REINA VIUDA

Narrador.

Alondra se despertó muy temprano, comió algo de fruta y se puso a entrenar fuera de la choza, debía estar lista para emprender su viaje en cualquier momento, después de meditarlo la noche anterior había decidido irse al reino de Granada, este reino era el más alejado de los 6 reinos y llegar a ese lugar le tomaría dos meses y si logra conseguir un barco hasta el reino de Toledo, este reino está en las costas del nordeste y su flujo de barcos le permitirá ir a Soria del sur y de ahí tomaría una carreta  hasta Granada.

En este mundo hay seis reinos, GRANADA DEL NORTE, SARIÁ DEL NORESTE, NAVARRA DEL

ESTE, TOLEDO DEL SUR OESTE, ZARAGOZA DEL SUR que es el reino de Alondra, y SALAMANCA DEL SUR ESTE, todos los reinos tenían sus monarcas y muchos tenían tratados de paz entre si a excepción de Granada que era el más grande he impenetrable, poco se conocía de este reino, Alondra escucho de su padre que Granada era un reino prospero gobernado por mujeres, jamás un hombre ha podido gobernar pues sus leyes son muy claras y los hombres solo son considerados consortes, se dice que su actual reina era temida por muchos, al punto que

nunca los han invadido, por eso escogió ese lugar, pensó que podría esconderse allí y conseguir la ayuda para recuperar su reino.

 Practico con su espada por un buen rato, sentada debajo de un árbol recordó a Arturo, pensó que tal vez lo vería esa noche, pero tal parece que no tuvo tanta suerte, pensó que este estaría en su casa y no volvería por esos rumbos en días. Alondra paso un día muy tranquilo, estar tan alejada de los caminos le ayudo, sería muy

difícil que la encontraran en ese lugar, solo si te adentras lo suficiente en el bosque encuentras el riachuelo y la choza que esta oculta por los árboles.

La noche estaba muy fría y ella por precaución recogió mucha leña no quería morir de frio, pero no pensó que ese  humo atrajera la atención de cierto caballero que cabalgaba cerca a ese lugar, confiada se acostó a dormir cerca del fuego para no morir de frio. En medio de la noche un hombre cubierto con una capa negra ingreso a la vieja

choza, lo primero que vio fue a la princesa dormida cerca al fuego, la miro con

una sonrisa en el rostro y salió de la choza, estando afuera simulo el ruido de ave y un cuervo bajo a su hombro, saco tinta y papel, escribo un corto mensaje y lo ato a la pata del cuerpo, este se fue volando de inmediato.

 El hombre saco soga de un bolso que llevaba  atado en su caballo y regreso a la choza, ato Alondra de manos y pies, esta dormía tan profundamente que no despertó hasta que sintió que le quitaban la ropa, como llevaba pantalones de montar era más difícil para el hombre poder sacarlos.  Al despertar intenta forcejar con el hombre, pero al estar atada de manos y pies era inútil la tenia sometida a su mecer.

Suéltame, no me hagas nada Manuel.

Cállate, pienso aprovechar esta oportunidad ya luego te entrego al viejo rey y todos felices.

Si me tocas se lo diré al rey, que crees que te hará si descubre que tocaste a su futura reina.

No me importa, le diré que eres una princesa sin moral y que perdiste tu pureza con los soldados y a quien crees que le creerá querida princesa.

Por favor no me toques, te daré dinero, tengo una fortuna escondida en el casillo, mi madre me la heredero y solo yo se donde esta si prometes no tocarme te doy su ubicación.

 Manuel se detuvo un momento y pareció pensar en la posibilidad de hacerse rico, si el rey de Salamanca los echaba del castillo una vez casado tendría dinero suficiente asi que prefirio el dinero.

De cuanto oro estamos hablando.

Dos baúles repletos de oro y joyas, creo que tus ojos nunca han visto tanto.

Que me garantiza que cumplas tu palabra y una ves en el castillo me des la

ubicación del oro.

Yo te lo garantizo, debes confiar en mi palabra.

Esta bien, prefiero oro por encima de lo que sea, es una lastima se que lo hubieras disfrutado, pero dejare que sea ese viejo rey que disfrute de ti.

Manuel le vuelve a poner los pantalones y le tapo la boca para que no gritara, la envuelve con unos trapos que traía, pensaba llevarla oculta hasta el castillo, la haría entregar el oro antes de llevarla con su madre, la subió al caballo y dejaron la choza esa misma noche. Faltaba mucho poco para que amaneciera y eso le daba ventaja, podría moverse en el bosque y llegar al castillo sin ser visto por los soldados ya sean del reino o de los enemigos.

Sonia recibió la nota del cuervo y sonrió al saber que una vez más su hijo había logrado salvarlos, con la princesa de vuelta podría hacer un trato con el rey Marcos y a lo mejor lograba convencerlo de dejarles el reino a ellos, sonrió con la idea de ser reina de zaragoza y decidió ir a esperar a su hijo al jardín.

Manuel cabalgaba por el bosque con Alondra atada a él, no quería que se callera del caballo, la había cubierto muy bien para evitar a los soldados, se encontró con un grupo de soldados que regresaban de la batalla, estos eran desertores que habían decidido escapar sl ver s su rey muerto, por lo que no le dijeron nada y siguieron su camino.

Alondra quería pedirles ayuda a los soldados, pero no podía gritar, pensó en hacerles alguna señal, pero estos no la miraron en absoluto, cuando llegaron al castillo estaba a punto de amanecer, Sonia que ya los esperaba con guardias de su entera confianza ayudo a su hijo para que pudieran encerrar a alondra en su habitación sin que nadie lo notara.