Sabrina Taylor una bella joven de 24 años enamorada a punto de casarse, el día de la despedida de soltera consigue a su prometido con una compañera de trabajo, Sabrina molesta dolida junto con su mejor amiga Eleonor se va a las Vegas con los boletos de la luna de miel, para vengarse de Martin su prometido pero ella no contaba con encontrar en las Vegas un Dios griego como ella le llama, y que en medio de una noche loca iban a terminar casándose, el motivo de Sabrina despecho, pero ¿cuál será el motivo por el cual Logan se casó con esta desconocida? Acompáñame a descubrirlo.
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Ella es Sabrina Wilson mi esposa
—¿Explícame de que se trata este circo?—Dijo Martín con molestia. Trago el nudo que tengo en la garganta, —Martín yo…
—Habla de una vez, ¡maldita sea!— Gritó, me hizo dar un brinco.
Es que no sé cómo decirle ni que decirle por qué él me fue infiel con Rachel, pero por un demonio yo estoy casada con otro, con cuál moral le voy a reclamar una infidelidad.
—¡Me estás haciendo perder la paciencia Sabrina! Dime de una vez, ¿hay otro?, dime si es eso.—Se pasó las manos por la cara en repetidas ocasiones—Dime ¿quién es?, que lo mataré ahora mismo.
—Martín, en mi despedida de soltera, yo… no fui a la cabaña, me fui a las Vegas y…
Martín abre los ojos como platos—¡Las Vegas, las Vegas!—Dice levantado la voz casi enfurecida.
—Yo te descubrí en tu casa con Rachel—Le grito en un ataque de valentía.
—Sabi y está es la manera de decirme que me descubriste en mi infidelidad—Dice ofendido.
—Eres un canalla, me eres infiel y aun así si te ofendes, de verdad que eres un maldito bastardo—Grito con las lágrimas en mis pestañas.
Lo escucho reír se está burlando de mí—Sabes por qué Sabrina Taylor, por qué eres una mujer tan simple, tan ingenua, que piensas en el romance, los hombres no queremos romance, queremos sexo, sexo rudo, queremos una mujer 4x4, que lo de todo por su hombre—Dice ofuscado.
—Tuve que terminar contigo para que te acostaras conmigo, pero igual fue inútil por qué no lo quisiste hacer de nuevo, ¿sabes lo frustrante que es eso?, querer estar con tu novia y no poder por qué es una estúpida que espera llegar virgen al matrimonio—Me dice con desprecio—Sabes te doy un consejo te hubieras quedado conmigo, estoy seguro de que ningún otro hombre va a tener una relación con una estúpida como tú.
Me lleno de tanta rabia por sus palabras, me está lastimando, jamás imaginé que él pensara todas esas cosas de mí, mi corazón se rompió un poco más y ya no puedo pensar con claridad.
—Pues en las Vegas me acosté con un hombre, con un extraño que me hizo sentir cosas muy diferentes a las cosas que tú me haces sentir—Le digo en un ataque de sinceridad, sé que es hiriente, pero lo que él me dijo también lo fue.
Martín se vuelve loco y me da una bofetada—¡Eres una maldita zorra!—Me grita y levanta la mano para volver a golpearme, levanto la mano, cierro los ojos y no siento el golpe, con temor abro los ojos y me consigo con Logan sosteniendo la mano de Martín.
Definitivamente, es un hombre tan extraordinario que está deteniendo la mano de Martín mientras la otra mano la tiene en su bolsillo, como si nada, me limpio una lágrima y toco la mejilla golpeada, la siento caliente y me arde.
—¿Quién demonios eres tú?—Dice Martín más furioso.
—No es tu problema, solo debes saber, si le vuelves a poner una mano encima a Sabrina te vas a arrepentir toda tu vida—Dice con frialdad.
—Así que tú eres el idiota al que la tonta está engatuso, no te dejes engañar amigo, así como se acostó contigo estando conmigo lo mismo te va a suceder a ti.—Dice después de haberse soltado de su agarre.
Logan me mira con lástima—Vamos Sabrina—dice sacando el anillo de nuestro matrimonio y lo coloca en mi dedo anular, ante la atenta mirada de Martín.
—¡Qué demonios! —Dice perplejo.
—Ella es Sabrina Wilson, mi esposa desde la semana pasada, vine por ella para llevarla a mi casa, o sea su casa—Dice Logan con tanta prepotencia.
—¡Eres una zorra Sabrina!—Me dice con la voz quebrada.
Yo solo agaché la mirada y Logan toma mi mano para sacarme del lugar, afuera nos esperan, todos miran la mano de Logan y la mía entrelazadas junto con la sortija de matrimonio.
—Hija, ¿qué significa esto? —Dice en medio del llanto.
—¡Mamá, perdóname!—Intento agarrar su mano, pero no me lo permite—Mama, él es Logan, mi esposo—Le digo, ella me mira como si tuviera otra cabeza.
—¿Qué estás diciendo?—Lo mira como esperando que le diga que es una broma.
—Lo que has escuchado madre, me case con él y también me voy a ir con él—Abrazo a mi papá que me ve con ternura, él no me reprocha con la mirada como lo está haciendo mi mamá.
Un auto se estaciona frente a nosotros y sale el hombre alto con el que Logan estaba hace rato, me señaló para que entre en el auto y así lo hago, bajo la atenta mirada de todas las personas, incluyendo la de Martín.
—¿Qué haces aquí Logan?—Le digo tratando de controlar el llanto.
—Buscando a mi esposa, y salvando tu trasero—Dice con media sonrisa.
Nos quedamos en un silencio incómodo, veo el auto dar vueltas por las calles, ya sé que no puedo hacer más nada que ir con Logan.
—Podemos pasar por la casa para buscar mi maleta y mis documentos—Digo resignada.
—Ya escuchaste, a su casa—Le dice Logan al señor que conduce.
En un minuto estamos frente al sitio donde vivo hasta hoy, entro y subo a la habitación, agarro la maleta que ya tenía lista desde hace mucho, solo esperaba el momento para irme a vivir con mi esposo, no puedo evitar llorar, por el giro que ha dado mi vida.
En solo una semana, me casé con un desconocido, me voy del país lejos de todos, mis padres seguros me odian.
Tomo la maleta con firmeza y me obligo a sonreír, debo vivir está aventura que la vida me ha puesto en el camino, salgo de la habitación, recorro la casa, sin saber cuándo volveré a estar aquí, agarro un retrato, que está colgado en unas de las paredes de la casa donde estamos los tres, mis padres y yo, todos sonrientes y felices.
Ese día estábamos de paseo. Palpo la foto con la yema de mis dedos, tocando la sonrisa de los tres, a lo mejor nunca volvamos a reír de felicidad los tres juntos.
—¿Estás lista?—La voz de Logan me saca de mis pensamientos.
—¡Lista!—Le dije con una sonrisa triste.
—Él toma la maleta y se encamina a la salida seguida por mí, sube la maleta, después me ayudó a subir, el auto se puso en marcha, unos minutos después llegamos al aeropuerto donde nos esperan listos para abordar.
Me acomodo en el asiento y coloco los audífonos, para escuchar un poco de música y olvidar por un momento lo que ha pasado.
Me quedo dormida, despierto por qué Logan me llama para avisar que hemos llegado, me bajó del avión, está muy oscuro, no sé qué hora son, pero cuando salimos de New York eran las la 1 de la tarde.
—Son pasadas las dos de la mañana— dijo Logan y yo asentí.
—Señor Wilson—Le dice un hombre vestido con un traje negro alto y bien formado.
—Dominico—Le dice Logan—Ella es Sabrina Wilson, mi esposa.
El hombre hizo una reverencia dirigiéndose a mí, abre la puerta de una lujosa camioneta negra, creo que le gusta mucho ese color, subimos.
—A la casa—Ordena en su peculiar tono frío.
La camioneta corre durante largo rato, tanto que ya no supe, solo me dedico a mirar por la ventanilla.
Llegamos a la entrada de unas enormes rejas color negro, estás se abrieron para dar paso a la camioneta, corrió unos minutos antes de detenerse en frente de una mansión, observo con estupefacto, detrás de nosotros llega otra camioneta de dónde se bajan por lo menos 4 hombres, vestidos iguales al otro.
¿Quién es Logan?, ¿por qué tiene que estar custodiado?
Entramos a la gran casa, Logan delante de mí, todo está oscuro, supongo todos están durmiendo, subimos unas escaleras y el chófer de la camioneta deja mi maleta y se va.
—Esta es nuestra habitación—Dice en ese tono tan seco, yo asentí.
—Me quiero dar un baño—Le dije.
—En esa puerta está el baño—Señala el lugar— en el armario del baño están los paños, usa lo que necesites.
No me había dado cuenta de que aún tengo el vestido de novia puesto el peinado que temprano lucia con hermosura está destruido y ni hablar de mi maquillaje.
—Iré un momento al despacho, puedes cambiarte aquí—Me dijo abriendo la puerta para salir.
Cuando la puerta de cerro, observo la habitación, tan oscura y lúgubre, este hombre es tan misterioso, deslizó el vestido de novia por mi cuerpo hasta caer a mis pies, a través del espejo pude divisar la silueta de Logan recargado en el marco de la puerta, tenía sus ojos clavados en mi cuerpo, un frío recorrió mi piel solo por sentir la mirada de aquel misterioso hombre, la lencería que cubre la parte de abajo de mi cuerpo es muy sugestiva.
Solo termino de quitar el vestido, después retiro los zapatos—¡Eres hermosa!—Me dijo Logan sobre mi cuello, y una corriente recorrió mi espina dorsal, las palmas de sus manos recorrieron mis brazos, cerré los ojos al sentir su tacto, colocó sus labios en mi hombro derecho dejando un beso húmedo en él, quito las horquillas de mi cabello haciendo que esté caiga en mi espalda.