Un mundo fantástico, lleno de seres que jamás creíste poder ver, a excepción de los libros, las películas y relatos. Ahora has llegado a este sitio, donde no solo puedes verlos, tocarlos y hablar con ellos, sino que estás dentro del cuerpo de uno de ellos.
Mi nombre es Dagny y está es mi historia. Entré al cuerpo de un ser místico y mágico, nunca entendí por qué, pero no pude tener mejor suerte que esta, al amar todo tipo de historias de fantasía, intentaré vivir bien y vivir feliz.
¿Podré hacerlo?, ¿Tendré dificultades como en el pasado?, ¿Deberé cambiar mi forma de ser para que me acepten?
Sigue mi historia y entérate del final.
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Aquí estoy yo.
Un toque a la puerta se escuchó, pero nadie salió a abrir, por eso la joven albina, optó por entrar aún sin haber recibido permiso. Con sumo cuidado caminó dentro de aquella habitación oscura, pues no habían abierto siquiera las cortinas, dejó la charola sobre una mesita y se dispuso a hacer que entrara un poco de luz al lugar.
Cuando por fin se podía ver claro dentro de la habitación, pudo notar que en la cama yacía un joven, pero que contrario a lo que pensó, él no era nada guapo comparado con los hombres en la tierra donde vivió su última vida.
—»Vaya, si que no es mi tipo. Para hombres solo querría a mi querido Nolan«— suspiró, esperando que al menos su esposo estuviera vivo y que pudiera ser feliz.
—¿Qué quieres?, ¿qué haces aquí?— fue sacada de sus pensamientos por el príncipe, quién se había terminado de despertar, a pesar de lo tarde que era.
—Me disculpo alteza, yo solo le traje su almuerzo y también quería presentarme—
Cuando el hombre se puso de pie, pudo observar claramente el rostro y cuerpo de Dagny, por lo que su mirada fue de asco y desagrado, parecía ser que de verdad odiaba a los elfos.
—Tu— señaló a Dagny. —Maldita elfa, deberías largarte de aquí, por tu culpa mis pobres mujeres fueron castigadas, además si ellas no pudieron cumplir su propósito, yo me encargaré de hacerlo si decides continuar con esta estupidez, sufrirás si te quedas a mi lado, así que está es tu única oportunidad, ¡lárgate!—
Los gritos que se escuchaban, resonaban por todo el pasillo y más de un sirviente pudo escucharlo, así que pronto, todo el reino sabría del desprecio de su príncipe a la princesa.
—Lo entiendo, tampoco quiero casarme con alguien que no conozco, que no quiero, pero sobretodo que ni me gusta. Le prometo que si puedo, yo misma voy a romper este estúpido compromiso, aunque usted tiene que arreglar este asunto con su madre, espero que pueda hacerle frente—
Mencionó lo de la reina para que el príncipe entienda que no es tan fácil como parece, incluso él al ser su hijo, lo castigaron por intentar intervenir en algo que la reina había decidido. Claro, para ella la reina era una mujer increíble por no dejarse intimidar por nadie, pero aún así necesitaba encontrar la forma de ganarse su favor y hacer que el compromiso no se lleve a cabo.
—Como sea, puedo ir en contra de mi madre para no casarme con un adefesio como tú—
Las palabras dichas por el joven príncipe, tocaron una parte sensible dentro de la mente y corazón de Dagny. Una mujer honesta y leal, traicionada al final por su propia familia, pero sobretodo amada por un hombre guapo y carismático. El hecho que le diga que es fea y ridícula, le hizo enfurecer totalmente. ¿Quién se creía ese principito?, ni siquiera era guapo a los ojos de Dagny, si hacía su comparación, incluso los cocheros eran mucho más guapos que él.
—Me parece perfecto alteza porque no pienso quedarme de brazos cruzados, usted también debe de estar seguro que haré hasta lo imposible para no casarme con alguien así— señaló de arriba hacia abajo en dirección al príncipe, la expresión de desagrado se podía ver en su rostro.
Entonces decidió salir de la habitación, le importaba poco como se sintiera el príncipe, solo quería alejarse de él lo más que pudiera, al final en sus planes nunca estuvo casarse realmente con alguien más, su corazón parecía querer pertenecer solo a un hombre, su único amor, aquel que siempre vio por su bienestar y ella jamás le dio la importancia que se merecía, siempre anteponiendo su trabajo y la familia con la que creció.
—»Espero que puedas ser feliz, aunque tengo celos de quién pueda estar a tu lado«— había salido de la habitación y caminaba sin rumbo, hasta que sus oídos escucharon algo que no se esperaba.
—Como puede ver padre, hice todo como usted me dijo, provoqué la ira de la reina indirectamente. Pobres concubinas, quedaron casi desfiguradas por el castigo que les dieron— reía de manera burlona.
—Bien hecho hija, debes ser más inteligente que todas ellas, no podemos dejar que sepan lo que planeamos por mucho tiempo, debes ser quien tenga al primogénito—
Los planes eran claros, en este tipo de familias, un primer hijo lo era todo, podría llegar a subir al trono, sin importar que no fuese hijo de la esposa principal. Los ojos de la albina se volvieron completamente amarillos, a pesar de ser unos ojos azules, resplandecieron como el oro mismo, su furia era evidente.
—»Osaste engañarme, pero lo peor de todo es que utilizaste a alguien más para tu beneficio y al final engañaste a su majestad, veremos qué tan bien salen tus planes al final«—
Ciertamente no servía ser buena con la gente cuando siempre van a traicionarte o buscar lo mejor para ellos mismos. Dagny tenía mucho dolor guardado en su corazón, la tristeza la invadía, era problemático pues justo ahora eso se convertía en furia, algo que jamás había sentido, incluso en contra de sus enemigos empresariales.
Continuó su camino hasta por fin llegar a un jardín, lo suficientemente grande para perderse y poder despejar su mente.
Aquí estoy yo para hacerte
Reír una vez más
Confía en mí, deja tus miedos atrás
Y ya verás
Aquí estoy yo con un beso
Quemándome los labios
Es para ti, puede tu vida cambiar
Déjame entrar
Le pido al sol
Que una estrella azul
Viaje hasta a ti y te enamore en su luz
Aquí estoy yo
Abriéndote mi corazón
Llenando tu falta de amor
Cerrándole el paso al dolor
No temas yo te cuidaré, solo acéptame
Aquí estoy yo para darte
Mi fuerza y mi aliento
Y ayudarte a pintar mariposas en la oscuridad
Serán de verdad
Quiero ser yo el que despierte en ti
Un nuevo sentimiento
Y te enseñe a creer
A entregarte otra vez sin medir, los abrazos que des
Le pido a Dios
Un toque de inspiración
Para decir lo que tú esperas oír de mí
Aquí estoy yo
Abriéndote mi corazón
Llenando tu falta de amor
Cerrándole el paso al dolor
No temas yo te cuidaré, solo acéptame
Dame tus alas
Las voy a curar
Y de mi mano
Te invito a volar
Aquí estoy yo (aquí estoy yo)
Todo su mundo se vino abajo cuando escuchó que alguien cantaba esa canción, solo había una persona en su vida que más de una vez le cantó aquello.
—¿Nolan, eres tú?— gritó, mientras se dirigía al lugar proveniente de aquella canción.
Cuando llegó, pudo ver a un joven de cabellos negros, largos hasta por debajo de la nuca, agarrados en una coleta, con algo. Vestía de manera elegante, por lo que dedujo que era una persona muy importante, aunque no tenía rasgos de dragón, ya que todos sin excepción, llevaban en su dorso derecho, una escama tatuada, marca perteneciente solo a los dragones.