Las gorditas no tenemos derecho a enamorarse.
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Capítulo 7
Miguel siente mi incomodidad por estar ahí, así que se acerca a mi oído y dice — ve por tus maletas, ya nos iremos… lo suelto y digo — está bien… empiezo a caminar hacia mi habitación y cuando voy subiendo las escaleras, escucho a Fernando decir —Mariana, espera… cuando volteo hacia donde está, me encuentro con su rostro mirándome con dulzura, sube los escalones que nos separan y me da un abrazo; es el más honesto y hermoso gesto que me han dado, lo necesitaba tanto que lo correspondí.
El se retira lentamente y dice — vamos te acompaño… era lo que más deseaba en la vida, pero hubo un momento que vi a Miguel abajo en las escaleras viéndonos; y su expresión era de un demonio completo, no se cómo sospechaba de mis sentimientos por Fernando y enserio en este punto de mi vida no quiero mas drama, así que le respondo — no te preocupes, puedo sola, además debo despedirme del lugar que fue seguro para mi en esta casa… el hace un gesto de entender y me da un beso en la mejilla.
Antes de llegar a mi habitación escucho a mi madre discutir con mi hermana, cuando me acerco Marivel dice — nunca me dijiste que Miguel Torres era tan guapo, porque yo si me hubiese casado con él encantada… estoy sorprendida, porque entonces esto lo habían planeado desde hacía mucho tiempo y fui solo una carnada, luego madre le reponde — nena, nosotros no sabíamos cómo era, él nunca se mostró, además un hombre con semejante fortuna y fama de ser excelente negociando, pensamos en que era un hombre ya maduro y poco agraciado; además Fernando también es una excelente opción…. Marivel se comprometió con Fernando solo por dinero, eso no lo voy a permitir, así que entro donde estaban y digo — no puedo creer que ustedes hayan planeado todo esto desde hace tiempo, que clase de familia tengo y Marivel no le vas a hacer daño a Fernando, el te ama y no merece que lo dañes, eso no lo voy a permitir… no me había fijado que Miguel también estaba escuchando todo, ella se voltea hacia donde estoy y dice — solo necesitaba comprobar que Marianita la lucer esta enamorada de mi prometido… estoy tan enojada que le respondo — claro que lo amo, lo he amado desde hace mucho tiempo y tú no puedes hacerle daño, él es bueno y no merece que le hagas daño… en ese momento Miguel se aclara la voz y justo ahí siento como mi corazón se acelera y mi alma sale del cuerpo, luego dice — ya sacaste las maletas?… mi madre se acerca tratando de arreglar la situación, pero Miguel la ignora por completo, luego respondo — si ya voy… salgo de ahí lo más rápido posible hacia mi habitación, cuando me doy cuenta que él viene detrás mío, me tenso pero no dejo de caminar, en ese momento él dice — entonces no estaba equivocado, estás enamorada de tu mejor amigo… lo miro con súplica y le digo — por favor no le diga a nadie, nunca debí decirlo, por favor, él no debe saberlo… Miguel levanta una ceja y dice — si quieres que guarde tu secreto deberás alejarte de él, nunca más volverás a hablarle… lo miro con nostalgia y le digo — no, eso no porfavor, además el nunca dejará de querer a mi hermana, hablar con él me consuela, no me quite eso señor porfavor… él sin expresión me toma de la mano y acelera el paso diciendo — apúrate que ya me quiero ir de aquí… estoy haciendo un esfuerzo gigante para no llorar.
