La Villana Quiere Vivir

— Narra Cristal —

Podía sentir la frialdad en mi cuerpo, el olor a humedad y de musgo, la tela mojada pegada a mi piel haciendo que cada movimiento se entorpeciera. El frío aire me hacía temblar, el olor a hierro permanecía muy leve, y la superficie viscosa cubierta de barro era tan resbaladizo, que ni siquiera intentándolo una y otra vez podía incorporar mi figura fácilmente.

Abrí los ojos y pude notar que estaba tendida en el suelo, mi ropa mojada y la mitad del cuerpo dentro de un lago, me apoye de las rocas empinadas para estabilizarme, el musgo me hacía resbalar pero lograba incorporarme. Al salir me vi en el centro de un anillo de árboles de color rosa viejo, parecidos a la famosa flor de Sakura, pero más finas y pequeñas colgadas de ramas que tronaban con el aire.

—Este lugar... me parece familiar

Me senté sobre mis piernas a la orilla del lago, podía ver qué mi apariencia no parecía envidiarle nada a un vagabundo. Mis prendas estaban levemente rotas o descosidas, sucia, el cabello erizado y con restos de sangre en mis manos. Afortunadamente no parecía tener daños graves, a excepción de un dolor de cabeza insoportable.

—El dolor del pecho al menos desapareció

Me levanté y pude sentir un leve dolor en el tobillo, cuando lo revise estaba algo rojo, al parecer me había lastimado pero no parecía estar roto

—Es solo una molestia, gracias a Dios

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda, como si estuviera siendo observada. Me volví hacia atrás, pero solo estaba el lago, las rocas, y una extraña luz en el centro de este. El entorno era realmente tranquilo, no se sentía ningún sonido, y el sol era más que reluciente. Sentía que conocía este lugar, pero no estaba del todo segura, no podía recordarlo.

—Tal vez... fue porque no le preste mucha atención a esa escena en el libro, recuerdo que había un lago, pero no más de eso... quizás si me lo pienso un poco vengan los recuerdos

Decidí comenzar a caminar, rompiendo así el espacio del anillo de árboles al rededor del lago.

—¿Cómo aparecí aquí?. No recuerdo nada, estaba en el festival con Eleonoro, nos separamos, y poco después fuimos atacados por demonios... ¿he intente huir?

«No estoy muy segura de que había pasado, quizás Eleonoro me había llevado a algún lugar seguro. Quizás haya sido atacado por los demonios. O quizás lo tomaron prisionero»

A medida que estos pensamientos llegaban a mi cabeza, otras opciones locas se iban formulando, cada una peor que la otra, llevándome a correr como si intentará escapar de la realidad vivida hace algunas horas.

Corrí durante un tiempo, solo podía ver vegetación, árboles, musgo, rocas, vallas, y ningún sonido aparente. El impulso me llevo a chocar con una roca, y termine cayendo tras tropezar con una pequeña roca.

—Auch, mi nariz

Me incorpore mientras revisaba que mi tabique no estuviera roto, y fue una verdadera cuestión de suerte. Levanté la mirada y lo que vi me dejó helada. Estaba nuevamente en el anillo de árboles, con aquel lago frente a mi

—¿corrí en círculos?

Me levanté y tomé otro camino, por más tiempo que caminara, o el camino que tomara, todos terminaban en el mismo destino. En aquel lago, donde caía la tarde, donde el viento frío golpeaba mi rostro, y de dónde parecía no poder huir. Luego de un rato me rendí, sentada a la orilla del lago, junte mis manos en este para lavar mi sangre, poder tomar algo de agua con mis manos para lavarme la cara, y calmar mi sed.

Vi como el pequeño rastro de sangre que había lavado de mis manos se mantenía concentrado en un solo lugar, hasta que comenzó a burbujear como si estuviera hirviendo. Fue solo cuestión de tiempo que la sangre comenzó a aumentar, y a recubrir l superficie del lago. Muerta de miedo retrocedí de inmediato, pero cuando intenté correr fuera del anillo de árboles, el mismo me repelió, haciendo que con impacto cayera cerca del lago nuevamente, chocando mi cabeza contra una roca.

Me sentí aturdida, tendida en el suelo lleve una mano a mi cabeza, dolía, sangraba, y más pavor tuve cuando la sangre siguió el rastro de la anterior, uniéndose al lago. Intenté levantarme, la herida en mi cabeza se cerraba por si sola, como si fuera magia, dolía el sentir como se unía nuevamente la piel del cráneo, pero mi atención fue desviada a un brillo que cegó mi visión. En el lago se mostró la imagen del ducado, como un gran cuadro o un espejo, si, eso es, un enorme reflejo. Podía ver qué ocurría y las acciones y palabras de cada persona, todas exaltadas por lo ocurrido y mi desaparición.

El dolor en el pecho volvió, desconozco el motivo, pero antes de poder pensar en nada, la fuerza me abandono, y una vez caí dentro de aquel lago, pude sentir en pocos segundos después como mi piel se quemaba por el duro contacto del sol, y el barro en mi cuerpo se secaba.

—Esto es (mire nuevamente a mi alrededor, estaba en el jardín del ducado) ¿el ducado Lawnig?

-¿¡Señorita!?

Y no fue hasta que sentí esa voz exaltada me di cuenta, que realmente había estado de vuelta

— Narra —

Aprovechando la confusión de la ciudad, y el ataque de demonios al penetrar la barrera mágica, una figura corpulenta con capucha negra, y una más baja que portaba un vestido oscuro al igual que su capucha, se desplazaban sigilosamente hasta el bosque en las afueras de la ciudad

Con prisa en su andar, pronto llegaron a las profundidades del bosque. La flora y fauna de aquel lugar ya no era tan viva, y una especial neblina de color negro se extendía cerca del suelo, hasta que poco a poco se fue incrementando. Su tamaño cubrió a ambas siluetas por unos pocos segundos, hasta que una persona con capucha roja se mostró frente a ellos.

-Duquesa, me es extraño que se presente usted misma (su sonrisa burlona y voz dispersa se presentaban bajo su capucha, que cubría su medio rostro)

—Calla, no te pago para que digas idioteces

El hombre a las espaldas de la duquesa se mantuvo en silencio, completamente quieto, no emitía palabra alguna, he incluso su rostro estaba cubierto por una tétrica máscara

-Tiene razón, hablemos mejor de negocios

—Ah eso he venido (camino un par de pasos y extendió su mano) ¿lo tienes?

-Si, así es (Saco de su pequeña bolsa la cual tenía un sello rojo, una caja de tamaño medio, de color oscuro con grabados color plata) Aquí están

La duquesa se acercó para tomarla, pero está persona la retiro justo al momento

-Ah ah, primero paga, luego te entregaré la caja (un pergamino apareció frente a la duquesa, junto a una pluma no más grande que la un cisne) Tu alma a cambio de las piedras mágicas sin procesar

—Tsk, este no era el trato

-El precio ha subido querida mía (comenzó a darle vueltas a la caja con un dedo) ¿Crees que fue fácil corromper a uno de esos locos fanáticos de la iglesia, para que causará una pequeña fisura en la barrera mágica de protección, y poder colarnos aquí en la capital?

—No lo se, y no me importa, ese es tu trabajo

-¡Exacto!. Es mi trabajo, pero a su vez recuerdo, soy un demonio, y lo que ibas a pagarme en oro, no me interesa como el poder que me otorgan las almas

—Maldita basura

-Ey ey, los halagos no funcionan conmigo preciosa (le señala con un dedo y le sonríe) mira el lado bueno, tu alma solo vendrá conmigo, luego de que la despojen de tu cuerpo, y tu tendrás a cambio las gemas mágicas de los colosales sin procesar, ¿sabes que te estoy dejando un ejército de bestias demoníacas de alto nivel por muy bajo precio?. ¡Es una gran apuesta!

—Ummm

-Tic Toc Toc Tic, el tiempo corre, los magos que fueron drenados por mis demonios comienzan a recuperar su magia y a reparar la barrera, así que debes tomar una decisión a la 1 (la duquesa pareció pensarlo) a las 2... (este hizo un número 2 con sus dedos) y a las

y antes de terminar la duquesa tomo la pluma y firmo el contrato de intercambio por su alma, y el contrato desapareció de inmediato

-Jejeje, un placer hacer negocios con usted Duquesa

la caja fue levitando hacia el hombre detrás de esta quién lo sostuvo

-Deje un pequeño regalo dentro, espero que volvamos a hacer negocios pronto, adeus

Y luego de convertirse en humo, desapareció junto a toda la niebla mágica.

-¿Señora? (pregunto el acompañante de la duquesa, viéndole a sus ojos siniestros llenos de avaricia)

—Finalmente... podré comenzar con mi plan