Esposa Por Herencia

Isabella: se marcha y con esta conversación mis preocupaciones también. No era nada de lo que esperaba, esto podría ser una bendición disfrazada. Al fin podré vivir en paz.

Miguel: ¿que dijo la joven?, ¿aceptará?.

Alberto: al parecer su familia no era muy buena con ella. No me contó sobre ello, pero tampoco quería regresar, así que llegamos a un acuerdo que nos beneficiaría a ambos.

Miguel: parece buena chica.

Alberto: sí, parece que lo es.

Connor: estas de buen ánimo. Parece que las cosas van como quieres.

Alberto: hasta ahora sí, solo espero que el tiempo me alcance para no dejar nada pendiente.

Connor: no sabes cuánto lo siento. No hay nada que pueda hacer, el daño no puede revertirse.

Alberto: ¿cuánto tiempo tengo?.

Connor: alrededor de un año, si no surgen complicaciones o ingieres otra dosis.

Alberto: me temo que no podré ver a mi hijo otra vez.

Connor: no seas pesimista.

Alberto: no es pesimismo, tengo la certeza de que así será. Así que quiero perdirte algo...

Connor: está bien, haré lo que este en mis manos.

Miguel: ¿te encuentras mejor?

Isabella: si, gracias

Miguel: no hay por qué. Alístate, te he traído estas prendas. Debemos irnos.

Isabella: ¿a dónde?.

Miguel: viajaremos al extranjero, solo esperábamos que te recuperaras lo suficiente.

Isabella: está bien, en unos minutos estaré lista.

Miguel: te esperaré afuera.

Isabella: deja las ropas sobre la cama y se marcha. Me cambio y también salgo, el viaje en auto fue corto, hasta llegar al avión. Por dentro puedo ver mucho equipo médico así que pregunto. ¿Hay alguien enfermo?

Alberto: me temo que es para mí, no estoy bien de salud.

Isabella: oh lo siento, si necesita algo cuente conmigo soy enfermera.

Connor: ¿en serio?, ¿tienes experiencia?.

Isabella: si, así que podré ser de utilidad si lo necesitan.

Alberto: gracias, ven acompáñame.

Isabella: me siento a su lado.

Alberto: a donde viajaremos es uno de los pocos países que aún no es ilegal la bigamia. Ante la ley tendrás derecho como mi esposa y tendrás una parte de la fortuna que te corresponderá al estar legalmente casada conmigo.

Isabella: pero en donde vivimos no es algo legal.

Alberto: no te preocupes por eso ya he hecho los arreglos pertinentes, solo quiero que firmes esto.

Isabella: ¿qué es ese documento?.

Alberto: todos los bienes que recibirás los darás a Dorian Lombardi.

Isabella: es su hijo.

Alberto: sí, toma la pluma y firma sin dudarlo.

Isabella: aquí tiene, ¿eso es todo?.

Alberto: es la parte fácil, lo difícil vendrá después.

Isabella: ¿que quiere decir?

Alberto: deberemos pretender convivir con mi esposa, al menos por un tiempo.

Isabella: ¿convivir?

Alberto: si y desde ahora te lo digo. En esa casa no debes comer o beber nada y ten mucho cuidado con tu entorno. Presta atención a los pequeños detalles.

Isabella: ¿por qué tantas precauciones?

Alberto: como ves estoy enfermo, pero no es por algo natural. Mi esposa ha estado envenenandome.

Isabella: ¡¿qué?!, ¿esta usted bien? ¿por que no la ha denunciado?.

Alberto: eso sería demasiado fácil. No te precipites todo se hará a su tiempo.

Isabella: esto es más complicado de lo que pensé.

Connor: pero tu ayuda es crucial y de hecho oportuna. Estábamos preocupados de como poner a alguien que sea cercana y no cause sospechas, para que cuide del estado de Alberto. Ya que eres enfermera esto es perfecto.

Isabella: tengo la sensación de que me estoy metiendo en algo muy complicado, pero cumpliré con mi parte como acordamos.

Así en las alturas se urdía el plan que desarrollarían al tocar tierra. La boda fue algo rápido y bien montado. En cuanto estuvieron listos todos los trámites legales volvieron a su lugar de origen.

Isabella: ¿y ahora qué?

Alberto: debemos esperar. Tengo que hacer que firme los papeles del divorcio, mientras quédate aquí en este hotel. Miguel vendrá por ti cuando todo esté listo.

Rosalin: cariño, al fin llegas. Ese viaje demoró mucho.

Alberto: si, se extendió un poco más de lo planificado, pero ya está todo resuelto.

Rosalin: te extrañé.

Alberto: yo también.

Rosalin: tengo una mala noticia.

Alberto: ¿qué sucedió?

Rosalin: se trata de Dorian, ha desaparecido.

Alberto: ¿en serio?, no te preocupes, ya aparecerá cuando necesite dinero. Cancelaré todas sus tarjetas, veremos que dice cuando no tenga con que pagar esos gastos tan exclusivos que siempre tiene.

Rosalin: ...c.… claro

Alberto: ahora déjame descansar, el viaje ha sido largo y en la tarde debes acompañarme a una reunión.

Rosalin: ¿reunión?.

Alberto: si, es una distribución de unos bienes que adquirí recientemente y quiero ponerlos a tu nombre y el de Adrián.

Rosalin: ¿en serio?.

Alberto: si, será algo rápido, solo debes firmar los papeles de traspaso de las propiedades.

Rosalin: no imaginé que harías algo como eso.

Alberto: ya casi es nuestro aniversario de bodas, tómalo como un regalo adelantado.

Rosalin: si es así entonces no diré más, amo tus regalos.

Alberto: lo sé, despiértame cuando llegue Miguel, estoy exhausto.

Rosalin: está bien cariño, descansa.

Adrián: madre ¿por qué tan feliz?.

Rosalin: tu padre me dará como regalo de aniversario parte de sus bienes.

Adrián: entonces todo está saliendo mejor de lo que planeamos.

Rosalin: así es, pudiste averiguar donde se escondió la rata de Dorian.

Adrián: no, es como si se lo hubiera tragado la tierra.

Rosalin: será mejor para él que nunca asome la cabeza del agujero donde se escondió.

Adrián: aunque lo hiciera, ¿qué lograría?. No tiene poder para hacer absolutamente nada.

Rosalin: tienes razón, pero no me gusta dejar cabos sueltos. Ya Miguel está aquí así que voy por mi esposo. Cariño debemos irnos.

Alberto: mmh está bien, en un minuto estaré listo. No puede esconder su felicidad. Siempre le gustaron los regalos caros, pero este será uno que nunca olvidará. Después de un rato ya estamos listos para partir.

Rosalin: ¿iremos a la empresa?

Miguel: así es, el abogado ya está esperándolos, solo hay que firmar los documentos.

Alberto: ya estamos con el abogado, todos a excepción de mi esposa, sabemos que en esos documentos están mezclados los papeles del divorcio. Así que Rosalin no debe leerlos.

Abogado: estos son los documentos. Estas propiedades que serán puestas a nombre de la señora Rosalin y su hijo están valoradas en millones y su valor se incrementará con el tiempo, debido a la ubicación de los terrenos y el desarrollo que está ocurriendo en las zonas colindantes a este.

Rosalin: ¿tan valiosos son?.

Abogado: si.

Alberto: solo lo mejor para mí esposa.