Herederos

El resto de la tarde pasó tranquila, la comida fue un digno banquete dónde todos quedaron saciados, Dayanna fue presentada con todos, y se sintió tan feliz de que hubiera muchos niños con los que convivir. Entrando la noche todos se despidieron, el pequeño Alan y su hermanito ya estaban dormidos, pero los gemelos aún permanecían con mucha energía, dándole una idea a Daniel

- Kylian, me gustaría salir al bosque con Dereck - mirando al chico continúa - te gustaría salir a cazar conmigo? -

- Claro - responde rápidamente - papá puedo? -

- Te aseguras de cuidar de él? - pregunta Kylian a Daniel

- Por supuesto -

Mirando a su hijo tarda un poco en responder - está bien, tengan mucho cuidado, avisaré a los guerreros que están haciendo rondas que ustedes estarán allá-

Estando en los límites del bosque, Daniel se dirige a su hijo

- Alguna vez has cazado? -

- Aún no, no se permite salir a cazar a nadie que aún no tenga su transformación-

- Eso es lo bueno de ser vampiro, tus habilidades se presentan a partir de los 6 años, así que veremos si puedes - Dereck asiente conforme, Daniel cierra sus ojos, abriéndolos y dejando ver sus ojos rojos, Dereck sonríe y hace exactamente lo mismo, haciendo sentir muy orgulloso a su padre que sonríe muy satisfecho - ahora intenta alcanzarme - y sale corriendo a gran velocidad, Dereck sonríe aún más, corriendo tan rápido como su padre, alcanzándolo casi de inmediato.

Surcaron varios senderos, Daniel subía a los árboles y brincaba entre ellos, trataba por algunos medios perder a su hijo, pero lograba ir a la par de él dejando ver lo increíble que era, de pronto Daniel se queda quieto, toma a Dereck del brazo y lo pega a su cuerpo

- Ahí, lo vez -

- Un zorro -

- Atrápalo -

Siguiendo la orden, en un parpadeo lo tiene en sus manos, Daniel aparece a su lado con otro, hace salir sus colmillos, cosa que imita su hijo, luego los clava en el pequeño zorro y bebe su sangre, con los ojos abiertos Dereck duda, pero al final hace lo mismo; cerrando sus ojos bebé tanto cuánto puede, es una sensación nueva e increíblemente satisfactoria, al sentir que ya no hay nada más que sacar, deja caer el pequeño cuerpo

- Como te sientes? - pregunta su padre

- Increíble, es, es asombroso, toda la sangre que he tomado está fría, y vieja -

- De esta forma se disfruta más - el pequeño zorro que dejó Daniel en el suelo se levantó tambaleándose y despacio se fue, Dereck al ver eso miró angustiado al otro, viendo que ya no tenía vida se sintió muy mal

- Yo, yo lo mate -

- Es normal, fue tu primera caza, los días que estaré aquí podemos seguir cazando, te enseñaré cómo hacerlo sin lastimar de gravedad a los animales, así saciaras tu sed sin arriesgar a tus presas -

- Gracias papá -

Daniel se queda estático, inexpresivo, Dereck baja la vista, se siente tan tonto

- Lo siento, no debí llamarlo así - su cuerpo es rodeado por los brazos de Daniel quien le habla al oído

- Siento que no merezco ser llamado así por ti, te he fallado, he estado lejos todos estos años, lo siento hijo -

- Lo importante que ya estás aquí, y ya no me dejarás verdad? -

- Jamás, ya no me alejaré, lo prometo -

 - Y si puedo llamarlo así? -

- Me harías muy feliz si lo haces -

- Papá? -

Entre sonrisas Daniel responde - Si? -

- Me aprietas -

- Oh lo siento, me dejé llevar -

- Igual que la tía Carolina -

- Sí, creo que al estar emocionados no medimos nuestra fuerza, estás bien? -

- Más que bien -

Sentados en el tronco de un árbol padre e hijo siguieron platicando un buen rato, Dereck tenía muchas dudas sobre su lado vampiro y Daniel con gusto respondía toda sus dudas.

En la mansión Alice y Dayanna se lo pasaban de lo más feliz, la tía aprovechaba que al fin tenía a su sobrina para hacer todas las cosa de chicas que no podía con los niños, Carolina al sentirse aburrida decidió salir y buscar a Daniel, o bueno, esa fue la excusa que les dio para despejarse un rato paseando por el bosque, todo iba tranquilo hasta qué...

Entre las sombras de los árboles se distinguía una figura enorme que observaba a la vampira, se movía al compás de ella para no perderla de vista, claro que para Carolina eso no pasó desapercibido, se fue moviendo adentrándose un poco más, buscando el lugar apropiado para hacerle frente, no tardó mucho en encontrarlo. Corrió velozmente posicionándose detrás de la bestia, esta se giró, dejando ver un par de ojos amarillos que brillaban en la oscuridad, se movió lento hasta quedar de frente a ella, era un enorme lobo café, dejo ver su filosa dentadura gruñendo amenazante y de un salto se abalanzó contra ella. Comenzaron una pelea campal, Carolina estaba impresionada, era un formidable guerrero que se veía no estaba dando el cien porciento, pero sostenía y respondía cada ataque de ella, en ocasiones podía adivinar su siguiente movimiento dejándola en desventaja, aprovechando una de esas ventajas la arrojo al suelo quedando sobre ella, con sus cuatro patas aprisionó los brazos y piernas mientras poco a poco iba cambiando a su forma humana. Carolina seguía luchando, no se dejaría tan fácil, pero cuando el hombre estaba casi por completo transformado se acercó a su oído, y con una voz áspera y masculina le dijo

 - Mía -

Se quedó congelada, quieta, y algo que jamás pensó que sucedería la dejó completamente desconcertada, sintió el latir de su corazón. El hombre al verla en ese estado no lo dudó y tomó sus labios en un hambriento beso, en su confusión ella no respondió, pero sintió un calor que se expandía desde su pecho hasta su vientre y después de unos segundos correspondió, se dejó llevar por el momento y beso de la misma forma a ese desconocido. El momento se sentía tan especial, casi mágico, sintió un deseo como hace décadas no sentía, percibió una entrega total por parte de esa sorpresiva pareja y el calor que él emanaba le llegaba hasta los huesos, poco a poco la ropa fue dejando su cuerpo y ahí, en medio del bosque con la Luna como único testigo se entregó a su misterioso amante...