Reencuentro

______ Señora Wilson, aquí tiene su desayuno.

Una de las empleadas colocó en el lado derecho un plato de frutas, y una taza pequeña de café sin azúcar, también un vaso de jugo de naranja recién exprimido.

Emma se cuidaba mucho, cada mañana comía una gran variedad de frutas. Lo que más le gustaba eran las fresas o frutas con un sabor exótico.

Otra de las empleadas, llevó el plato a lado de Diana. La chica todavía tenía su mirada puesta en la pantalla de su celular. Miraba con atención la foto de Mario.

El hombre con apariencia fría y dominante. Era como alguien inalcanzable para Diana. Aun así, estaba dispuesta hacer hasta lo imposible para pasar una sola noche en su cama.

______ Señorita Diana, aquí tiene.

Un trozo de carne acompañado de vegetales, y una vaso de jugo de naranja, fue el desayuno de Diana esa mañana. Al verlo frunce el ceño, deseaba algo diferente.

______ Llevátelo, no quiero esta comida. Traeme, algo distinto a esto.

La empleada recogió el plato, y salió del comedor. Al quedar a solas con su madre, Diana observó el plato de frutas. Sintió vomitar. No lograba entender cómo Emma podía desayunar solo frutas todos los días.

_______ Solamente, ¿eso vas a comer? ______ Preguntó Diana a su madre.

Emma tomó un cubierto, agarrando una fresa y llevándola a su boca. Al terminar de comerla, respondió.

_______ Pronto cumpliré 50, no me puedo ver como una anciana de 80 años. Debo cuidar mi físico. Tener a tu padre siempre enamorado de mí tiene su sacrificio, querida.

______ Deberías cuidarte como yo, antes de que encuentres a un esposo.

_________ Por ahora no me quiero casar, me encanta ser libre y poder salir con quien desee. Aunque, como dije hace un momento, hay un hombre que me ha cautivado en todos los sentidos.

Emma dejó de comer y puso toda su atención en su hija. Le parecía bien que Diana estuviera pensando en tener una relación seria con un hombre. Solamente, esperaba que ese hombre estuviera al nivel de su princesa.

________ ¿Se puede saber el nombre de ese hombre que te ha cautivado tanto?

_______ Por ahora no, madre. Quiero que sea una agradable sorpresa.

_______ Mmm, Cariño. Sabes bien que no me gusta el misterio, dime quién es. Sabré si te conviene.

_______ Mamá, estoy cien por ciento segura de que me conviene.

Emma levantó una de sus cejas. Jamás dejaría que su amada Diana pusiera sus ojos, en un hombre inferior a ella. Lo antes posible tenía que investigar quién es el hombre que la, hechizado.

______ Mañana al medio día, debes acompañarme a una subasta. Es muy importante. Vas a conocer a personas muy poderosas.

_______ Sabes que no me gusta acompañarte a esas cosas. Son demasiado aburridas. Prefiero que lleves al perro.

_______ ¿Al perro? _____ Emma no comprendió la indirecta de su hija.

_______ Sí. A la perra de Elizabeth.

Emma solo levantó su ceja derecha y una sonrisa apareció entre sus labios. Su adorada hija, no puedo describir mejor a su hermana.

_______ No, has podido describir mejor a esa tonta.

______ ¿Escuchas eso?

______ Es el sonido de unos tacones. Será que esa perrita cumplió con su palabra y se va a ir de esta mansión.

Emma puso toda su atención. Enseguida, escuchó los tacones de los zapatos de Elizabeth. Ella no podía permitir que se fuera, luego de haber causado un caos en la familia Wilson.

Rápidamente, Emma se puso de pie, y salió del comedor. Atónita, por la actitud de su madre, Diana la sigue, quería ver con sus propios ojos a su hermana ser humillada otra vez.

Elizabeth dejó su maleta en el último escalón. Sacó un cuaderno pequeño del interior de su bolso.

Tenía pensado dejarle una nota a su padre, para informarle que regresaría al extranjero esa misma noche. La chica no había escrito ni una sola letra cuando escuchó.

_______ ¿Adónde vas?

Elizabeth se detuvo al escuchar la pregunta de Emma. Giró un poco su cabeza hacia atrás. Mirando a la esposa de su padre.

______ ¿No, ves?

________ Me voy a ahora mismo de esta casa. No me voy a quedar en un lugar en el cual no soy bienvenida...

______ Por cierto, dile a mi padre que jamás me volverá a ver. Dile que no necesito nada de él, y que para mí está muerto.

Emma empezó a ponerse nerviosa. Antes de irse José fue muy claro en pedirle que cuidara a Elizabeth. La chica tenía prohibido salir de su habitación o de la lujosa mansión.

También le contó sobre la charla que tuvo con Mario. Emma debía impedir a toda costa que su sobrina se fuera; de lo contrario, las consecuencias para su familia serían lamentables.

______ Elizabeth, no seas inmadura. Piensa bien lo que vas a hacer. Si es por lo que pasó anoche.

______ Te pido una disculpa...

_______ José estaba muy nervioso, por lo ocurrido en la fiesta.

______ El hombre a quien golpearte. Es uno de los hombres más poderosos. Las empresas de tu padre están casi en banca rota y todo por tus impulsos.

Elizabeth puso los ojos en blanco. Jamás creería en una palabra que saliera de los labios de Emma.

________ Mmm.

________ No, quiero perder tiempo.

_______ Hay un taxi allá fuera que me espera. ¡Adiós, señora Wilson! ______ Responde Elizabeth, sin querer perder más tiempo hablando con su tía.

________ ¡Elizabeth, espera!

______ Quiero que no te vayas. Quédate hasta 14, después de la misa en honor a tu madre. Es una misa muy importante, por favor. Solo será un día.

Elizabeth lo pensó por unos segundos, antes de contestar.

______ Me quedaré, pero no aquí. Buscaré un hotel, y me quedaré ahí, hasta después de la misa de mi madre. Luego me voy para siempre.

_______ A decir verdad, no quiero verle la cara a mi padre, y mucho menos a ustedes. ¡Par de serpientes!

Emma se mordió la lengua, para contener el coraje. Volteó a ver a su hija Diana, la cual, se encontraba muy decepcionada de su madre.

Jamás se imaginó que ella permitiría que Elizabeth le hablara de esa manera. Diana, rápidamente, dijo.

_______ Elizabeth, solo has regresado para humillar a la familia.

_______ La única aquí que ha humillado a la familia es tu madre, ella sabiendo que mi padre era un hombre casado, se acostó con él, y quedó embarazada de ti.

Emma no puedo aguantar más, y se acercó a Elizabeth. El sonido de una fuerte bofetada se escuchó por todo el vestíbulo de la mansión.