⚠️Contenido explícito, desnudos.⚠️
Nova, es una chica recatada y sumisa, pues fue criada por sus padres religiosos, pero después de una noche de alcohol en una fiesta de la oficina conocerá un hombre que le cambiará la vida, pero estará dispuesta.
NovelToon tiene autorización de cinthya Verónica Sánchez Pérez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Fiesta.
En la voz del personaje: Nova.
Me sentía extremadamente incómoda, ya que nunca había llevado un vestido tan corto, y en todo momento las bragas que usaba se metían de manera incómoda.
Mi abuelo me había solicitado que me encargara de los inversionistas, una tarea que nunca antes había realizado, y mi teléfono no dejaba de sonar con mensajes de Jeremy, quien deseaba saber qué estaba haciendo.
Vamos, Nova, tómate esto que nos hará falta, la noche será larga, dijo Sonia mientras me ofrecía un whisky con hielo, una bebida que siempre disfrutaba mi padre. La miré y recordé las palabras de mi abuelo, así que lo bebí de inmediato y sentí cómo me ardía la garganta y el pecho.
Sonia caminaba a mi lado mientras saludábamos a varias personas que trabajan con nosotras. El hecho de que no me reconocieran me hacía sentir un poco aliviada.
¿Has visto a ese hombre que no deja de mirarte? - dijo Sonia al oído, haciéndome sentir un poco nerviosa.
No creo que me esté mirando a mí, tal vez te esté mirando a ti. ¡No entiendo por qué se fijaría en mí! – dije nerviosa, mientras tomaba un sorbo de otro whisky.
Está guapísimo y se nota que debajo de ese traje tiene unos músculos muy definidos. – comentó Sonia sonriéndome.
Traté de mirar al hombre; Sonia tenía razón, era muy guapo. Usaba un traje de una marca muy reconocida y costosa que le quedaba perfectamente. Sus ojos eran azules como el mar y sus labios parecían carnosos.
Su sonrisa parecía surgir de manera natural, mientras conversaba con una de las modelos más hermosas, que lo tomaba del brazo y sonreía sin cesar.
Dos hombres se acercaron a Sonia; eran los inversionistas. Nova se presentó ante ellos y empezó a hablar sobre la marca de su abuelo, al igual que Sonia.
Los hombres, entusiasmados, las escuchaban con atención.
Nos encanta la marca y los diseños. Estamos interesados en el proyecto y, en una semana, cuando todos los contratos estén listos, nos uniremos como un socio más. Sin embargo, les pedimos disculpas, pero debemos irnos, comentaron los inversionistas.
Las miradas de ese hombre me ponían bastante nerviosa; aunque estaba con aquella mujer, parecía no dejar de mirarme.
—¡Ven, ahora es nuestro momento de divertirnos! —dijo Sonia.
—Ya tengo que irme, he bebido demasiado y mi abuelo se va a dar cuenta en cuanto llegue —respondió Nova.
—No seas aguafiestas, ¡vamos a disfrutar! Yo te llevaré a casa, no te preocupes Además, realizamos un excelente trabajo y lo merecemos. —dijo Sonia mientras bailaba.
Está bien, pero solo un par de horas, dijo Nova con una sonrisa mientras trataba de bailar con Sonia.
El alcohol estaba relajando mi cuerpo y podía sentir la música fluir a través de mí.
Aquel hombre me miraba de una manera tan insinuante, pero al mismo tiempo enigmática, que el cosquilleo en mi estómago no dejaba de intensificarse.
—¡Hola, soy Matías! —dijo uno de los hombres que acompañaban a aquel misterioso individuo.
—Hola, Matías, soy Sonia —respondió mi amiga Sonia, extendiendo su mano hacia él de una manera sugestiva.
Un placer conocerte, Sonia, dijo el hombre, sonriendo mientras la miraba.
Ella es mi amiga Nova, dijo Sonia señalándome con una sonrisa.
¡Hola! –dije nerviosa, ya que el hombre era muy guapo.
Nos gustaría invitarlas a nuestra mesa, mis amigos y yo quisiéramos conocerlas –dijo el hombre.
Miré hacia donde estaban sus amigos y allí estaba ese chico que no había dejado de mirarme en toda la noche.
¡Claro que sí! -dijo Sonia con entusiasmo.
En absoluto, Sonia, no los conocemos. -respondí nerviosa, mirando al chico que estaba frente a mí.
Tranquila, todos aquí son miembros de la empresa y solo vamos a hablar un rato. . -dijo Sonia, tomándome de la mano para guiarme hasta la mesa de los hombres.