Llega la segunda parte de Incondicionalmente. Está vez narraremos la historia de Ava, hija de Sam y James Sus hermanos Aiden, Ethan y Evan son parte importante de esta historia en donde el amor, las intrigas y los malos entendidos se harán presentes.
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Capítulo 22
En Nueva York, los hermanos Wilson verifican los últimos detalles en el salón donde se llevará a cabo la presentación.
El lugar elegido es un lujoso hotel de la Ciudad, hay todo un equipo detrás de la organización de un evento de esta magnitud.
Deben garantizar la seguridad de cada uno de los invitados. Medios de comunicación internacionales cubrirán el evento de principio a fin.
Ryan y Bruce llegan al lugar para dar unas últimas instrucciones.
- Ethan, Evan- se saludan con un apretón de manos.
- ¿Qué les parece?- Evan les pide su opinión.
- El lugar luce genial- admite Bruce.
- Será el acontecimiento del año- asegura Ryan.
- Sin duda. Cómo pueden ver ya está listo. Hemos verificado hasta el más mínimo detalle y nada puede salir mal- menciona Ethan.
- Hemos hecho una buena mancuerna. Seguro que de aquí en adelante los éxitos irán de la mano en cada uno de nuestros proyectos- expresa con seguridad Ryan.
- Así será- responden al unísono los demás.
- ¿Sus padres han llegado ya?- les pregunta Bruce.
- Esperamos su llegada en unas horas, vienen acompañados de nuestros hermanos y algunos buenos amigos.
- Será un placer conocerlos- dice Bruce y Ryan apoya la aseveración con un gesto.
Se despiden, prometen descansar y no volver hasta mañana a la hora de la presentación, cosa que saben no van a cumplir porque los cuatro son demasiado perfeccionistas.
El Jet aterriza en el aeropuerto de Nueva York, es octubre y el clima es frío. No difiere mucho del clima qué hay en Londres.
Ethan y Evan ya los esperan, no dejaron a sus padres hacer las reservaciones en el hotel, ellos personalmente quisieron encargarse de todo.
Obviamente, los hospedaron en el mismo hotel donde se llevará a cabo la presentación.
- Mamá, papá. ¡Qué gusto verlos!
- Hijos, abracen a su madre- les pide Samantha qué corre a saludarlos.
- ¿Y para nosotros no hay un abrazo?
- Claro que sí hermanita- Evan es el primero en abrazar a Ava y después a Aiden y sus amigos.
- Estamos orgullosos de ustedes- les dice James mientras los abraza.
- Mañana es el gran día, chicos- expresa Cloe.
- Así es, vamos al hotel, deben estar agotados por el viaje y Ava necesita descansar.
- Y comer, muero de hambre.
Sin duda el ánimo de Ava ha mejorado considerablemente, se nota hasta en el aumento de su apetito.
Los chicos les muestran a cada uno su habitación, solicitaron qué estuviesen en el mismo piso.
Después de dejar el equipaje, cambiarse de ropa y descansar unos minutos se encuentran en el restaurante.
- El hotel es magnífico, hicieron una buena elección- apunta James.
- Coincido con papá, no pudieron elegir un mejor lugar.
- En realidad lo propusieron nuestros socios, hermano.
- Todos tenemos curiosidad por conocerlos, han hablado tanto de ellos- menciona Samantha.
- Seguro serán de su agrado.
- ¿Son guapos?
- ¡Christy! Tú no tienes filtro.
- Sabes que no, Cloe. Además, todas nos preguntamos lo mismo, y no lo nieguen.
- Al igual que nosotros tienen bastante suerte con las mujeres.
- ¡Niños! No olviden qué estoy aquí y soy su madre.
- Tú nos hiciste así de guapos, mamá. Así que en parte eres responsable.
- Evan, respeta a tu madre y evita esos comentarios.
- Estoy bromeando, papá.
Evan tiene un carácter más relajado y bromista. Ethan es más estructurado y serio. Y ambos son tremendamente atractivos.
La velada se extiende hasta pasada la medianoche, la conversación es amena y cada uno tiene cosas que contar.
Ava duerme de maravilla, tenía meses sin dormir tan bien. Retira algunos mechones de su frente y estira sus brazos para desperezarse.
En cuanto se levanta va directo a la ventana, hay una vista espléndida del Central Park. No puede desaprovechar la mañana, decide salir a caminar.
El lugar es hermoso, resulta relajante caminar por ahí. Es un oasis en medio de una ciudad tan caótica como Nueva York.
Incluso le cruza por la cabeza la idea de mudarse aquí. Sería benéfico para ella cambiar de aires.
Regresa al hotel sintiéndose renovada. Toma una ducha y se viste para reunirse con los demás a desayunar.
Ya todos están en la mesa, esperando por ella.
- ¿En dónde estabas, princesa?
- Salí a caminar. Disculpen la tardanza.
- No pasa nada, hermanita. Recién llegamos- le dice Aiden.
- Te sienta de maravilla Nueva York, luces hermosa- expresa Oliver qué no deja de mirarla con devoción.
- Gracias, Oliver.
- ¿Ordenamos?- pregunta Samantha.
- Claro, mamá.
Christy denota las intenciones de Oliver y se encarga de llamar la atención de su amiga durante el desayuno.
Ella sabe que Ava nunca podrá corresponderle y que de alguna manera se siente incómoda y no quiere ser grosera o cruel con él.
- Me gustaría ser tu acompañante esta noche, ¿qué dices, Ava?
- En realidad quiero pasarla con las chicas, Oliver. Gracias.
- Hay algo de lo que quiero hablarte.
- Ahora no es el momento, lo hablamos cuando volvamos a Londres.
- Claro, entiendo.
La tensión se palpa en el ambiente, Samantha y James son conscientes de los sentimientos que Oliver tiene por su hija y saben bien qué no tienen futuro.
Les duele por Oliver, pero no se pueden forzar el amor. Es algo que se da de forma natural o no.
- Nosotros nos retiramos, debemos ultimar algunos detalles- anuncia Ethan- nos vemos más tarde.
- Vayan tranquilos, hijos.
- Gracias, papá.
Ellos se dirigen al salón del evento y ahí se encuentran con sus socios. No hay mucho por hacer. La empresa que contrataron para organizar la presentación se ha encargado absolutamente de todo y ellos lo verifican satisfechos.
No queda más que relajarse y prepararse para la noche.
Las chicas deciden dar una paseo antes de que llegue la hora de prepararse para el evento.
- Oliver no quita el dedo del renglón- menciona Christy.
- No y ya no sé cómo explicarle qué no puedo corresponderle.
- Es triste qué no acepte la realidad. Ha vivido aferrado a una fantasía y está dejando pasar oportunidades.
- Lo sé, Cloe. En algún lugar está la chica indicada para él.
- Creo que él pensó que esté viaje podía marcar la diferencia.
- También creo que se hizo ilusiones, pero yo jamás le he dado esperanzas. Siempre he sido muy clara.
- Quizá dio por hecho que después de lo sucedido en las vacaciones podías cambiar de opinión- sugiere Christy.
- No lo sé, pero no quiero que siga aferrado a algo que nunca va a suceder. Está noche a la primera oportunidad se lo voy a decir. Siempre he procurado no herir sus sentimientos y creo que por eso he sido demasiado sutil.
- Pues basta de sutilezas- sugiere Cloe.
- Deberíamos ir a comer algo para después prepararnos para esta noche.
- Christy tiene razón, será un largo día.
Se detienen en un restaurante qué queda de camino al hotel. Ordenan y continúan conversando, el tema principal: los socios de los hermanos de Ava.
Especulan sobre como son físicamente, ya saben que son exitosos.
- Debe de haber algo sobre ellos en Internet- asegura Cloe.
- Es verdad, porque no se nos ocurrió antes.
- Olvídenlo- pide Ava- es probable que nos topemos con notas amarillistas de la prensa y no quiero formarme una mala impresión, prefiero conocerlos y con base en eso tener una opinión propia.
- Tienes razón, en algunas horas los conoceremos personalmente.
- Ok, dejaré de investigar. Espero que no nos llevemos una decepción y recuerden qué es un viaje de chicas, nada de romance a menos que encuentren un chico también para mí- advierte Christy.
- Despreocúpate, no tengo ningún interés en el romance. Aprendí muy bien mi lección.
Terminan sus alimentos y continúan su camino. En el hotel ya las espera Samantha con las estilistas qué se encargarán de su peinado y maquillaje.
Un par de horas después las cuatro lucen espectaculares. El vestido que Samantha escogió para su hija es perfecto.
Se trata de un vestido rojo vino; largo, de falda amplia, hombros caídos y escote de corazón. Lleva su rubio cabello suelto con suaves ondas qué enmarcan su rostro. ¡Luce divina!
Los caballeros llegan a buscarlas. Oliver no puede disimular su enamoramiento, Aiden la observa con ese amor fraternal y su padre la mira orgulloso.
- ¡Princesa, luces bellísima!
- Gracias, papá- responde dejando un beso en la mejilla de su padre.
Samantha y Ava se colocan junto a James y él las toma del brazo para caminar juntos hasta el salón de eventos.
Aiden y Oliver acompañan a Cloe y Chrysty.
El lobby del hotel está repleto de gente y medios de comunicación. Una alfombra negra marca el camino por el cual los invitados deben ingresar al lugar.
Hay personal suficiente para guiar a los invitados a sus mesas. Ethan, Evan y sus socios están tras bambalinas esperando el momento para salir al escenario e iniciar la presentación.