La Autora Maldita

Zephyr tardó una semana en renacer como el fénix del sueño profundo al cual estuvo sumergida, su cuerpo exhausto y dolorido por el abrupto despertar de su magia. Las secuelas del despertar violento resuenan en cada fibra de su ser, recordándole el poder inconmensurable que ahora habita su cuerpo.

__¡Ahh, me duele hasta el alma!__. Exclamé, sintiendo cada músculo de mi cuerpo protestar.

__Creo que necesito un masaje...__. ¡O mejor aún, unas vacaciones en Hawai! Playa, sol, arena, comida exótica... ¡y un buen cóctel con sombrillita! Me siento como si hubiera peleado con un oso... ¡y el oso hubiera ganado!.

__¡Por fin despertó!__. Exclamó Leonor, su voz resonando en la habitación y sobresaltándome. Aún no había abierto los ojos, así que no sabía que estaba a mi lado. Un escalofrío me recorrió la espalda. ¿Sigo atrapada en este mundo de fantasía y horror? ¿Acaso no había sido todo una pesadilla?.

__Señorita, ¡qué susto nos dio! Su Nana y yo hemos estado muy preocupadas. Incluso el líder del templo la ha visitado varias veces mientras estuvo inconsciente para ver cómo seguía__.

No comprendo por qué estaban preocupados. ¿Acaso no sabían que solo estaba dormida? Pero la duda se disipó como un latigazo: un dolor de cabeza brutal despertó los recuerdos que estaban enterrados. La ciudad, el Exangüe, el terror... Todo volvió a mí con una fuerza implacable. Reviví el miedo paralizante, la certeza de mi muerte inminente. Y luego, el fuego. Un dolor tan intenso que me hizo perder la consciencia, dejándome solo con una sensación de vacío y un sueño abrumador.

__Leonor, ¿cuánto tiempo estuve dormida?__. Le pregunté a Leonor con cautela, con un poco de nervios por la respuesta.

__Señorita, ha pasado una semana. No se imagina lo asustada que estaba. Verla luchar contra esa bestia, verla caer... Su respiración era tan débil, su piel tan pálida. Y la fiebre... ¡esas noches fueron terribles! Pero ahora está aquí, despierta. Me alegra tanto verla bien__. Mis ojos se abrieron debido a la impresión, al escuchar a Leonor. Una semana inconsciente y la muerte rondándome de nuevo... Tengo que hacer algo para no morir en esta historia dónde no hay muchas cosas bonitas que rescatar.

__¡Maldita sea! No puedo creer que haya estado inconsciente una semana. ¿Cómo es eso de que yo maté a ese monstruo? ¡Si nunca he practicado magia y no tengo ninguna posibilidad en una pelea cuerpo a cuerpo!__. No entiendo qué pasó. El miedo me nubló la mente, solo recuerdo el terror y la desesperación. De pronto, mi cuerpo se sintió poseído por una energía desconocida y el monstruo cayó sin vida. Después, solo sentí el cansancio, el dolor y un sueño inexplicable.

__¡Señorita!__. Me miró y exclamó Leonor con sorpresa.

__En esta sociedad, no está bien visto en una señorita que maldiga__. Las palabras de Leonor suenan lejanas. No me importan las reglas sociales en ese momento. Siento que algo terrible va a pasar y no puedo pensar en otra cosa.

__Leonor, sé que te preocupa mi forma de hablar, pero ahora mismo no puedo pensar en eso. ¿Podrías mandar a prepararme algo de comer? Necesito reponer fuerzas para poder empezar con el entrenamiento magia. Y por favor, ayúdame a levantarme, y llegar al baño, me duele todo y tengo miedo de caerme__. Leonor me ayudó a levantarme, pero al hacerlo, un recuerdo doloroso me asaltó: la operación de peritonitis en mi primera vida, los dieciocho puntos... Al levantarme por primera vez despues de la cirugía sentí un tirón en el abdomen, como si todo se estuviera reacomodando. El dolor fue intenso.

Mientras mi cuerpo se sumergió en el agua tibia de la tina, mi dama de compañía se encargó de mi comida. Al volver, me ayudó a vestirme, y ¡oh, sorpresa! ¡Un vestido precioso, sencillo y elegante! ¡Por fin algo que no parece un disfraz recargado como los que abundan en el guardarropa de la antigua Zephyr!.

__Por la forma en que mira el vestido, señorita, y por su gran sonrisa, parece que le ha gustado mucho__. Asentí con emoción al verme reflejada en el espejo.

¡Qué alegría siento al verme con este vestido! Es justo lo que necesitó: sencillo, elegante y, sobre todo, cómodo para moverme. ¡Perfecto para luchar o huir si la situación lo amerita! La imagen del exangüe y mi torpe intento de escape con el vestido anterior me reafirmó en mi idea: ¡los vestidos pomposos son un obstáculo mortal en este mundo lleno de bestias!.

Con una sonrisa en el rostro, me dispuse a comer. Sin embargo, al probar el primer bocado, una sensación de náuseas me invadió. Decidí tomar un poco de agua y esperar a que mi estómago se calmara. Lentamente, fui introduciendo pequeñas cantidades de comida hasta que mi cuerpo la toleró sin problemas.

¡Qué placer es volver a comer después de una semana! Mientras disfruto cada bocado, le pregunté a Leonor por mi vestido. Con una sonrisa, me contó que fue a la ciudad con el mago y los cazadores, dejándome al cuidado de mi Nana. Que mi Nana me cuidara mientras estuve inconsciente me tranquilizó. Leonor, entonces, pudo ir a la tienda de la baronesa y elegir unos vestidos para mí, muy distintos a los que había en mi guardarropa. La cuenta fue enviada al ducado, como era de esperarse.

__¡Leonor, eres la mejor! ¡Gracias por ir de nuevo a la tienda de la baronesa y encontrar vestidos que me sirvan para prepararme y sobrevivir! ¡Convertirme en la esposa del emperador de los cambia formas me convertirá en un objetivo para las bestias, y no pienso dejar que me capturen! ¡Antes las mato, porque no voy a dejar que me conviertan en su alimento o en su esclava!__.

La sola idea de ser devorada por una bestia me produce escalofríos, pero la posibilidad de convertirme en su esclava me llena de terror. Algunas de estas criaturas, con una maldad inimaginable, eligen humanos para usarlos como esclavos y satisfacer sus más perversos deseos. ¡Los utilizan como incubadoras para sus crías, como parásitos que se aprovechan de cuerpos sanos para propagar su maldad por el mundo!, y después usar sus cuerpos sin vida para alimentar a sus crías.

__Sobre el emperador de los cambiaformas... hay algo que necesitas saber de tu prometido__.La voz de Leonor suena extraña, como si dudara en continuar. Un escalofrío recorrió mi espalda. ¿Qué va a decirme?.

Le pedí a Leonor que continuara__¡Dime! ¿Qué pasa con mi prometido?__. Le pregunté.

__¿Por qué estás tan nerviosa?__. Leonor respiró hondo antes de continuar, lo que me preocupó aún más.

__Su prometido envió una carta anunciando que llegará mañana al imperio y quiere conocerla. El matrimonio es en menos de un año y aún tienen detalles que discutir__.

¡No puedo creer lo que Leonor me acaba de decir! ¡La vajilla se estrelló contra el suelo! ¡Es una locura! ¡En mi historia, Zephyr nunca conoció al emperador! ¡Murió en el camino cuando se dirigía a la boda! ¡¿Por qué todo es diferente ahora?! ¡¿Por qué él quiere conocerme antes del matrimonio?! ¡Tantas preguntas me atormentan! ¡Voy a morir de la angustia, no por una bestia!.