MI AMOR VERDADERO

Todo fue muy rápido, la gente se acercó de inmediato, estábamos rodeados mientras preguntaban una y otra vez: "están bien, están bien"

Mientras él y yo solo nos mirábamos, él aún sosteniéndome, apegada a él con firmeza, pero a la vez con delicadeza como si no quisiera lastimarme

Liz, escuché la voz de papá acercarse...

PAPÁ: Liz, estás bien cariño, qué pasó, preguntó asustado

El hombre extraño que me sostenía:

- Está bien, solo fue un pequeño susto, dijo con una amable sonrisa

PAPÁ: (Fue quien me sacó de los brazos de aquel hombre, ya que ninguno de los dos se soltaba, y me sentó)

- Liz, estás bien, qué paso, la gente gritaba que un accidente, me asusté cuando no te vi

ADA: Papi, estoy bien, solo fue un susto, dije mirando hacia un lado buscando encontrar con la mirada aquel hombre, quién seguía ahí parado mirándome fijamente

Me volteé a explicarle a papá lo que había pasado para calmarlo, en eso ese hombre se acercó, y se despidió de nosotros, papá agradeció y yo solo lo observaba, se alejó de inmediato

PAPÁ: Liz, ya es hora de trabajar, prefieres que te lleve a casa, preguntó

ADA: No papá, estoy bien, de verdad, solo fue un susto, debo ir, hoy Jair no se encuentra, no puedo faltar

Papá solo asintió aún preocupado y me llevó nuevamente a la oficina, antes de irse me advirtió que iba a interferir en lo que estaba pasando, a lo cual le pedí que no, que yo me haría cargo, pues ya le había contado lo de la foto en el papel.

Así pasó la tarde, atendiendo citas y llamadas, le dije también a Jonas que mañana solo estaría entregando las monturas, ya que Jair y yo estaríamos por fuera realizando brigadas; terminó el día y me fui a casa.

Ya tenía unos minutos de estar en casa, me recosté sobre la cama mirando hacia el techo, no podía dejar de pensar en aquellos ojos, me son tan familiares, mis ojos se abrieron aún más de lo que ya los tengo, cuando recordé...

*RECUERDOS*

Ya hacía dos días de mi cumpleaños número 15, veníamos regresando del viaje que hicimos junto con mamá y papá, veníamos felices cantando en el auto, cuando de repente, solo sentimos un choque tan fuerte, que nos volcó inmediatamente. Allí me encontraba yo, atrapada dentro del auto mientras papá gritaba desesperado mi nombre intentando inútilmente sacarme, él sangraba, no tenía la fuerza suficiente para ayudarme, mientras miraba a mi alrededor, vi a mamá con sus ojos abiertos, la observé cuidadosamente y noté que no respiraba, nada de sí se movía en lo más mínimo, entonces sentí que perdía las pocas fuerzas que había en mí, cuando miré a un lado y vi esos ojos, color café, una mirada penetrante que se fijaba en mí con desespero, él hizo todo lo posible por sacarme y lo logró.

Aún consciente, sentí como este hombre me cargó y me llevó hacia un lado de la carretera, pude observar como papá intentaba venir hacia mí, mientras miraba dos autos volteados ahí en la carretera

CHICO DE OJOS CAFÉ: Tranquila, trata de no moverte, debo ayudar a los demás, dijo mientras se alejaba

Para ese momento ya se había juntado mucha gente, vi como sacaban a otras dos personas, pero no veía a mi madre. Vi a papá desesperado, no sabía si venir hacia mí, o seguir intentando sacar a mamá, yo solo no daba para moverme, parecía congelada en el lugar mientras mis lágrimas caían, mi corazón sabía que mamá ya no estaba y eso me dejó estática.

Nuevamente, volví a sentir la presencia de aquel chico que me sacó, para ese momento ya habían llegado las ambulancias y la policía, yo perdí el conocimiento y no supe más de mí, sino hasta que desperté en el hospital. Realmente no recuerdo que fracturas tuve, estaba vendaba por todas partes, intenté levantarme cuando aquel chico me detuvo...

CHICO DE OJOS CAFÉ: No te muevas, llamaré a tu padre y al doctor

Salió por un momento y regresó junto a papá

Papá me miró y se tiró sobre la camilla a llorar como un niño: "Lo siento cariño, lo siento Liz", era todo lo que salía de su boca

Para resumir, estuve alrededor de 5 días en el hospital, al igual que papá, allí confirmé la muerte de mamá, en el accidente sufrió una fractura de cuello (esos días papá y yo solo estuvimos llorando, los días solo pasaban y pasaban), supe también que en el otro auto venía una familia de tres, el chico de ojos café, y sus papás, al chico no le pasó más que raspaduras y golpes, su padre quedó inválido y su madre también estuvo muy grave por varios meses en cuidados intensivos, por la gravedad de sus heridas; supimos que el padre del chico sufrió un mini infarto lo cual le hizo perder el control del automóvil y causó el accidente, papá y yo salimos primero, pero vinimos cada día a mirar el progreso de ellos, no los culpamos, aceptamos la dolorosa verdad y fue un poco más llevadero, al saber que fue eso, un accidente. El chico al ser el menos lastimado, estuvo pendiente de todos, pasaba tiempos con ambas familias, me estuvo consolando por mi perdida e incluso me ayudó en mis terapias, nunca supe su nombre, pero sus ojos nunca los olvidé.

Ellos estuvieron alrededor de tres meses, en ese tiempo los visitamos y estuvimos al pendiente, un día antes de darles de alta, llegué sola, lo encontré dormido en la habitación donde estaba su madre, a la cual tenían en ese momento en un estudio, él estaba dormido, imagino todo el cansancio acumulado, me quedé mirándolo por unos minutos, me acerqué, le susurré, nunca te olvidaré, y besé sus labios suavemente, me quedé unos minutos y entonces me fui. Al día siguiente vinimos a despedirlos, él me dijo que se iban a otro país a seguir con las terapias y estudios para sus padres, todavía tenían la esperanza de que su padre caminara, y que su madre recuperara la movilidad de su cuerpo, ya que parecía muerto. Así sin más, nos despedimos y nunca les volví a ver ni saber de ellos.