Una Bella Chica (Eres Perfecta)

En un abrir y cerrar de ojos llegó el viernes, Bella se encontraba en su apartamento pensando que ponerse, estaba muy ansiosa, ya eran las siete y quince. Robert pasaría por ella en cuarenta minutos solo se había duchado. Mordió su labio mirando su clóset. De pronto se escuchó el timbre del apartamento, Bella frunció el ceño. ¿Quién podía ser? Se cuestiono. Estaba en la toalla así que no abrió la puerta.

- ¿Quién? - pregunto.

- ¿Pues quién más? - del otro lado se escuchó la voz Ariana. Bella abrió la puerta.

- ¿Qué hace aquí? - cuestionó.

- ¿No es obvio? vine a ayudarte, por lo que veo estoy segura que no has decidido, que ponerte. - hablo Ariana entrando al apartamento y dirigiéndose a la habitación de Bella. - A ver. - dijo entrando al clóset y comenzando a buscar entre la ropa. - ¿Sabes a dónde irán? - pregunto.

- A un restaurante de comida Española - respondió Bella sentada en la cama. - Estoy segura que será un restaurante de lujo. - comento Ariana. - Esto me gusta. - dijo sacando una falda larga, marrón que tenía una abertura hasta la mitad del muslo. - Y combina perfecto con esto. - mostró un crop top color negro. - Y estás zapatos. - tomo todo y lo puso en la cama. Bella miro la ropa no muy convencida. Ella se estaba acostumbrando a usar crop top, aún no se sentía muy segura con ellos, pero debía admitir que la combinación se veía genial. - ¿Qué esperas? Cámbiate. - hablo Ariana. Bella se levantó y se colocó la ropa luego su amiga se encargó de maquillarla.

- ¡Te vez tan Hermosa! - exclamó Ariana emocionada.

Bella se miro en el espejo y sonrió. ¡Se veía linda!

- Amiga, ese hombre va a quedar flechado en cuanto te vea.

Bella sonrío apenada, pero debía admitir que deseo que eso pasara.

¡Oh Dios Bella! ¿Como puedes pensar eso? Hace menos de dos meses terminaste con el imbécil de Lincon.

Varios minutos después el timbre sonó. Bella sintió su corazón acelerarse.

- No te quedes ahí como tonta, ve a abrir. - exclamó Ariana.

Bella corrió hacia la puerta y la abrió, recibiendo a Robert con una sonrisa.

- Hola. - saludo - Te ves hermosa. - le dijo. Bella sintió sus mejillas arder y sonrió apenada. - Gracias, tú también te ves muy guapo. - dijo. -

Robert iba vestido con un chaleco de color beige, un suéter blanco, unos vaqueros azul oscuro con una correa negra y unos zapatos de cuero del mismo color que la correa.

Robert sonrió, la chica tenía el rostro del color de su cabello, sin duda alguna le fue muy complicado decir aquello. Bella sentía que iba a morir de vergüenza, pero de verdad él se veía demasiado guapo.

- Bueno, ¿Nos vamos? - cuestionó el.

- Sí, claro, dame un minuto, voy por mi cartera. Robert asíntio. Bella entro a la habitación y Ariana le sonrío. - Te escuché picarona. - comento en voz baja. - Tú te ves guapo. - imitó la voz de Bella. - Eso estuvo bien. - Bella no le respondió y tomo su cartera. - Divierte, pásala bien, usa condón. - le dijo causando que Bella abriera los ojos. - No vamos hacer nada de eso. - comento con las mejillas sonrojadas. Ariana sonrío maliciosa. - Asegúrate de cerrar bien cuando salgas. - le dijo y salió de la habitación. Al llegar donde Robert el la miro confuso por su mejillas sonrojadas, pero no dijo nada.

Varios minutos después llegaron al restaurante, La persona que los recibió fue una mujer de la edad de Bella, al ver a Robert sonrió coqueta, pero frunció el entrecejo al verla a ella. Bella decidió ignorar eso, la chica los llevo a la mesa que había reservado Robert y tomaron asiento, les dió a cada uno el menu y espero a que eligieran.

-Tráeme como entrada un Gazpacho andaluz. - hablo Robert. - ¿Tú qué vas a pedir linda? - indago. Bella abrio la boca sorprendida por como la llamo. Robert sonrío al saber que la puso nerviosa. - Yo.. quiero lo mismo como entrada. - hablo. - Y cómo plato fuerte una Fidua. - dijo. - Soy mala para elegir los vinos, así que eso te lo dejo a ti. - término.

- Como plato fuerte quiero un Bacalao a la vizcaína. - Dijo - traes vino blanco. - ¿Postre? - cuestionó. - Bella negó, él sonrió. - Traes un flam de vainilla y uno de queso por favor. - dijo, Bella lo miro confusa. - Como tu médico debo asegurarme de que sigas mis indicaciones, un poco de dulce por un día no te hará daño. - aclaro, Bella sonrió y asíntio.

Los minutos pasaron, mientras ellos conversaban animadamente.

- - Tengo curiosidad. - dijo Bella. - ¿ Por qué decidiste venir a California lejos de tu famila ? - cuestionó, hacia unos días, Robert le había contado que anteriormente vivía en Manhattan al igual que su familia. El dejo salir un suspiro y guardó silencio varios segundos, Bella se arrepintió de preguntar aquello, pues al parecer era un tema delicado. - Si no quieres, no tienes que responder. - dijo, él sonrió y negó. - No es eso, es que estoy buscando la manera de comenzar. - dijo y dejo salir otro suspiro. - Tenía una novia, de echo estábamos comprometidos, se supone que nos casaríamos hace un mes. - confesó, Bella abrió los ojos sorprendida. - Pero hace cinco meses, me confesó que ya no me amaba, que estaba enamorada de otra persona y que no podía casarse conmigo, terminamos. - dijo. - El hombre del que estaba enamorada era alguien cercano a mí, para ser más específicos compañero de trabajo al que consideraba un amigo, el hospital donde trabajaba pertenecía el padre de este, así que decidí buscar otros empleos y el director del hospital, quién es conocido de mi madre, me ofreció este trabajo y lo acepte sin pensar, confieso que también quería cambiar de ambiente.

Bella asintió entendiendo que a Robert le habían roto el corazón y tal vez la única manera que encontró Para sanar fue dejar Manhattan.

- Y ahora yo te pregunto ¿Siempre has vivido aquí en California? - pregunto ahora Robert.

- No de hecho nací en Chicago, viví ahí hasta los 13 años, luego papá que siempre ha estado inmiscuido en asuntos políticos recibió una oferta para trabajar con un candidato a la alcaldía de California y nos vinimos para acá. - explica. - Su amigo ganó y el fue la mano derecha del alcalde por varios años, hasta que se terminó su mandato, y entonces mi padre se lanzó a la alcaldía y ganó. - confesó.

- Tu padre fue alcalde de la ciudad. - comento Robert.

- Así es, él también quería que yo estudiará derecho o ciencias políticas y me involucrara en todo esto, pero jamás me ha agradado me parece lo más aburrido del mundo. - confesó y ambos se rieron por eso. - Además el mundo de la política es materialista, corrupto y ¡Ay no sé! Solo no me agrada.

- Te entiendo perfectamente. - concordó Robert. Los dos siguieron hablando de muchas cosas de su vida conociendose aún más, incluso dándose cuenta que tenía varias cosas en común

- ¿De verdad no te gustan las películas románticas? - cuestionó Robert.

- No es que no me gusten, lo que pasa es que soy muy sensible y odio llorar en toda la película o al final de ella, por eso prefiero las de acción y las de terror. - afirmó ella.

- Eres la primera chica que conozco que prefiere ver una película de terror a una romántica.

- Pues para que veas, soy la excepción a la regla. - dijo y sonrío.

- Muy bien, siendo así ¿ Qué te parece si te invito este domingo a ver una película que se está estrenando en el cine? Una de acción por supuesto. - preguntó este y sonrío. Bella asíntio de acuerdo

- Muy bien voy a investigar a qué hora son las funciones y te estoy avisando.

- Okay. -

Luego de terminar la cena y de charlar animadamente ambos se dirigieron al condominio, subieron al ascensor y cuando llegaron a su piso se miraron unos segundos en silencio, hasta que Robert rompió el silencio

- Fue una noche muy agradable, la pasé muy bien. - confesó.

- Sí, así fue. - concordó Bella.

- Entonces quedamos en yo averiguar la hora de la función para el domingo. - comento él, Bella asíntio. Robert se acercó un paso más a ella, y se inclino un poco, Bella sintió su corazón acelerarse. ¿La iba a besar? Se pregunto. Robert acercó su rostro al de ella, quería besarla, moría de ganas por hacerlo, pero temía asustarla, debía de ser paciente. Acercó sus labios a la mejilla de esta y al final le dió un beso en la esquina de sus labios. - Que tengas buenas noches Bella- dijo. Bella asintió sonrojada y dió la vuelta.

- Tú.. tú también. - dijo y abrió la puerta, miro unos segundos al hombre y cerró la puerta. Robert sonrió y entro a su apartamento. Bella sonriendo entro a su habitación y pego un grito al ver a su amiga acostada en su cama, comiendo frituras y viendo televisión.

- ¿Qué haces aquí? - cuestionó con la mano en el pecho. - Casi me matas del susto - se quejo.

- Da, esperándote para que me cuentes todo lo que pasó. - respondió Ariana y sonrió.

Bella rodó los ojos y luego sonrió, se sentó en la cama y procedió a contarle todo a su amiga, Ariana frunció el ceño y Bella no entendía porqué hacia ese gesto. - ¿Qué pasa? ¿ Por qué pones esa cara? - cuestionó.

Su amiga rodó los ojos. - Es que yo pensaba que pasaría algo más interesante. - comento Ariana metiéndose una fritura a la boca. - ¿Cómo que? - cuestionó Bella mirando las fritura con anheló. - Un beso. - respondió Ariana. - ¿Quieres? - cuestionó extendiéndole la bolsa.

- No. - respondió Bella. - Con lo que cene hoy es suficiente y además Robert me hizo comer un flam. - Ariana asíntio y sonrió. - cada vez me convenzo más de que ese es el hombre para ti amiga.

Bella guardo silencios unos segundos y tocó la comisuras de sus labios recordando aquel casi beso. - ¿De verdad crees qué yo le gustó? . - cuestionó. Ariana rodó los ojos. - No lo creo, estoy segura. - respondió. - Pero tú no me has dicho, si él te gusta. - comento. - Así que, ¿Dime, él te gusta? - indago. Bella mordió su labio inferior nerviosa y asíntio. - Sí, mucho. - respondió. - Pero tengo miedo. - dijo. - ¿Qué tal que yo no le guste y que solita este armando pajaritos en el aire. - dijo.

- Bella por favor. -

- Además, no está bien que ande pensando en alguien mas tan pronto, lo mío con Lincon acabo hace menos de dos meses. - Bella guardo silencio y espero a qué su amiga le diera algún concejo.

- Dime algo amiga. - hablo Ariana. - ¿Alguna vez me he equivocado cuando se trata de chicos? - cuestionó. - Te dije que tuvieras cuidado con Lincon , que no me agradaba porq6ue sus intenciones no eran buenas ¿Y qué pasó? - cuestionó.

- Tenías razón. - respondió Bella.

- Bien, y ¿Acaso no te dije que Marcos estaba actuando raro y que sospechaba de su infidelidades? ¿Qué pasó? - Pregunto.

- El te estaba engañando.

- Vez, entonces amiga, creeme cuando te digo que tú le gusta a Robert. Y si él te gusta a ti, puedes entrarle amiga. ¡Olvida al imbécil de Lincon! Cómo te dije antes, a rey puesto, rey muerto. - dijo y le guiño un ojo. - Ahora vamos. ver esta peli que está buena. - dijo. Bella solo asíntio y no dejo nada.

¿Seré capaz de arriesgarme otra vez?