UN AMOR MAS ALLA DEL DESTINO SAGA 1

En otra ciudad un hombre se encontraba viendo la entrevista de Amaranta. Mientras bebía una copa. Podía ver el asombroso parecido con ella, a excepción del color de sus ojos.

Pero era el vivo retrato de la mujer que una vez pudo ser suya, si hubiera tenido que entregarse a él.

Fue un cobarde en ese tiempo, pero tenía que salvar su vida y proteger lo que tenía; era importante sobrevivir. Pensó que después podría salvar a Mónica de manos de ese hombre, pero estaba equivocado; simplemente la despareció, y hasta la fecha nunca más la ha vuelto a ver.

Que es lo que le habrá hecho ese monstruo, desde que se la llevó. Nunca se ha perdonado esa cobardía de perderla; ya la tenía en su mano aquella noche que fue a buscarla y le dijo que había muerto su esposo.

Podría haber sido suya, pero la muy terca se empeñó en ir a buscarlo a la casa de su familia, y esa fue la forma de firmar la carta de su desaparición.

Monica fue tan estúpida que no comprendió que el hombre con el que se casó era demasiado alto para ella, y que la familia de él cuando se enterara de su existencia y del matrimonio la alejaría de él; no solo eso, incluso la mandaron matar.

Y él participó en eso. No solo él, ¿cuantos más tienen la culpa de la desgracia de Monica y ese hombre?

Empezando por el propio esposo de Mónica por mentirle y no decirle que pertenecía a una familia tan poderosa como lo era la suya. La expuso a la muerte por no ser la mujer elegida por su familia para un matrimonio pactado.

Lo único que pudo hacer fue esconder la existencia de su hija. Si hubieran sabido de Amaranta, también hubieran ido por ella y la hubieran asesinado.

Han pasado ya 18 años y aún le pesa tanto en la conciencia lo que hizo para salvar su propia vida, si su familia se enterara que todo lo que tiene nada le pertenece. Todo es de ese hombre. Él es solo una simple marioneta de la gente que maneja los hilos del poder en la oscuridad de este país. Como muchos otros.

Que asco siente por sí mismo. Ni siquiera tiene el valor de quitarse la vida.

Ya estaba muerta Esmeralda; ya no podía decir nada, ni amenazarlo con contar la verdad de lo que había sucedido hace años. Lo obligó a casarse con ella hace años, amenazándolo con contar lo que sabía; ahora ya está en el infierno. Ya no importaba nada más.

Estaba bebiendo su licor y viendo el televisor cuando Amaranta estaba cantando una canción ante la cama mientras estaba promocionando la película en la que participó. Cuando llegó Ana, vio a Amaranta en la pantalla de la TV. Hizo una mueca de asco ante la imagen.

—No vas a saludar a tu padre?

—¿Ha estabas aquí?

—Parece que no te has dado cuenta de que estaba aquí viendo la TV.

—Papa, ya no bebas, ya perdí a mi madre, no quiero perderte a ti también, deja el alcohol.

—Ana, quieres irte antes a la ciudad capital, para estar conociendo y aclimatarte a la Universidad?

—Papa, si me voy siento que te perderé; solo sabes beber desde que murió mi madre. Sé que la amabas con locura, pero tienes que reponerte

Que la amaba con locura, qué ridículos dice esta niña, si solo quería que muriera cada día que la veía.—No te preocupes, por mí estaré bien, ya te compré un departamento frente al de Oscar, así podrán estar juntos los 4 años de universidad. Si te gusta, está bien. Es un buen chico.

—Él no me gusta; solo lo veo como mi hermano.

Es igual que su madre, quiere manipular a las personas, quiere jugar con las emociones de las personas; el pobre chico está enamorado de ella y solo jugará con sus emociones. Siento lástima por él. —Bien, como tú digas.

Javier Santamarina no sentía nada por esa hija que sabía que no era suya; era de un amigo de su mujer; qué gran estupidez cometió Esmeralda al contárselo a esa mujer que estaba enamorada de él. Una noche de pasión se lo contó pensando que se divorciaría de Esmeralda. Lo único es que no recibirá nada cuando muera.

La que se quedara con todo lo que sí es de él es otra persona.

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Amaranta se encontraba filando la escena más complicada de toda la película

Donde recibiría la notificación de la muerte de Martin el esposo de Dulce.

Estaba muy nerviosa pues tenía que prepararse emocionalmente para poder interpretar a una mujer embarazada que recibía la notificación la muerte de su esposo, además está esperando la llegade Izan de un momento a otro en el set de filmación.

—Amaranta preparate ya filmaras la escena.

—Si está bien.

Amaranta estaba vestida con un vestido de maternidad color rosa palo, llevaba un par de trenzas y un flequillo que la hacía ver como una mujer dulce feliz de estar embarazada

Dos soldaos, vestidos de manera muy formal, aparecen cuando se escucha el sonido de toquidos en la puerta. Una mujer con una sonrisa suave en sus labios está creando una pequeña prenda para bebé, mientras observa de vez en cuando cómo le queda. Después de terminar su trabajo, la ve y le dice: "Tu papá vendrá pronto", mientras se acaricia con afecto la barriga apenas sobresaliente.

—Preguntan : Es usted la esposa de  Martin Yaregui?

—Si soy yo

—Lamentamos nuestra visita, tenemos que informarle sobre la muerte del soldado Martin Yaregui en acto de servicio.

En acto seguido le entregan una medalla de honor y la bandera.

—Lamentamos su perdida—Momento despues se guiran y se marchan.

—Dulce se derrumaba en el marco de la puerta llorando desconsladamente, sin saber que hacer.

Izan observaba la situación y firmemente apretó los puños, sabiendo perfectamente que ser una esposa militar era lo más difícil que se podía tener. Lo vio con su madre y su hermana y no deseaba que Amaranta pasara por lo mismo, que algún día tengan que llegar e informarle que su esposo falleció y verla sufrir de esa manera, es algo tan doloroso que ha experimentado personalmente.

La escena continuó grabándose de acuerdo con el guión, y Amaranta transmitió tanta emoción y sentimiento que algunos lloraron, recordando a sus muertos o como Eleonora a su propia pareja, quien la perdió en acto de servicio, y tardo mucho tiempo en superarlo, hasta el dia de hoy aun no puede hablar de ello.

Cuando conoció an Amaranta, Daniel Exxo no tenía muchas expectativas sobre ella. Sin embargo, ahora que su trabajo en la película estaba a punto de finalizar, estaba contento de haber aceptado que fuera la protagonista. Amaranta expresaba sus emociones de manera tan natural que era imposible no sentirlas.

Cuando Amaranta vio an Izan, sentía que su corazón salía de su pecho, y quería correr y abrazarlo de inmediato.