soy un hombre del siglo XVII que oculta el hecho de que somos sexual para no ser encarcelado o asesinado, sin embargo, mientras voy por la calle veo una hermosa librería a la cual entro para buscar un libro, pero mientras estoy en mi búsqueda veo algo extraño en los estantes, meto mi mano y de la nada soy jalado a un mundo extraño el cual se parece mucho a lo que había leído sobre la china antigua, luego de levantarme y sacudirme un poco el polvo, un hombre llega en su caballo y de la nada pone su espada en mi cuello.
¿ Quién es este hombre?
¿ porque me apunta?
NovelToon tiene autorización de kayjo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Mejor me voy
En cuánto llegamos a los aposentos de Hua Cheng le dije:
-necesito que los saques o que me lleves a otra casa, yo no puedo vivir bajo el mismo techo que esas personas tan maleducadas y calculadoras, no deseo que me asesinen o le hagan algo a mi niña.
-amor, no te preocupes, yo no dejaré que los dañen.
-quiero estar lejos de ellos lo mas pronto posible.
- tranquila aunque ellos estén en el mismo lugar que tú no se atreverán a tocarte ningún cabello.
-Hua Cheng, te digo que los saques o me lleves a otro lugar, no estoy dispuesto a quedarme aquí con esas malditas víboras.
- cariño por el momento no te puedo llevar a ningún otro lugar además tampoco puedo hacer que ellos se vayan a menos de que el emperador me dé el permiso para divorciarme de ellos o expulsarlos de la mansión.
Está bien comprendo y sé muy bien que las reglas aquí son bastante rigurosas, sin embargo, yo no soy nada tuyo aún y tampoco te he decidido entregado por el emperador, por lo tanto, me puedo ir de este lugar así que iré a decirle a los sirvientes que no desempaquen mis pertenencias y que las vuelvan a meter en el carruaje, ya que de inmediato me iré de aquí.
- Amor te estoy diciendo que no te va a suceder nada así que por favor no hagas algo tan extremo como eso.
- te he dicho varias veces que no hagas promesas que no puedes cumplir además tú no estarás todo el día y todos los días en la mansión, ya que tienes ver es que cumplir, por lo tanto, es mejor que me vaya de aquí.
- haré lo que sea con tal de que no te vayas.
- está bien, entonces lo primero que quiero es que las personas que estén bajo mi cargo como sirvientes sean algunos de tus guerreros, además quiero que pongas al mejor para que me proteja y también quiero que dejes la educación y la crianza de nuestra hija en mis manos.
- está bien cariño mañana mismo traeré a algunos de mis guerreros para que tú mismo los escojas.
- está bien y también quiero que me des permiso de castigar a tus concubinas en caso de que atenten contra mi vida o contra la de nuestra hija.
- haré lo posible para darte ese permiso.
-está bien.
Luego de decir eso envía uno de los sirvientes que servía a Hua Cheng para que trajera la cuna de mi hija luego de verificar que todo estaba bien la puse en su cunita y me fui a dormir, luego de unas horas ella se despertó y quién me la llevó fue Hua Cheng, luego de alimentarla él verificó que estuviera limpia y después la durmió y la colocó nuevamente en su cuna, repetimos esto mismo cuatro veces más en la noche hasta que el rayo del sol dictó un nuevo día, luego de que amaneció un eunuco llego la mansión con un edicto imperial, todos nos pusimos de rodillas para recibir lo que había sido dictado por el gran emperador, juego de estar de rodillas el Eunuco leyó el edicto el cual decía:
- el gran emperador de este reino agradece al general por ganar la batalla y defender nuestras tierras por lo que se le otorgará 900 piezas de oro y 100 piezas de plata, también se le otorgará la gran la perla del mar de Occidente, también se le otorgará como consorte a uno de los hijos del gran emperador.
Él recibió el edicto y se levantó junto con nosotros luego el Eunuco se acercó a él y le dijo:
- señor general el emperador lo espera mañana en el palacio.
Luego de decir eso se fue y después que a unos cuantos minutos llegaron todas las concubinas quienes se abalanzaron sobre él y le dijeron con una gran sonrisa:
-señor, mi señor, finalmente ha sido reconocido por el emperador, al fin se cumplió su sueño de casarse con uno de sus hijos.
En cuanto escuché eso me enojé pero, ya que sabía que ellos estaban diciendo esto para que yo le reclamara decidí ignorar todo y seguir actuando sereno y tranquilo. Hua Cheng se enojó y les gritó a todos diciendo:
-CALLENSE Y REGRESEN A SUS RESPECTIVOS PATIOS.
Todos temblaron de miedo y salieron corriendo de inmediato mientras que yo me quedé con una cara seria mirándolo fijamente, él se acercó como un pequeño cachorro solicitando cariño o amor de su dueño, yo la ignoré y luego con una sonrisa le dije:
- así que ya vas a tener un consorte, Felicidades general.
Luego de eso regresé a la habitación, Hua Cheng me siguio y con un tono de voz tranquilo me dijo:
- cariño no te preocupes no me casaré.
- Entonces qué planeas decirle al emperador?
- que estoy enamorado y que quiero como consorte a la madre de mi bebé.
- crees que lo aceptará?
- soy uno de sus mejores generales por lo que creo que, sí lo aceptará.
yo sabía muy bien que el emperador no aceptaría su petición ya que si lo estaba casando con uno de sus hijos era porque tenía miedo de que él se revelara y haciendo que él se casara con uno de sus hijos podía tenerlo de su lado además de poner un informante dentro de la mansión.
luego de hacer de cuenta que le creía seguí mi día como sin nada y al siguiente día cuando él tuvo que irse al palacio, antes de que llegaran las personas a las cuales yo escogería como sirvientes aparecieron todas las concubinas de la mansión, mi bebé estaba en la cuna y Afortunadamente no le pusieron cuidado sino que me rodearon y luego entre todos comenzaron a golpearme al principio me sentí debilitado y no hice nada me dejé golpear, Pero cuando vi que uno de ellos estaba acercando a la cuna de mi bebé me levanté con enojo y me fui sobre él, lo golpeé tan fuerte y casi lo asesino luego los demás intentaron ir en su su auxilio y me retuvieron por unos cuantos segundos pero yo logré soltarme y los golpeé a todos y cada uno de ellos sin importar su género, cuando terminé con todos los pateé hasta que mira se desvaneció y luego los tomé por los cabellos a uno por uno y lo saqué de la habitación, después enojado tomé algunas de mis pertenencias y le robé algunas de las joyas y vasijas costosas que tenia Hua Cheng, tomé todo lo que pude y lo puse envuelto en una pequeña manta e hice algunos amarres para que este se ajustara como una mochila a mi espalda, todo estaba listo le escribí una carta que decía:
- Eres un maldito inútil, siempre haces promesas que no puedes cumplir como la de protegerme, Puede que no sepas pero hoy tus concubinos vinieron y me golpearon e intentaron atentar contra nuestra hija, soporto esto y aunque apenas llevo un día estoy seguro de que no me arrepentiré de esta decisión.
te dije que lo sacaras de la mansión pero ya que no puedes es mejor que me vaya yo de aquí ya que no pienso ser marginado y golpeado tampoco pienso poner en riesgo la vida de mi hija ya que ella es lo más importante que tengo, además también sé que aunque le ruegues al emperador él no dará marcha atrás con lo de tu matrimonio por lo tanto me voy.
luego de poner la carta bajo una de sus estatuas me puse la mochila y me llevé a mi bebé, luego de salir de la habitación busque por toda la mansión una salida secundaria y despues de un buen rato encontre una cueva y me adentre en ella, afortunadamente esta cueva era un pasadizo secreto que daba directo con el exterior de la mansión, cuando sali me fui de inmediato a una tienda de empeños, alli vendi todo lo que me habia robado.