Mi Segunda Oportunidad

No pudo evitar llorar, su amigo la abrazo tan fuerte, él quiere hacerle saber que cuenta con su apoyo, pero al verla tan vulnerable y destrozada no pudo decir nada, solo abrazarla. Él prácticamente tomó la responsabilidad que debe de ser de su esposo y se dedicó a estar para la pequeña mujer en todo momento, le ha tocado ver como sufre por la ausencia de ese insensible hombre, de cómo calla ante su familia para evitar reproches y de cómo cada que sale de sus quimioterapias ha deseado estar sola para sufrir por los estragos y por el desamor de su esposo, él ha sido su única compañía cada que Rafael debiera estar ahí, él ha cuidado de ella sin decir u opinar absolutamente nada, solo ofreciendo su apoyo y demostrando su silencioso amor.

De regreso a casa se despidió de Saúl y se fue directamente a dormir, ya son las ocho de la noche, no se molestó por preparar algo para que Rafael cene o esperarlo para saber cómo ha ido su día, sus energías se han agotado ahora lo único que quiere es dormir y olvidar todo lo sucedido, dormir para soñar con una vida llena de felicidad, soñar que está sana, con un hombre que la ama y no se cansa de demostrar lo importante y maravilloso que es tenerla en su vida, soñar con la vida perfecta, soñar para poder escapar de su triste realidad.

«No sé que duele más, saber que he perdido al hombre que más amo o saber que este sufrimiento no ha terminado y que tengo que seguir en la lucha, sola»

Esta ocasión las letras están borrosas, las lágrimas que no pudo evitar que caigan han manchado las hojas de su diario

Rafael llegó a los pocos minutos de que ella se quedará sumida en un profundo sueño.

"Durmiendo tan plácidamente, no me pudo esperar, eso es lo que le importo”, pensó el incomprendido hombre, ahora Laura le ha trabajado tan bien el cerebro que en sus locos pensamientos él es el afectado y abandonado por su interesada esposa.

A la mañana siguiente Mariana ya no se puso en pie como todos los días para poder preparar un rico y sano desayuno para su esposo, con lo ojos cerrados y simulando que aún duerme esperó a que él se marchará, él por primera vez desde que engaña a su esposa extraño su saludo de buenos días, su comida lista en la mesa y esa mano que se agita para desearle un feliz día, la quiere despertar, pero Mariana al sentir su cercanía se dió la vuelta, él solo suspiró y salió de esa casa.

Ella de inmediato se puso de pie, se dió un baño, preparó algo para comer en su oficina y salió de esa casa que prácticamente permanece limpia, estaba por salir de casa cuando Kevin el hijo mayor de Rocío fue a buscarla

-Mariana ayúdanos, por favor

El niño le pidió de forma desesperada qué ayudará a su mamá. Mariana no dudó en dirigirse a la casa de su amiga quien a pesar de tener treinta y dos años se compagina muy bien con Mariana.

-¿Qué te pasó?

Preguntó la recién llegada al ver a su amiga toda golpeada

-Mi esposo me golpeó, descubrí que tiene una amante y al enfrentarlo se disgusto mucho, trate de defenderme pero no puede

Dijo la mujer tocándose el estómago por el dolor que siente

-Vamos a denunciar, esto no se puede quedar así

Las mujeres pasaron toda la mañana en la delegación, a Mariana se le ocurrió la idea de pedirle a su amiga que sea su secretaria, ahora que tiene su oficina la va a necesitar, Rocío gustosa aceptó el trabajo ahora que se va a divorciar necesita trabajar en algo más estable para poder mantener a sus hijos