ATRAPADA POR EL CEO QUE CAYÓ DEL CIELO
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Una noche de tormenta, la cabaña solitaria de Aiyana Tsosie en las montañas de Arizona, territorio ancestral Navajo, se convierte en el lugar de un accidente inimaginable. Un jet privado explota en el aire, cayendo un hombre herido y amnésico en un paracaídas dañando su cabaña. Lo que Aiyana no sabe es que ha rescatado a Cristopher Livingston, un CEO multimillonario que intentaron asesinar.
Aiyana, una mujer Diné en armonía con el bosque, se ve obligada a sanar al poderoso hombre de la ciudad. En la paz del aislamiento, el contraste de sus mundos desata una pasión ineludible. Pero cuando Cristopher recupera su memoria ve su vida de imperio y lujo en peligro, huye sin mirar atrás, dejando a Aiyana con un secreto que solo pertenece al linaje de su pueblo.
Tres años después, la aparición inesperada de Cristopher creara en Aiyana miedo a que le quiten su mas grande tesoro
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Capítulo 8: EL BESO EN LA CASCADA
Los días se pasaron manteniéndose ocupados en hacer mejoras a la seguridad de la granja de Aiyana, la cámara que compró la pusieron en la sala de la cabaña, y Aiana la enlazó a su celular que sacó de aquella maleta grande que guardaba bajo esa cama y escondia aquellos secretos que no quería develar.
Cristopher dibujó los planos del gran portón y dejó que Aiyana fuera sola a conseguir madera al bosque. Ella hizo la armazón del portón como estaba dibujado en los planos colocándole lámina de metal, planto dos grandes troncos que sirvieron de columnas y allí iría el portón con grandes bisagras que ella compró en una de sus idas al pueblo.
El portón en la entrada quedo listo y muy seguro, con un gran picaporte por dentro y por fuera se podía poner candado, al resto de láminas de metal las puso de cerco con unos postes y alma de madera en toda la frentera de su propiedad que daba a la pista, llegando hasta el inicio de la montaña que ya por lo empinada era de difícil acceso, felizmente su terreno era entre dos montañas y logro cubrir toda la parte delantera aunque tuvo que comprar más lamina y palos adecuados para el soporte, la única forma de entrar a su cabaña sería por los linderos del bosque, pero ella puso trampas y el alambre de púas, ya todo eso ayudada por Cristopher que podía moverse libremente, porque paso los cuarenta y cinco días , su pierna ya estaba totalmente curada.
Cristopher se levantaba muy temprano para avanzar su proyecto, él queria hacer una nueva cocina para Aiyana despues de trabajar horas, desayunaba con Aiyana y la ayudaba en las labores de la granja, aprendió a sacar leche y juntos recolectaron todo el maíz de sus sembradíos cortando las matas de maíz y haciendolas secar para las vacas en invierno.
Cristopher se quedaba solo mientras Aiyana iba al pueblo a vender los huevos, la mantequilla y algunos quesos, pero él se quedaba siempre avanzando su proyecto, traía leña seca del bosque, o troncos grandes que convertía en madera para ese proyecto de hacer una nueva cocina, la época de invierno ya llegaría y había que aprovechar antes que se moje todo y caiga la nieve.
Todo esto pasaba mientras una bruma de romanticismo envolvía el ambiente, miradas cómplices, sonrisas coquetas, la extrema preocupación de uno por el otro, y las noches durmiendo abrazados mientras Aiyana contaba historias a Cristopher, pero ellos aun no querían aceptar lo que sentían, lo bueno fue que Hania dejo de molestar a Aiyana.
Practicaron para que Aiyana aprenda a disparar y con práctica logró tener estabilidad tanto con el revolver como la escopeta, y tenia muy buena puntería.
Los días que Aiyana no iba al pueblo, alistaban comida y agua para llevar, se internaban en el bosque a ver las trampas que ponía Aiyana, recogían conejos y hasta se animaban a cazar.
Un día soleado se internaron en el bosque y Aiyana lo llevaría a su lugar secreto, al pie de la montaña corría un río no muy grande, pero de aguas cristalinas Aiyana lo llevo caminando hasta donde comenzaba el río que era en su propiedad, de las rocas más altas de la montaña salía un rio subterráneo con aguas termales.
Cristopher: "Qué hermoso lugar, porque no me dijiste de él".
Aiyana: "Es un regalo de los dioses y solo sabíamos nosotros de su existencia, algunos antiguos pobladores la vieron alguna vez, pero no estaba tan bien cuidada como la mantuvo mi abuelo y no saben que el río es de aguas termales".
Cristopher: "¿Podemos bañarnos en esta piscina natural?".
Aiyana: "Sí, para eso la hizo mi abuelo".
Ambos se despojaron de sus ropas quedándose en ropa íntima y se veía la silueta de la hermosa Aiyana, esculpida por los mismos dioses, Cristopher se metió rápido al agua tratando de ocultar en ella que su cuerpo reacciono al ver a Aiyana, ella se metió tras el y después que el se acostumbró a ver su figura de medidas perfectas, comenzaron a jugar como niños en el agua, almorzaron sentados en el borde de la hermosa piscina natural.
Cristopher: "Todo esto es hermoso, y no te molestes, pero eres muy bella".
Aiyana: "No lo repitas, tú eres muy guapo lo vi desde que se curaron tus heridas pero no te lo dije".
Cristopher: "Aiyana tienes una belleza cautivadora, no lo digo solo por esa figura que parece que la esculpieron los dioses, mírate, tú eres hermosa y tuenes una personalidad que de verdad enamora, en estos casi tres meses a tú lado, confieso que estoy muy enamorado de ti".
Aiyana: "Tu vida y la mía no son compatibles, tu eres el gran CEO Cristopher Livington, aquel que me cayó del cielo, pero recuperaras la memoria y recuperaras tu vida, mi vida es este lugar, aquí cazo, vivo de lo que me da la tierra y mis animales, no se podría dar nada entre nosotros".
Cristopher: "Sé que aún no recupero la memoria, pero estoy seguro que estoy enamorado de ti, de la vida que llevamos, yo sería muy feliz contigo, aquí no necesitamos nada más, dame la oportunidad de ser tu novio, se que nunca has tenido uno, déjame quererte y date la oportunidad de querer, se que no te soy indiferente".
Aiyana: "Mi abuelito decía que la naturaleza une a las personas y a los linajes con lazos más fuertes que cualquier compromiso y recién entiendo que la vida nos tiene preparado ya nuestro camino, con quién nos conoceremos en la vida y que viviremos con ellos, al estar tu hermano y Hania molestándome día a día pedí mi cambio a New York, hable con Carmen tu secretaria, y ella me dijo que empezaría allá de ayudante de ella, pero con el mismo salario, pero paso lo de Harold y no pude viajar estuve emocionalmente destrozada, lloraba todo el día y me repuse recordando lo que decían mis abuelos, que mi madre se dejó morir, no quise pasar por lo mismo".
Cristopher: "Entonces me das la oportunidad de mostrarte lo mucho que estoy enamorado de ti".
Aiyana: "Señor Cristopher Livington si acepto ser su novia".
Cristopher: "Aiyana, mi Aiyana tenía eso atracado en la garganta hace mucho mi amor".
Cristopher mirando a los ojos a Aiyana junto sus labios con los suyos y le dio un casto beso que logro apenar a Aiyana, pero él lo repitió muchas veces quería sentir el sabor de sus labios, pero no ser invasivo y que ella sienta que la amaba y no la lastimaría.