Bajo La Máscara Del Placer

El éxito de la exhibición Ecos de Libertad catapultó a Valeria a un nuevo nivel en su carrera artística. Sin embargo, a pesar de las sonrisas y los aplausos que la rodeaban, una sensación inquietante persistía en su interior. La sombra del pasado aún no la había dejado completamente, y había una parte de ella que no podía relajarse. Todo parecía demasiado perfecto, y Valeria temía que el equilibrio que había alcanzado fuera más frágil de lo que quería creer.

Mientras Jihoon y ella celebraban el éxito de la exhibición, Valeria se sentía observada. Aunque estaba rodeada de amigos y admiradores, había algo en el aire que la incomodaba. Esa noche, mientras se preparaban para regresar a casa, notó a un extraño al otro lado de la sala, un hombre de pie en las sombras, con una mirada intensa que nunca se apartó de ella.

—¿Estás bien? —preguntó Jihoon, notando que su expresión se había vuelto tensa.

Valeria asintió, pero el sentimiento de inquietud no la abandonó. Decidió ignorarlo, pero la imagen de aquel hombre se grabó en su mente.

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Los días siguientes estuvieron llenos de compromisos, entrevistas y citas, pero la inquietud se intensificó. En varias ocasiones, el extraño parecía aparecer en lugares donde ella estaba, siempre manteniendo su distancia, pero siempre presente. Finalmente, decidió hablar con Jihoon sobre su creciente paranoia.

—Siento que alguien me sigue, Jihoon. No estoy segura de si es solo mi imaginación, pero hay algo que no se siente bien —confesó, sintiéndose vulnerable.

Jihoon, preocupado, comenzó a investigar. Instaló cámaras de seguridad alrededor de su casa y contrató a un detective privado para que investigara al extraño. Sin embargo, cada vez que revisaban las grabaciones, el hombre desaparecía antes de que se acercaran a él.

Con el tiempo, Valeria comenzó a cuestionar su percepción de la realidad. Era posible que su trauma anterior estuviera nublando su juicio, pero la sensación de peligro era palpable. Fue entonces cuando, mientras revisaba algunos documentos en su galería, encontró un viejo álbum de recortes de su familia que había olvidado por completo.

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En medio de recortes de periódicos y fotografías, Valeria se topó con una imagen que le heló la sangre. Era una foto de su madre, pero a su lado estaba el extraño. Estaban sonriendo, como si fueran viejos amigos. En la parte de atrás de la foto había una nota que decía: “Nunca olvides lo que eres”.

Valeria sintió que el suelo se desvanecía bajo sus pies. ¿Quién era realmente aquel hombre? ¿Qué conexión tenía con su madre? A medida que su mente se llenaba de preguntas, se dio cuenta de que su madre había estado envuelta en secretos que nunca había imaginado. La revelación la llevó a un abismo de confusión y miedo, y decidió que necesitaba respuestas.

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Esa noche, mientras Jihoon dormía, Valeria se sentó en la sala de estar, revisando el álbum de recortes una y otra vez. La imagen la obsesionaba. ¿Podría ser que su madre había estado involucrada en algo más oscuro? Había pasado años huyendo de un pasado doloroso, pero ahora sentía que ese pasado la estaba alcanzando.

Finalmente, tomó la decisión de confrontar a su madre. A la mañana siguiente, la llamó y le pidió que se reunieran. La tensión era palpable cuando se encontraron en un pequeño café. Su madre, siempre tan controladora y fría, parecía visiblemente nerviosa.

—Valeria, me alegra que me hayas llamado. ¿Qué sucede? —preguntó su madre, mirando a su alrededor, como si temiera que alguien las estuviera observando.

Valeria tomó aire profundamente, sintiendo que este podría ser el momento decisivo. —He encontrado una foto tuya con un extraño, y hay algo que necesito que me expliques. ¿Quién es él y qué relación tienes con él?

La mirada de su madre se oscureció. —Esa es una parte de mi vida que no entiendo por qué tendría que discutirla contigo —respondió, su voz tensa.

Valeria sintió que el enfado la invadía. —¡Esto no es solo sobre ti! Hay algo más que está sucediendo, y necesito saber si estás involucrada.

Su madre cerró los ojos, como si se estuviera preparando para confesar algo, pero la conversación se interrumpió cuando un hombre entró al café. Era el mismo extraño que había estado siguiéndola. Su presencia era como un helado en el aire, y ambos, madre e hija, lo miraron con temor.

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El hombre se acercó a su mesa y, con una sonrisa fría, habló. —No se preocupen, señoras, no estoy aquí para causar problemas. Solo vine a recordarles que algunas cosas no se olvidan tan fácilmente.

Valeria sintió que el corazón le latía en la garganta. —¿Quién eres? —preguntó, sintiendo que el miedo la invadía.

—Soy alguien que sabe más de tu familia de lo que imaginas. Y lo que tu madre ha tratado de ocultar, Valeria, no se quedará en el pasado. Tus raíces son más oscuras de lo que te han contado.

Su madre se volvió pálida y, antes de que Valeria pudiera reaccionar, el extraño se dio la vuelta y salió del café, dejando a ambas mujeres en un estado de shock absoluto.

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Al regresar a casa, Valeria y Jihoon se sentaron a discutir lo que había sucedido. Ella compartió la conversación con su madre y el encuentro con el extraño.

—Este tipo parece saber más sobre ti y tu familia de lo que tú misma sabes —dijo Jihoon, preocupado—. Esto puede ser más complicado de lo que pensabas.

Valeria sintió que se desvanecía bajo el peso de la revelación. La vida que había estado construyendo, la paz que había encontrado, parecía estar desmoronándose a su alrededor. Aun así, había una chispa de determinación en su interior. Necesitaba enfrentar su pasado, no solo para proteger a su familia, sino también para entender quién era realmente.

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En los días siguientes, Valeria empezó a investigar más sobre su historia familiar. Contactó a viejos amigos de su madre, buscó documentos y archivos, y desenterró secretos que habían permanecido enterrados durante años. Lo que descubrió la dejó boquiabierta: su madre había estado involucrada en una red clandestina de arte y comercio, utilizando la galería como una fachada. Había conexiones con personas influyentes, pero también con criminales peligrosos.

Mientras tanto, la presencia del extraño continuaba acechándola. Cada vez que sentía que estaba más cerca de descubrir la verdad, él parecía estar un paso adelante. Valeria se dio cuenta de que no solo tenía que enfrentar a su madre y a su propio pasado, sino también a un mundo mucho más oscuro y peligroso del que jamás había imaginado.

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La revelación la llevó a un punto de no retorno. Valeria decidió que ya no podía esconderse. Era hora de confrontar a su madre y también al extraño. Junto con Jihoon, estableció un plan: iban a enfrentarse al hombre que había estado jugando con su vida, desenterrar todos los secretos familiares y, si era necesario, luchar por su libertad.

La tensión se intensificaba. Mientras la noche se acercaba, Valeria sabía que lo que estaba por venir cambiaría su vida para siempre. La lucha por su libertad estaba a punto de comenzar, y el suspenso estaba en su punto más alto. Las sombras del pasado ya no serían su prisión; estaban a punto de convertirse en la fuerza que la impulsaría a recuperar el control de su destino.