El Piloto

Luego de ser recibidos los dirigieron a la sala principal allí esperarían a que prepararán la comida, por otro lado Mariana le pidió a su hermana Cristina que la acompañara a la cocina a traer unas bebidas.

- Ya volvemos.

- Bueno.

a Edwin se le hizo muy extraño qué Mariana actuará de esa manera, en el fondo sabía cómo era ella en el pasado salió muchas veces con ella comer y no le gustó para nada su manera de ser pero sin embargo nunca rompió el compromiso que tenían.

- Te tienes que divorciar.

Cristina no podía creer lo que escuchaban sus oídos, su hermana es la culpable que ella ya este momento se está casada con Edwin le estaba pidiendo que se divorciara y no Estaba dispuesta a hacerlo Pues gracias a eso pudo salir de ese infierno y no Estaba dispuesta a regresar a esa casa dónde le respiraría y la nuca Ese par de monstruos.

Hoy Mariana, se había arreglado con su vestido más bonito y un delicado maquillaje. Pero Edwin estaba concentrado en Cristina y ni se había percatado que ella se miraba hermosa. Cuando estaba prometida él, nunca  había sido tierno con ella. ¿Por qué su hermana ilegítima Cristina podía merecer eso?.

Mariana tenía tanta rabia que tomó bruscamente la mano de su hermana y la apretó ferozmente con sus uñas.

—Mariana, ¿qué estás haciendo?

estaba en estado de shock. Miró la mano de Mariana que se aferraba cada vez a su brazo.

Sus uñas estaban descaradas con pequeños diamantes. Si su hermana llegar a intentar a darle una cachetada en la cara podría dejar la desfigurada se había hecho un diseño tan extravagante sus manos que eran tan peligrosos para estar cerca.

—Cristina, eres una perra. Me robaste a mi prometido. ¿Te sentías orgullosa, ¿verdad?

con miedo de que los invitados que estaban en la sala la escuchara hablo en voz baja pero al mismo tiempo se aferraba más al brazo de su hermana quería que ella sintiera el dolor que ella sentía Al haber perdido su prometido, pero todo aquel que usará la razón entendería que esa mujer estaba era loca porque en el pasado puedo estar al lado de Edwin y a en este instante sería su esposa y no estaría haciendo una escena tan ridícula como la que presenciaban ese momento.

Cristina, rápidamente es esa fue su agarre no quería sentir la más en su brazo pues ya le dolía la carne y el hueso de tanta fuerza que le presionaba su hermana.

—¿Te he robado a tu prometido?, realmente no sé si te caíste cuando era pequeña pero, si no, se te ha olvidado o quieres que te refresque la memoria Es por ti y por mi padre y tu maldita madre es que en este momento me encuentro casada con él, no porque de la noche a la mañana yo me levanté y dije le voy a quitar el prometió a mi hermana. Así que si quieres reclamar primero revisa tu conciencia y piensa antes de actuar porque creo que se te olvidado que es por tu culpa que ya no es tú prometido.