Impura

•¿Amigos?•

"No tomes un libro por su portada"

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— ¿Quienes son ellos? — pregunto con un tono rudo que seguro lograría hacer temblar a muchos pero no era el caso con ellos.

— ¡Hola Tom! — saludo Romy con entusiasmo — Ellos son mis compañeros de grupo —

El hombre se levantó acercándose a ella le susurro algo al oído y se alejó de ellos.

— Bueno busquemos lo que necesitamos — se adentro más a la tienda con las miradas de ellos en su espalda.

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Ciro miraba los estantes con varios objetos extraños hasta que su vista se posó en un lugar en especial dónde se veían varios tipos de juguetes.

— Oye Río, ven aquí — llamó a la impura que estaba detrás de Romy, vigilando sus movimientos.

— Mirá — se señaló lo que estaba viendo.

— ¿Qué? — observo cada uno de ellos detenidamente.

— ¿Y eso para que sirven? — pregunto fijándose en cada uno de ellos.

— Según lo que aprendí son objetos de distracción para los humanos mocosos — dijo sin mirarla.

— "Juguetes para adultos" ¿También existen para los adultos? — interrogó mirándolo fijamente.

Ciro que miraba los objetos se atoró con su propia saliva, Río lo dio pequeñas palmadas en su espalda tratando de ayudarlo.

— Son para el auto complacer humano — Romy detrás de ellos habló - Son especialmente para los humanos que están tan solos - Se rió de las caras de ambos.

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El trío llegó a su refugio, después de conseguir varias cosas, dejaron todo sobre la mesa, notando que no había nadie.

— Que suerte llegamos antes que los demás — habló Río tirándose a una clase de sillón.

— Es un poco raro pero que importa, voy a llevarle de comer a la humana — Ciro subió las escaleras con una bolsa en su mano.

— Oye Romy — llamo Río cruzándose de brazos mientras levantándose, para ponerse a su lado apoyándose en la pared.

— ¿Si? — pregunto está guardando las cosas que habían conseguido.

— ¿Cómo conoces ese lugar? — Romy dejo de hacer lo que estaba haciendo para voltearla a ver.

— ¿Por qué quieres saberlo? — respondió con otra pregunta.

— No respondas con otra pregunta, solo dímelo — se quejó haciendo reír levemente a Romy quien suspiro antes de responderle.

— Digamos que me perdí en el bosque y después de mucho caminar me lo encontré — fue lo único que dijo para terminar de guardar las cosas e irse.

Río se quedó un rato no creyendo lo que le dijo Romy, pero no le quedaba de otra.

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Después de unas horas llegaron a la casa los demás.

Ciro que estaba todavía en la habitación de la humana bajo apresurado las escaleras llamando la atención de todos.

— ¡Oigan, hay un problema! — gritó poniéndose frente a ellos.

— La humana, pertenece al grupo de humanos que dirigen el reino de los humanos — dijo enojado señalando las escaleras.

Lo que dijo no pareció importarle mucho a ninguno.

— Si, y ¿Qué? — dijo Harith mirando su teléfono.

— Pues podrían intentar venir y causar más problemas — respondió molesto por la falta de atención que le daban.

— No creo que hagan algo por una simple humana — volvió a hablar Harith ahora sí mirándolo.

— ¡Claro que sí!, incluso más por ser familiar de la líder — agrego logrando tener varias miradas sobre él.

— ¿Qué dijiste? — habló Narine levantándose.

— Ella es la única familia de la persona que lidera a los humanos — volvió a explicar mirándola a los ojos.

Narine frunció el ceño mientras empezaba a caminar hacia las habitaciones.

Entró a la habitación de aquella humana encontrándose con Hazel ahí adentro, se cruzó de brazos haciéndole una seña para que salga.

Hazel salió, se quedó unos segundos observando fijamente a la chica para después salir detrás de Narine.

La vió esperándola apoyada en la pared.

— Hazel creo que tenemos que dejar a esa humana — dijo firmemente.

— Hicimos un trato — respondió.

— Lo sé pero, ella es cercana de quién dirije a los humanos, podrían intentar atacarnos — menciono viendo por un momento sorpresa en su rostro.

— No importa somos más fuertes que ellos — dijo encogiéndose de hombros.

— Prometiste que nadie saldrá herido — al decir esto Hazel desvió su mirada a alguna parte de la pared.

— No sabemos que podrían llegar a hacer — menciono notando como evitaba su mirada — Haz lo que debes hacer hoy, mañana tenemos que llevarla al pueblo — comenzó a alejarse justo antes de bajar las escaleras la voz de Hazel la detuvo —.

— Necesito más tiempo — respondió con la mirada baja.

— No hay tiempo no podemos arriesgarnos — habló sin darse la vuelta.

— No puedes cancelar el trato sabes lo que pasaría — menciono poniéndose a su lado.

— No me importa — iba a continuar caminando pero la mano de Hazel en su brazo la detuvo —

— Los demás también están involucrados — amenazó sin soltarla.

— ¿En serio?, no los involucres en nuestros problemas. — habló seriedad logrando soltarse de su agarre.

— Entonces cumple tu parte — ninguna de las dos desviaba la mirada de la otra.

Narine la miro enojada para después darse la vuelta sin antes hablar una vez más.

— Hazlo que quieras Hazel, si causas problemas no vengas a pedirme ayuda — se alejo dejándola atrás.

Los impuros que estaban por las escaleras escuchando de lo que hablaban, se fueron corriendo cuando escucharon pasos hacia ellos.

Se sentaron fingiendo estar haciendo cualquier cosa.

Vieron como Narine bajaba por las escaleras, sin dedicarles una mirada camino por el sitio bajo las atentas miradas de todos.

Regreso con una bolsa de sangre y se sentó frente a ellos.

— No les enseñaron a no espiar en las conversaciones — dijo mientras tomaba de la sangre.

— No.. digo, que harán con respecto a la humana — respondió Río por todos.

— Cierto, ¿Se quedará aquí? — preguntó también Ciro .

— Pregúntale a Hazel ella cree que puede manejarlo — le contestó dejando en silencio el lugar.

Narine enojada no es algo que quisieras ver, por eso prefirieron quedarse callados y no decir algo que pudiera meterlos en problemas.