Con un gran y doloroso problema sobre sus hombros, Flavia es acorralada de nuevo, sin embargo, la gran confusión la sumergirá en un mar de sensaciones y dolor. El amor no siempre es claro, el amor es solo amor.
Como toda madre, su principal deseo es velar por el bienestar de su hijo, aun si tiene que hacer cosas que la degradarían a más no poder. Como aquel contrato que firmó, donde a cambio de salvar a su hijo, tendría que darse como pago. Volviéndose así en la amante de su benefactor.
Una vez acabado aquel acuerdo, ya no tendría nada que hacer como aquel hombre que devoró sin piedad todo su ser; sin embargo, la vida caprichosa tenía preparado otros planes.
¿Podrá su herido corazón tener espacio para volver a creer en el amor?
¿Podrá el destino apiadarse de aquella madre abnegada?
NovelToon tiene autorización de Adriánex Avila para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap. 12 Saúl, mi niño
Flavia se sobresaltó y un sentimiento de amargura pasó por su corazón aún dolorido, por alguna razón, Santiago era su némesis, su amor imposible y su más grande verdugo, pero ahí estaba él, amenazando y exigiendo.
—No puedes hacer nada, son mis ojos y no voy a permitir que te los lleves, no lo haré — dijo Flavia con un dolor sordo en el corazón, pero al ver una tristeza en sus ojos que él borró lo más rápido posible, se sintió extraña e indefensa.
—Bien, pues, de entrada te digo que mi precio por salvar a Saúl de una situación terriblemente incómoda es que deberás casarte conmigo, Saúl pasa a ser mi hijo Legal, al igual que los bebés, pero si aún te niegas, tendrás a dos pudiendo por tus tres hijos, así que espero que seas inteligente y te alíes con quien te va a proteger, aunque no lo creas — dijo Santiago mientras que Flavia sacudió la cabeza sin entender, ella no pudo seguir sus palabras, pero cuando quiso preguntar, el hombre había salido del lugar.
Flavia se siente estresada, Santiago era extraño para ella, cuando se fue, ese hombre era un ser tosco, maliciosa y déspota con ella, pero ahora, ese hombre parecía que le hubiera cambiado el alma, aun así, ella no se dejaría cargar con él nunca más.
Aleida, por otro lado, ve a Saúl que sonreía y cantaba mientras se cambiaba la ropa, y hacía comentarios de…
—Tía Aleida, creo que debería presentarle a mi conejo pascualito al tío Santiago, debe saber que es parte de la familia y hay que cuidarlo — decía animado.
Aleida solo asentía ante los comentarios de Saúl, ella sabía que era muy inteligente y sentía que ese niño sabía más cosas que ella misma que estaba en todo.
—Saúl, mi niño, ¿te agrada el tío Santiago? — dijo ella, mientras que Saúl se volteó para mirarla con atención.
—Si…, me agrada, es un buen tipo, aunque parece un tipo malo, en realidad, no lo es, además, él respondió correctamente a mi pregunta, así que me agrada, será un buen papa para los terremotos — dijo sonriente mientras Aleida aprieta los labios, definitivamente Santiago era un hombre inteligente, había apostado al ganador.
*_*
Pasaron unos días, Santiago viajaba una vez a la semana solo para verse un momento con Saúl a la salida, tomaban un helado o una gaseosa antes de que suba al bus y se marcha, claro que los rumores se esparcieron, claro que todo era claro.
Sin embargo, algo que Flavia no esperaba pasó en esos días, una carta de solicitud de tutela compartida de Saúl había llegado, pero no por parte de su padre biológico, sino por parte de sus abuelos de parte de su padre, ambos querían poder ver al niño y pasar tiempo con él, pero antes de que ella siquiera pueda entender la razón, la solicitud venía con una reunión, ya que querían ver al niño.
Flavia estaba que se desmayaba de la rabia e impotencia, quería asesinarlos, después de 6 años, ellos se atrevían buscar a Saúl y hacerse a los buenos abuelitos, ellos que le habían dado la espalda a ella y a su hijo durante la travesía de Saúl y su mal congénito, ellos, que se negaban a recibirla cuando su hijo la abandonó en semejante situación.
—¿Qué piensas hacer? — preguntó Gerardo mientras revisas la solicitud de los Gonsalves, como un abogado de éxito, sabe que todo esto es difícil.
—Nunca, jamás voy a dejar que tengan la dicha de tenerlo, de disfrutarlo, solo si Saúl lo pide puedo ceder un poco, pero no más, ellos me dejaron sola, nos abandonaron a ambos, eso no lo pienso permitir, además…, —Flavia en ese momento recordó las palabras de Santiago, lo primero que se pasó por la cabeza fue que ese desgraciado había avisado a los abuelos del niño para chantajearla, pero había algo que le llamaba mucho la atención de los abuelos biológicos de Saúl y era una frase que usó su ex suegra en una declaratoria.
“Nos gustaría compartir con nuestro nieto y el único varón de la familia, el cual podrá ser el futuro heredero de la familia Gonsalves”
Eso era algo que le sonaba en la cabeza, y fue cuando Gerardo, quien buscaba la información de esas personas en las redes, se quedó petrificado y sacó a Flavia de la duda.
—Flavia, pues creo que sus ex suegros están más jodidos que nada, resulta que el patriarca de la familia decidió heredar a un nieto varón, y tus ex cuñados solo dan niñas, tu exmarido no vive en el país desde hace casi 6 años, no se sabe si tiene hijos o no, pero Saúl es el único varón de la familia, eso quiere decir que es el heredero — dijo Gerardo mirando la pantalla, pero encontrándose con algo más curioso.
—También puedo ver que hay una rencilla con la familia Flabel, parece que tus ex suegros estuvieron exigiendo a Santiago saber sobre tu paradero, ya que su empresa fue última fuente laboral conocida en tu país, pero Santiago no solo no les dijo nada, sino que fue cerrando las puertas de esa familia de forma sistemática, parece que no los quiere mucho dijo — Gerardo con seguridad.
Flavia está muda, Saúl era el único heredero, aunque los Gonsalves no eran una gran familia, si tenían un patrimonio respetable, y no es que de frente la despreciaban, eran más cuidadosos, aunque ella sabía que no la querían por ser hija de campesinos, trabajadores, con buenos valores y además muy amorosos, así que a ella no le importaba la opinión de ellos, sin embargo, ahora las cosas eran más complicadas, esa gente estaba detrás de Saúl, ellos lo querían usar para quedarse con ese dinero, y las palabras de Santiago Flabel resonaron en su cabeza.
—Gerardo, llama a Santiago Flabel, dile que quiero hablar con él, dile que quiero que me explique algunas cosas —dijo Flavia mientras se dirige a su habitación, estaba furiosa, mientras tanto Aleida miraba la situación con preocupación, nuevamente su amiga estaba siendo arrinconada, pero por alguna razón más le preocupaba los exsuegros que Santiago.