Leonardo es un joven y atractivo CEO que no cree en el amor, ni en el matrimonio. Ama su libertad y su licenciosa vida y así es muy feliz, pero una cláusula dejada en el testamento por su padre antes de morir, lo obliga a casarse en el plazo de un año para obtener su herencia. Dispuesto a no perderla, a Leonardo se le ocurre una brillante idea. Le ordena a su secretaria publicar un anuncio buscando una hermosa mujer que finja ser su esposa por dos años. No ha sido nada fácil la elección, las que responden el anuncio no son de su agrado. Pero entonces un día se presenta en la empresa una bellísima y sensual mujer buscando empleo. Cuando Leonardo la vió no dudó ni por un instante en elegirla. ¡No busquen más! Ella será mi futura esposa. ¿Aceptará Anya casarse con este playboy? ¿Y si se casan, se convertirá este falso matrimonio en UN AMOR DE VERDAD?
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CAPÍTULO 4.
Mientras tanto, en un pintoresco pueblo, cerca de la gran ciudad, una hermosa chica, dueña de una dual y extraordinaria belleza conversaba con su querida madre sobre la difícil situación que estaban viviendo.
Anya tiene un rostro angelical, tierno y dulce, pero también posee un cuerpo extremadamente sexy y muy sensual que hace pecar a más de uno. Es la dueña de los ojos verdes más expresivos y cautivantes que toda mujer desearía tener.
Su cabello largo, negro y brillante es el marco perfecto para adornar sus finos y delicados rasgos faciales. Verla sonreír es sentir la magia de la alegría. Desde pequeña ya reflejaba las características que definen a una mujer fascinante con una silueta perfecta.
Por eso ama el baile porque sabe que su fisonomía es algo digno de cuidar y de admirar.
Anya trae locos a más de uno, pero a ella no le interesa tener relaciones casuales con nadie, ni perder el tiempo con amoríos sin sentido.
No sueña, como la mayoría de las jóvenes, con casarse algún día. Así que permanece soltera a pesar de ser tan atractiva y estar asediada por tantos pretendientes enamorados.
En este momento en su casa hay una profunda angustia. Su padre tiene cáncer y no se le detectó a tiempo. No le queda mucho tiempo de vida. Cuando se dieron cuenta era demasiado tarde.
La falta de suficientes recursos para pagar los costosísimos exámenes que se le debían practicar, lo están llevando a la tumba. Por más que se han esforzado por conseguir el dinero, no logran cubrir la totalidad de los costos que las clínicas especializadas cobran.
Anya dejó su carrera de economía aunque solo le falta un año, para buscar empleo y así poder ayudar a su padre. Su padre es el veterinario del pueblo, pero ama tanto los animales que a veces los cura gratis, por eso no tienen mucho dinero.
Aconsejada por una amiga, fue a la empresa más importante de la ciudad vecina, para solicitar empleo. El haber estudiado más de tres años economía la capacitan para poder ejercer un puesto de asistente o de secretaria con un buen sueldo.
Ese día se arregló lo mejor que pudo. Ella no es rica, ni presumida, por eso fue a esa empresa vestida modestamente. Tenía muchas esperanzas en que algo conseguiría y así podría ayudar a su padre.
La recepcionista la trató con mucha amabilidad y la hizo esperar un poco mientras hablaba con la jefe del personal. Anya se sentó, tomó una revista y la empezó a hojear.
Minutos después vio ingresar a la empresa los dos hombres más guapos y elegantes que había visto en toda su vida. Ellos le dieron un breve saludo a la recepcionista y continuaron su camino.
— ¡Guauuu! Nunca había visto dos hombres tan extraordinariamente atractivos así tan de cerca.
Vio que uno de ellos, el más guapo, la miró pero ella de inmediato volvió sus ojos a la revista y no los volvió a alzar hasta que dedujo que ya habían entrado al ascensor.
Minutos después la recepcionista terminó de hacer unas llamadas y le pidió acercarse.
-Escucha Anya. Lamentablemente en este momento no hay una vacante disponible para ti, lo siento. Pero prometo ayudarte, me caíste bien.
—Le voy a sacar una copia a tu hoja de vida y me quedo con ella.
—Toma. Estaré pendiente. La jefe de personal es mi mejor amiga, ella se llama Tina. Cuando yo me entere de que hay alguna posibilidad para ti, inmediatamente te llamo. ¡Te lo prometo!
-Estás muy bien preparada y otra cosa que te ayuda mucho es que eres hermosa. Además eres una chica joven, educada y sencilla. Algo encontraremos. ¿De acuerdo?
-Mil gracias.¡Eres muy amable! ¿Cuál es tu nombre?
_Emilia, ¡un gusto!
-¡Igualmente Emilia! También para mi es un gusto conocerte. Una preguntica antes de irme. ¿Quiénes eran esos dos hombres que llegaron hace poco y te dieron un breve saludo?
-¡Ah! ¡Quedaste impactada tu también, no! Ellos son el sr Leonardo y el sr Diego. Son dos de los directivos más importantes de esta empresa, es decir, los propietarios. ¿Por?
-¡No no no, por nada! Solo que me parecieron muy atractivos.
-Sí, ellos son lo más bello que hay en esta empresa.
—El otro es el bello sr Leonardo, el soltero que todas quisiéramos conquistar. Un playboy inalcanzable. Vive rodeado de hermosas mujeres, pero hasta ahora no se le conoce formalmente una novia y se dice que le huye al matrimonio.
-¡Vaya! Yo también le huyó al matrimonio. No quiero perder mi amada libertad. El matrimonio no se hizo para mi. Yo quiero usar mi tiempo libre para estudiar y compartirlo con mi familia. Los amo demasiado y quiero verlos siempre felices.
-¡Tienes razón Anya! 😊 Pienso igual que tú, pero si la vida me diera la oportunidad de conquistar el corazón del sr Leonardo, no lo pensaría dos veces. Jajajajajaja
-Bueno, no te rindas, tú también eres muy bella. Y en esta vida todo puede suceder. En fin, ¡gracias Emilia! Me voy. Debo hacer otras diligencias urgentemente. Mi padre está muy enfermo. Por favor no te olvides de mí. Si surge alguna oportunidad para trabajar acá, llámame, te lo ruego. ¡Estoy desesperada!
Lamentablemente para Anya, todo esfuerzo por salvar la vida de su padre fue en vano. El cáncer acabó con su vida. Todo su mundo se vino abajo. Fueron días de intenso dolor y llanto. Pero ella debía ser fuerte, aún tenía a su madre y a su hermanita Angie, de doce años.
Debía reponerse, eso fue lo que tanto le suplicó su padre. La vida continúa y hay que salir adelante a pesar de las fatalidades.
Las semanas siguientes las pasó junto a su madre y a su hermanita consolándose mutuamente y haciendo planes para el incierto futuro.
Determinada a dar la cara por la familia, Anya se incorporó pronto a la veterinaria que había pertenecido a su padre. Ella no era veterinaria pero fueron muchos años los que vio a su padre curar toda clase de dolencias en los animales.
A muchos clientes no les importaba si ella no era graduada, solo veían la ternura y la eficacia con que atendía sus peluditos pacientes. Así es que todas las mañanas trabajaba en la veterinaria y en las noches en un lujoso restaurante, allí le daban excelentes propinas. Además, podía llevar comida para su casa.
Pero las cosas no iban a ser tan fáciles para Anya. Por una parte, algún envidioso la denunció ante las autoridades sanitarias por ejercer la medicina sin tener un título.
Tuvo que presentarse varias veces ante un tribunal y con la ayuda de un buen abogado logró que solo le dieran una multa, pero si quería continuar con su consultorio debía buscar un veterinario de verdad.
Al regresar a su casa, cansada, triste y decepcionada empezó a hacer algunas llamadas. Afortunadamente uno de sus pretendientes estaba recién egresado de la unidad veterinaria de la universidad. Así que luego de conversar un poco, él encantado aceptó la propuesta. Trabajaría para ella en las tardes.
Estaba fascinado. No solo había encontrado prontamente su empleo soñado, sino que trabajaría al lado de la mujer de la que toda la vida había estado enamorado.
Pero ahí no terminaron los problemas para Anya. Cuando creía tener todo solucionado, se le vino encima otro problema peor. Angie llevaba varios días indispuesta.
Al principio pensaban que sus malestares eran debidos al dolor por la pérdida de su querido padre, por eso no le prestaron mucha atención. Pero con el pasar de los días Angie empezó a perder peso y se veía cada vez más demacrada.
Anya trabajaba duro para poder llevar a su hermanita a los mejores especialistas. Era urgente conocer la causa de estos malestares. De momento sus dos trabajos le permitían pagar. Solo había que esperar los resultados de los análisis.
Un día, al llegar Anya a casa, su hermanita le pidió ir a su cuarto. Ella estaba recostada con su tablet entre sus manos.
—Dime amor, ¿ Cómo te sientes hoy?
—Bien, hoy no me siento mal. Yo creo que es algo pasajero, no te preocupes Anya. Te llamé porque encontré la forma en que te puedes ganar tres millones de dólares rápidamente. Con ese dinero ya no tendrías necesidad de trabajar tanto y así podrías pasar más tiempo conmigo. ¡Yo te extraño tanto hermanita!
Las dos se abrazaron con mucha ternura. Era verdad. Desde la muerte de su padre muchas cosas habían cambiado. Ya no había tiempo para juegos, ni conversaciones, casi ni podían cenar juntas las tres mujeres. Angie aún era muy pequeña y extrañaba todas esas actividades que eran habituales cuando vivía su padre.
—Déjame ver el anuncio. Quiero saber cómo es que me voy a ganar tres millones de dólares fácilmente jajajajajajaja.
—“Caballero de buenas costumbres busca una linda y buena mujer con fines matrimoniales. Si estás interesada envía tus datos y fotos a este correo. Si eres aceptada, te daré tres millones de dólares como dote”
—Oh mi bebé, ¡no creas eso! 😂 😂 Eso lo escribió algún loco que no tiene oficio. Ningún hombre en sus cinco sentidos, buscaría una esposa de esa manera. Si tiene tanto dinero por qué no busca esposa entre sus amistades? ¡Hay cada idiota en este mundo!
—¿Y si es verdad el anuncio Anya?
—¡No mi preciosa! Ese anuncio de serio no tiene nada. El que mandó a publicar ese anuncio seguro es un hombre muy feo, gordo y viejo en busca de una tonta jovencita.
—O también puede ser un tarado, un desequilibrado mental. No pienses más en eso. Además, ¿no dices que me extrañas? Entonces. ¿por qué me quieres casar? Si me caso, ya no nos vamos a ver tan seguido! ¿No crees? 😂 😂
—Tienes razón Anya, olvidemos ese tonto anuncio. Ven, acuéstate a mi lado. ¡Tengo frío!