Por miedo, Ana Clara Ferreira acepta una propuesta para ir a trabajar a Italia junto a su mejor amiga, Viviane Matoso. Pero, por accidente, termina convirtiéndose en la niñera de la hija del mafioso más temido de Italia.
Mateo Castelazzo, el Don de la mafia italiana, se divide entre atender sus negocios, la organización y cuidar de su traviesa hija Isabela.
Pero todo cambia después de un accidente…
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Capítulo 23
Ana Clara:
Para mí, aceptar la relación con el mafioso es lo mismo que aceptar una relación con el jefe de la favela de Paraisópolis, pues fue esa comparación la que hice. No entiendo nada de esta historia de mafia, pero ya no sé vivir sin él y sin Bela, y mi vida y decidí aceptar lo que él practica, pues el amor que siento es mayor que mis propios principios.
Continué con mi vida normalmente, hasta que la señora Paola viene para mi entrenamiento y dice que hoy va a traer una invitada, me pasa por la puerta nada menos que a Vivi.
—Buenas noches a todos.
Todos nosotros la saludamos.
—Bueno, ¿ustedes me llamaron aquí para qué mismo?
—Hay algo que debes saber, pero quien te lo va a contar es Gael.
—Señor Castelazzo, ¿no se puede adelantar el asunto?
Mateo niega con la cabeza.
—Lo sabía, todo apuntaba para eso y solo yo no quería creer, cómo pude ser tan estúpida.
—¿De qué estás hablando, Vivi?
—Ya sé lo que ustedes quieren contarme, pero él va a tener que hablar mirándome a la cara que me engañó.
Ella comienza a andar de un lado para otro, cuando el timbre toca y entra por la puerta Gael, ella solo lo mira, él va a saludar pero ella se da la vuelta.
—Creo que es mejor que cuentes pronto, Gael.
Él confirma con la cabeza y cuando va a hablar Vivi ya se lanza sobre él dándole golpes en su pecho mientras Mateo cruza los brazos mirando, Paola comienza a reírse y yo me quedo asombrada con el comportamiento de ella.
—No necesitas hablar nada, ya lo sé, me engañaste todo este tiempo, estúpido desgraciado, pero voy a hacer picadillo de ti.
Ella continúa golpeándolo cuando pasa por nosotros Bela y se acerca a Vivi.
—Tía Vivi, ¿por qué estás golpeando al tío Gael?
—Es que él engañó y mintió a la tita e hizo que la tita se lastimara mucho.
—¿Por qué lastimaste a la tía Vivi?
Bela habla y le da una patada en la espinilla a Gael.
—Aiii, caralhø Mini terrorista creo que hoy no debía haber puesto los pies aquí.
—Ojo con la boca sucia cerca de mi hija, y Bela no es bonito agredir a las personas.
—Pero él lastimó a la tía Vivi.
—No fue de la manera que estás pensando, ahora ve a la sala de cine a poner uno de esos dibujos de princesa que te gustan.
Mateo habla para Bela y lo miro indignada.
—Cuando yo pongo el dibujo para niña te enfadas y dices que ella no puede ver, ahora tú mismo estás mandándola a ir.
—Es que tenemos asuntos que resolver y Gael no sabe guardar la lengua en la boca, no quiero que mi hija aprenda a decir palabrotas, señorita Viviane, ¿puedo saber el motivo del ataque? a pesar de estar adorando ver a Gael llevar una paliza, no es adecuado actuar de esa manera.
—Vas a defenderlo, él me engaña, no dice que es casado y la mala soy yo.
Paola se cae de la risa, veo que Mateo también da una sonrisa de brazos cruzados.
—¿Qué? ¿quién te dijo que yo soy casado?
—Viajas demasiado, no quieres presentarme a tu familia y ahora tienes algo que revelar.
—Yo no soy casado, si lo fuera ya habría sido muerto porque cuántas veces estuviste en mis brazos, en nuestras mafias no puede haber traición y la única mujer que será la dama de la Mafia eres tú.
—¿Qué historia es esa Gael?
—Yo soy Mafioso juntamente con Mateo y Marco formamos una alianza de mafiosos, cada uno de nosotros con sus mafias.
—¿Igual que El Padrino?
—Ustedes dos solo conocen esa película de mafioso, porque Ana reaccionó de la misma forma.
Después de que ellos explicaran a Vivi lo mismo que me explicaron a mí, fuimos a la sala de tiros, hoy entrenaremos con arma, fue la primera vez que yo sostuve un arma, vean si salí mejor con las armas y yo con los entrenamientos físicos.
—Tienes que concentrarte, Ana no acertó ningún tiro.
—Es difícil, tengo mucho miedo de las armas.
—Tienes que pensar que aquello que está allí es tu enemigo, él está intentando hacer daño ahí y tú disparas.
Yo fui e hice lo que ella pidió, pero era siempre la misma cosa, yo erraba los blancos.
—Entonces vamos a intentar otra táctica, imagina que este blanco fuera tu peor enemigo, o mejor finge que él es un maldito que atacó a Bela para que ella se accidentara y quería hacerle daño, alguien que tú odias mucho.
Cerré mis ojos y pasé por el examen, acerté diversas veces el blanco bien en el medio, comencé a andar por todo el cuarto para observar.
—Eso mismo, Ana tienes que pensar en algo que no te gusta, vas a conseguirlo, tengo certeza de que vas a ser una buena mafiosa.