que en mi vida pasada por estar todo el día preparándome para el cumpleaños de mi hermano no fui a ver a mi amiga Lucía que ese mismo día regresaba del extranjero, en esta oportunidad necesitaba su ayuda así que la vi en el aeropuerto; en cuanto me vio corrió a abrazarme.

- "Sofía March es una sorpresa verte acá, ¿y tus guardaespaldas?, desde ¿cuándo usas ropa tan sencilla?, además tu cabello está un desastre, ¿sabe tu madre que has salido así a la calle?, más aún si ha sido para recibirme a mí, no soy del agrado de la señora Antonia", me dijo con cierto tono irónico.

A Lucía la conocí en la universidad, había ingresado becada, así que si bien era muy inteligente no pertenecía a nuestro grupo social, y por ello era como la excluida de la clase, sería largo detallar cómo nos hicimos amigas pero ella siempre fue el tipo de persona que no tenía filtro y te decía las cosas a la cara, y actuaba como se sentía; tal vez, por complacer a mi madre y porque nunca congenió con Fabián, con los años perdí cada vez contacto con ella, pensé que había llegado el momento de remediar ese error.

- "Lucía Osores, no tienes idea de todo lo que ha pasado estos días, basta decirte que quiero a Fabián lejos de mi vida para siempre", le expresé con una mueca de disgusto en el rostro.

- "¿Tú estás alejando de tu vida a Fabián?, ¿este es un mundo paralelo o qué pasó?, tienes que contarme el más mínimo detalle", me dijo mientras empujaba su maleta y me abrazaba del hombro.

Nos fuimos directo al departamento que Lucía tenía en el centro de la ciudad, yo me adelanté dos años en la escuela, por eso Lucía es mayor por dos años, y había usado sus habilidades y conocimientos para hacer negociaciones bursátiles que le dieron buenos dividendos, además de brindar asesoramiento financiero, con lo que había logrado obtener su independencia.

Cuando le conté lo que había pasado en estos días, obviando lo del tema de mi muerte y despertar cinco años atrás, se quedó absorta, me dijo entre muchas cosas que no pensaba que una niña tan mimada como yo terminaría haciendo todo lo que hice, además de detestar más a Fabián por ser atrevido.

Fue Lucía quien me acompañó a hacer las compras de emergencia, escoger el vestido para el cumpleaños, y luego ir a que se encargaran de mi maquillaje y peinado; cómo había olvidado que llevaba conmigo las llaves de los anaqueles de la oficina, Cristóbal se fue a recogerlas del departamento de Lucía, ni modo que iba a ir a dejarlas cuando estaba tan producida.

Lucía me había convencido de ir con un vestido corto, en tono perla, entallado al cuerpo y algunas pedrerías, ella afirmó que me veía excelente especialmente por mis piernas perfectas; cuando llegó Cristóbal se quedó en silencio antes de hablarme, me sorprendí también al verlo estaba vestido elegantemente, aunque con su clásico cabello desordenado, conversamos muy poquito y se fue.

- "¿Sofía ese es el amigo de Ignacio de quién me hablaste que te vio desnuda?", me dijo Lucía cuando cerré la puerta al salir Cristóbal.

- "Sí, pero ni me lo hagas recordar he tratado de sacar ese recuerdo de mi cabeza para no avergonzarme cada vez que lo veo", le respondo.

- "Si fuera yo, no me apenaría, el chico está muy guapo, me lanzaría con zapatos y todo, pero por la forma en que te estaba mirando, creo que le gustas", replicó con ese aire de a quién no le han robado sueños, que siempre ha tenido.

- "¿Cómo vas a decir eso?, tenemos una semana de conocernos, y según me contó Ignacio que Cristóbal tiene una larga lista de chicas interesadas en él, repliega tu entusiasmo", expresé mientras usaba una aplicación para pedir un taxi.

- "Puede tener una lista de interesadas pero lo importante es quien le importa a él; si lo vemos desde el punto de vista romántico puede ser amor a primera vista; si somos más objetivas no necesitas mucho tiempo para que le gustes a alguien, eres muy bonita amiga", me respondió con una sonrisa.

- "Sí claro muy bonita, voy a bajar, mi taxi está por llegar", le dije ladeando la cabeza porque nunca he pensado que soy bonita.

Lucía me acompañó a tomar el taxi, me dijo una vez más que era bonita y que debía créemelo, que si Fabián se quiere comportar como un idiota, lo grite, lo muerda o le dé un golpe entre las piernas, solo me reí pero reconozco que tenía miedo.

Tuve que bajar dos cuadras antes del local de la reunión, sería muy raro que llegara en el taxi, caminaba tranquilamente cuando un automóvil se estacionó a mi costado.

- "Sofi, sube al automóvil nosotros te llevaremos", escuché decir a mi hermana Andrea desde la ventanilla del automóvil.

Respiré profundamente, y subí, adentro también estaba mi cuñado Miguel, quien luego de los saludos solamente quedó mirando de frente.

- "Algo me decía que terminarías viniendo, el vestido está lindo, aunque lejos de tu estilo, pienso que le quedará bien con estas joyas", me dijo mi hermana mientras sonreía entregándome la gargantilla y aretes de diamantes que me regaló mi abuela.

- "Fueron un regalo de la abuela así que son tuyas por derecho, ojalá tuviera el valor que tú estás mostrando", expresó con una mirada triste.

Al llegar Andrea ingresó del brazo con Miguel, luego de lo cual hice mi entrada, sería que ese no era mi estilo habitual de arreglarme pero muchas personas se me quedaron mirando, respiré profundo y seguí caminando nos reunimos con mis padres, mi hermano Mauricio y su esposa; como Miguel estaba presente no hicieron algún comentario estúpido o fuera del lugar; nos tomaron las fotografías familiares y luego mi padre, dió su discurso de agradecimiento que más bien parecía un listado de "virtudes" y "logros".

Estaba hablando con unos compañeros del MBA que hice, que eran mayores y estaban trabajando en diferentes empresas, cuando sentí que alguien tomó mi cintura y que pegó hacia él; al percatarme era Fabián que me sonreía, me alejé de él y lo miré molesta, alejándome para tomar una copa de champagne que uno de los mozos estaba ofreciendo; me alejé un poco de dónde estaba, mientras Fabián me seguía.

- "Estás muy bonita mi Sofía", me dijo mirándome con cierto deseo.

- "Desde cuándo Fabián Álvarez me dice que estoy muy bonita", le expresé con una sonrisa que se notaba claramente falsa, para continuar hablando tomando un poco prestada la personalidad de Lucía "y eso de 'mi' Sofía sácalo de tu vocabulario, no soy tuya ni de nadie, soy solo mía, sino te ha quedado claro lo nuestro TERMINÓ, gira sobre tus pies y aléjate de mí ".

Fabián se soltó de la risa y me tomó de la mejilla, sonriendo como cuando lo conocí en mi cumpleaños número 18; sabía que la versión que tenía en frente no era aún el que me había matado, pero no podía confiar en él, a pesar que con esa mirada aún hace temblar mis rodillas.

- "Perdóname, por haber sido tan distante y seco, había olvidado lo muy hermosa que eres, déjame mostrarte que puedo poner el mundo a tus pies, después de todo había olvidado que eras una niña que necesita atención", me dijo mientras me acariciaba la mejilla, y sin que mi cuerpo pueda detener su tierna caricia.

La música empezó a sonar, y me tomó para bailar, me miró como nunca lo había hecho, en ese momento quería entender la razón por la que había cambiado su forma de ser conmigo, cuando me habla al oído.

- "Me encanta conocer a esa Sofía que llevas dentro, y no solo ver a la niña mimada de la familia March, déjame enseñarte a amar", dijo y me dió un pequeño beso en el cuello que debió alterar el cuerpo virginal que aún tenía en esta vida.

Me asusto de traicionarme a mi misma, me separo de él y vuelvo a tomar otra copa de champagne y me alejo de Fabián sin saber a dónde dirigirme, esto fue un error me dije, veo la puerta de salida y me dirigí hacia allí; cuando me di cuenta que todos se quedaron mirando a la persona que está ingresando, un señor de poco más de sesenta años, mi padre se acercó velozmente a recibirlo lo que me hacía suponer que era una persona muy importante, mientras avanzaba le seguían las personas que lo estaban acompañando cuando percibí el aroma amaderado con notas de piña, ruibardo e iris, que me hizo recordar a Cristóbal, diciéndome a mi misma que el joven que acompañaba a ese señor se parecía a Cristóbal, que mi cerebro seguro lo había relacionado porque compartían el mismo perfume.

Estaba por irme cuando mi hermana Andrea, se acercó a mí, me tomó del brazo y me dirigió nuevamente hacia dentro del local.

- "Miguel me dice que te escuchó cuando estabas hablando con tus amigos sobre un negocio que estás asesorando, le pareció interesante", me dijo mi hermana con una sonrisa en el rostro; no la había visto así hace muchos años.

- "Estoy segura que este negocio será un éxito, vine realmente a esta reunión esperando hacer contactos para encontrar a los inversionistas adecuados", le respondí emocionada.

- "Estoy feliz de que puedas tener nuevas metas, pero por favor Sofi, cuídate mucho, nuestro padre puede ser nuestro peor enemigo, jamás perdona un error, mucho menos uno que acarree un escándalo, es muy difícil estar ahí afuera batallando sola", me dijo para irse inmediatamente al lado de su esposo.

Sigo con la copa de champagne en la mano, cuando Mauricio se acercó a mi, con la mirada de autosuficiencia que siempre lo ha caracterizado.

- "Al menos no eres completamente tonta, estás acá asegurando tu relación con Fabián, acaba pronto con el tipo con quién te estás divirtiendo; mi padre está trabajando mucho para asociarse con Rafael Tudela, el presidente de una importante empresa multinacional del sector de infraestructura y debemos cuidar nuestra imagen", expreso mi hermano quitándome la copa de Champagne, "Sofía ve con tu prometido, porque no podemos perder lo ya avanzado con la familia Álvarez, por lo que veo ahora de ti, haz despertado de tu mundo de ensueño, y debe resultarte molesto involucrarse con alguien que no tiene el mismo prestigio que nuestra familia, pero han logrado hacer mucho dinero en poco tiempo, debemos ver nuestro beneficio, si puedes convivir con un tipo tan simple como con quien te encontré, ya no será difícil dormir con Fabián".

Le doy una bofetada a mi hermano, que se tiene que aguantar porque no quiere llamar la atención del resto de invitados; Mauricio me miró con rabia y se alejó disimuladamente de ese lugar; ante lo cual tomé un vaso con whisky, cuyo contenido despareció rápidamente; veo a Fabián también conversando con unos empresarios, dándome cuenta que mi familia realmente no lo respetaba solo veía el dinero que podía obtener, y él debe saberlo, sin importar que lo menosprecien igual se casó conmigo por lo que mi apellido podía darle el éxito que estaba buscando, cómo podría entonces él amar a una mujer, cuya familia lo ve por debajo del hombro, nunca me di cuenta de eso, si lo hubiese hecho, enamorada como estaba, lo hubiese defendido, tal vez el matrimonio siempre estuvo mal por culpa de los dos; si hubiese sido más perpicaz el futuro hubiese sido diferente.