LLENITA DE AMOR

Quien diría que llegaría una niña a cambiar mi vida, acá estoy como puberto esperando a su pareja de baile, jejje

Tía: Sr. Marcos venga, el café está listo, Ana se toma su tiempo.

Marco: primero le regalo el Sr. solo Marcos, yo la espero tranquila, también debí llamarla, para confirmarle.

Tía: jejejej no crea, ni así, Ana es muy insegura en algunas cosas, pero le pido favor, no quiera verle cara.

Héctor: no se preocupe, Marco sabe como tratar una mujer, Ana estará bien.

Tía: OK, lo siento, si lo ofendí, yo me preocupó por mis dos sobrinas son como mis hijas, Ana es la que más a sufrido por mi accidente, ella le toco llevar una carga bien grande, y dejar sus sueños atrás.

Marcos: que le paso, si no es indiscreción,

Tía: un accidente laboral me dejo paralítica, cosas de la vida que hay que asumir con dignidad.

Héctor: la empresa que hizo, me imagino que cubrieron todo te dejaron algún ingreso mensual.

Tía: no Sr. Héctor, como era del aseo, nos pagaban semanal sin ninguna prestación social, y cuando ocurrió todo esto, ellos se lavaron las manos diciendo que no había obligación.

Yo no tenía como pagar un abogado, tenía la deuda del hospital, los gastos de la casa, con dos jóvenes, fueron tiempos duros, Ana dejo su sueño de ingresar a la universidad, se puso a trabajar para que no muriéramos de hambre y Luz pudiera estudiar.

Luego Luz terminó la preparatoria, empezó a trabajar y estudiar, Ana le insistió que ella podía con todo, pero mis medicamentos son algo costosos, así que Ana acepto que trabajará.

Marcos: Que empresa es esa que no responde, me imagino los momentos tan complicados.

Tía: fueron momentos muy duros, Ana se vio obligada a tomar lo que saliera, Luz tuvo que aguantar muchas veces hambre, porque no había nada.

Ana consiguió para pagar el hospital y la medicina, quedamos sin nada.

Héctor: debe estar muy orgullosa de esas niñas, hizo un buen trabajo, no cualquiera deja sus sueños o deja de vivir su adolescencia por tomar una responsabilidad.

Tía: así es, mis niñas han sufrido desde muy pequeñas, soy lo único que tienen, y ver que no me dejaron sola, tirada, sino que me sacaron adelante, no tengo palabras, ellas son mi tesoro.

Marcos: La vida da muchas vueltas, y quien sabe como pagaran los que la dejaron desamparada.

Tía: eso ya no importa, ahora estoy tranquila, tenemos unos altibajos pero siempre salimos adelante, ya mi Luz se graduó, tendrá un buen trabajo, Ana hará su vida tranquila sin estar pendiente de nosotros, ella merece vivir.

Siguieron hablando, Marcos le quedó calado todo lo que supo, Ana no era dama de compañía porque gusto o por vivir una vida de lujos, era porque las circunstancias la obligaron, pero eso cambiaría, ella era suya y de nadie más.

Héctor disfrutaba su café, seguía escuchando la conversación, también pensaba un par cosas, pocos sabían quienes eran ellos dos en realidad.

Ana bajo, vestia sencillo pero bella, Marcos le gustaba verla así, se veía hermosa, su niña, se despidieron, pasarían todo el día fuera, dijo Marcos.

Héctor les dijo que fueran tranquilos que el se quedaría un momento más, además que tenía que ir a la empresa, era mentira solo quería quedarse...

Marcos y Ana salieron, cuando están en marcha, Ana noto la seguridad tan grande que tenía Marcos, Héctor no se quedaba atrás otros hombres se quedaron esperándolo.

Llegaron a una linda casa a las afueras de la ciudad, ingresaron, Ana observaba todo, era pequeña pero acogedora, una mujer de edad saludo a Marcos y miró con desdén a Ana.

Fueron al bosque que daba en la parte de atrás de la propiedad, Ana estaba maravillada era hermoso todo, Marcos llevaba una canasta de pícnic, caminaron un rato, llegaron a un lugar hermoso, tenía una pequeña cascada.

Se sentaron allí, disfrutaron de la vista,

Marcos: Ana, te gusta,

Ana: es hermoso, gracias por traerme.

Marcos: siempre que quieras, ahora ven hablemos un rato quiero conocerte mejor.

Ana: que le puedo decir, usted sabe lo que hago, y conoce a mi familia, olvide agradecerle por no decirle como nos conocimos en realidad.

Marcos: Eso queda atrás, tu familia no se enterará, pero quiero saber, quien es Ana, fuera de ser dama de compañía.

Ana: bueno, tengo 25 años mis padres murieron, mamá cuando Luz nació y mi padre un año después en esa fecha, se suicidó, vivíamos en España, mi tía se hizo cargo de nosotras si no terminaríamos en un orfanato y tal vez separadas.

Mi hermana es mi mayor orgullo, mi tía es mi ejemplo, para mí, ellas son primero yo después, la vida es difícil y toca hacer muchas cosas para sobrevivir.

Marcos: Ana, no quiero que sigas siendo dama de compañía, quiero darte otro tipo de vida, quiero que seas exclusivamente mía.

Ana: entiendo, por eso me invito, quiere que sea su amante tiempo completo, pero no tenía que invitarme a salir solo llama a la agencia pide exclusividad y listo.

Ana estaba molesta, para ella la invitación era para proponerle ser amantes.

Marcos: creo que malentendiste mis palabras, no quiero que seas mi amante, tampoco te prometo ser mi pareja, solo quiero que cuando esté aqui tu y yo pasemos tiempo juntos, puedo proporcionarte todo Ana.

Ana: no entendí mal, me dijo lo mismo en palabras más bonitas.

Mejor regresemos, no se preocupe cuando quiera de mí, solo solicíteme o mire bien el catálogo hay mujeres más hermosas y más jóvenes que yo.

Ana se puso de pie, iba a regresar pero Marcos no la dejo, la tomó y la sentó en el, pensó que su niña tenía carácter, el no era el más experto tratando mujeres, pero esta niña lo tenía loco.

la beso subio el tono, Marcos no aguanto empezó a tocarla, Ana quería parar, pero su cuerpo se rehusaba a dejar esas caricias, así terminaron desnudos haciendo el amor, allí, disfrutaron el uno del otro.