La Gavia una emblemática hacienda llena de historia cerca de la capital del país, la cual solo puede ser heredada por un Sámano. A veces pensamos que es solo casualidad que sucedan los mismos infortunios para el heredero, terminando solo y consagrado a favor de mantenerla en pie. Es la segunda parte de La gavia, aquí conoceremos el destino de Matías Sámano. Sobre todo las decisiones y el cambio de Cecilia. También la traición y el engaño de parte del esposo de Cecilia, creando una enemistad con otra familia importante de la comunidad. En la guerra y el amor todo es posible, es ahí donde nace el amor entre Matías y Paulina. Sin saber el porqué de la rivalidad entre sus familias. Poco a poco quedará al descubierto la causa del conflicto entre ellos.
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Más problemas
Capítulo 19
Romina volvía a su casa como siempre completamente ahogada en alcohol, pero esta vez nadie la esperaba. Lo cual se le hizo muy extraño.
—Natalia!!—gritaba
—¿Qué quieres?, bájale con tus gritos.—
—¿Donde está Sofía?—
—En su habitación, como pensamos que no llegarías en varios días no te esperamos para cenar.—
—Espero que Paulina siga en su habitación.—
—No, Paulina se fue con Matías lejos, muy lejos de ti y de la madre de Matías. Para poder ser felices.—Romina enfureció, al escuchar la discusión Sofía salió de su habitación
—Te lo advertí Natalia, eres una traidora.—dijo Romina y se abalanzó contra Natalia para agarrarla a golpes
—Suéltame, lo haría mil veces si es necesario ella no tiene porque pagar tus pecados.—
Romina golpeaba con todas sus fuerzas a Natalia, aunque ella tratara de defenderse nunca fue una mujer de peleas. Después de golpearla con una figura que estaba sobre la mesa la hizo caer al piso, Romina se levantó para ir a la cocina tomó un cuchillo para tratar de asesinar a Natalia.
—Ya me tienes cansada, no sabes cuánto te odio. Por tu culpa ahora Alejandro va a denunciarme por haber asesinado a Heriberto pero tú también te vas a ir con el traidora.—apuñalo a Natalia junto al hombro, iba a volver a apuñalarla hasta que Sofía la golpeó con un florero para defender a su tía.
—Deja en paz a mi tía maldita asesina.—decía Sofía llorando al escuchar la verdad sobre la muerte de su padre.
—Como te atreves, acaso olvidas que soy tu madre.—decía sorprendida por la reacción de su hija y tratando de aguantar el dolor por el golpe
—Una madre no le quita el padre a sus hijos, quien te crees que eres para haber hecho lo que hiciste. Él era tu esposo.—
—Me estorbaba, gracias a ti perdí la oportunidad de quedarme con el hombre que amo. Si no hubiera quedado embarazada de ti, estuviera con el. No quiero traidoras en mi casa así que les doy diez minutos para que se vayan, no las quiero volver a ver en mi vida.—Sofía ayudó a su tía a ponerse de pie, Natalia sacó el cuchillo de su hombro y se presionó la herida
—No necesitamos tanto, sin Paulina es esta casa ya no tenemos motivos para quedarnos. Vámonos Sofía, nunca vamos a volver.—
Ambas salieron de la casa, Natalia solo sacó sus ahorros que tenía escondidos en una maceta y salieron de ahí. Romina tocaba la herida en su cabeza hecha por su hija, se daba cuenta de que todo era su culpa. Se arrepentía de haber perdido el amor y respeto de sus hijas.
Más tarde Cecilia estaba esperando a Matías como siempre, ya que Alejandro su hijo había avisado que se quedaría a dormir en las tunas.
—No debe tardar Matías, tal vez esté con su hermano.—decía Rocío
—No lo sé, me hubiera dicho algo Alex. Aunque no me hable sigo preocupándome por él, se siente tan sola la gavia sin ellos. Al final de cuentas me quedé sola—
—Mi señora Cecilia, usted tiene el poder de llenar esta casa de felicidad otra vez. Permita que su hijo elija a la mujer que ama, verlo feliz debería de ser su mayor impulso. Imagínese la casa llena de sus nietos, sanando todas las heridas del pasado.—Cecilia comenzó a llorar mientras se abrazaba de Roció. Era extraño verla llorar
—No quiero que sufra lo que yo he vivido, confiar en alguien y que siempre terminen traicionándote.—
—La hija de Heriberto es una buena muchacha, trabaja la huerta de su padre, se hace cargo de su tía y de su hermana. Hasta de la mujer esa, ellas fueron educadas por la señorita Natalia que ha sido muy respetada, llegó muy joven a vivir con su hermana y jamás se le ha visto con un hombre, siempre se ha dedicado en cuerpo y alma en cuidar de sus sobrinas.—
—Por más que trato, no puedo sacarme este odio que tengo hacia esa mujer. Es tan grande que alcanza a todas ellas, no quiero perder a mi hijo, no quiero.—Mientras Roció la consolaba llegó una visita indeseada a su hacienda.
—Señora no puede pasar.—decía Joel
—aléjate de mi, necesito hablar con la dueña.—luchaba Romina
—Me puedes decir que haces aquí en mi casa, sácala Joel. Esta mujer ensucia todo lo que pisa.—
—Suéltame, no me voy a ir sin mi hija. Paulina!!—
—Porque tendría que estar tu hija aquí, ni ella ni tú son bienvenidas.—
—No lo sabes, el estúpido de tu hijo se la robó. Lo que voy hacer es levantar una denuncia por el secuestro de mi hija.—
—¿Que dices?—preguntó sorprendida Cecilia
—Tu hijo se la robó, y voy a denunciarlo.—
—Falta que yo lo permita, no dudo que se hayan puesto de acuerdo para huir. Pero si te atreves a denunciar a mi hijo, te hundiré en la cárcel por asesinar a Heriberto Rivera. No te atrevas a hacerle daño a mi hijo, porque soy capaz de matarte si lo haces. Ahora lárgate de mi casa, Joel sácala a arrastras si es necesario quiero a estar mujer fuera.—
Rocío y Joel quedaron helados por la confesión de Cecilia, Heriberto era apreciado por los empleados en la gavia solo porque había sido novio de la señorita Vanessa. El saber la verdad les dejó un mal sabor de boca.
—¿A donde se llevaría mi hijo a esa muchacha?, ya se voy a llamarle a Elías.—
Cecilia sabía que al único que le pediría ayuda, es a su padrino y hermano de su padre. Ya que el no le negaría nada nunca. Ya que Matías era su única familia que le quedaba. Mientras tanto Natalia y Sofía caminaron hasta la hacienda de Alejandro. El capataz cuidaba la entrada, al observarla herida no dudó en dejarla entrar
—Joven Alejandro lo buscan.—
—Es muy tarde, Natalia…—se quedó helado cuando la observó y más que estaba herida.—Javier ve por el doctor rápido. ¿Que sucedió?—
—MI madre la atacó y nos corrio de la casa. Matías se robó a mi hermana.—respondió Sofía
—Hazme un favor Sofía, ve a buscar a Consuelo. Dile que preparé dos habitaciones, serán mis huéspedes. Ya no te preocupes de acuerdo, ahorita van a curar a tu tía.—Sofía hizo caso y fue a buscar a la ama de llaves
—Solo pude pensar en ti, discúlpame por venir a causar problemas.—
—Mi querida Natalia, me hace feliz tenerlas aquí. Gracias por confiar en mí, recuerda que esta es su casa.—le decía Alejandro mientras limpiaba la herida
El médico llegó a tiempo, reviso y suturó la herida, Natalia se quedaría en reposo. También le dio un ungüento para los golpes en la cara, después Alejandro la cargó para llevarla a la que sería su habitación. Y dejó que consuelo la ayudara a vestirse. Alejandro estaba feliz de tenerla en su casa, pero también feliz de que su hermano tuviera el valor de luchar por su amor.