¿Hasta dónde llegarías por amor?
¿Hasta dónde soportarías por amor?
Lian es un joven de 20 años, independiente y esforzado, que trabaja desde los trece, cuando perdió a sus padres en un accidente de coche. Es un muchacho dulce, amable, tierno y alegre; pero su vida da un giro inesperado cuando conoce a cierto senador de la República, un hombre controlador, manipulador y seductor.
¿Será que la dulzura de Lian podrá cambiar a un hombre tan frío?
Ven y embarca en esta historia para descubrir las muchas formas del amor. 🌹
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Capítulo 12
Después de la cena no tuve más tiempo de ver a mi pequeño, solo hablamos por teléfono o videollamada, pero sé de todos sus pasos a través de los guardias de seguridad que puse para vigilarlo, esta semana me contaron algo que me dejó intrigado, me relataron sobre la aproximación de Breno a él, algo me hizo estar alerta en relación a eso. Hoy resolví ir al ‘club nocturno’ en el que trabaja, no dije que iría, solo pedí a uno de mis guardias de seguridad que reservara el área VIP.
Estoy llegando al ‘club nocturno’, como los guardias de seguridad ya me conocen, entro por una puerta lateral que ya sale en una escalera directo al VIP, voy al vidrio y luego diviso a mi pequeño andando de un lado para el otro, ya resolví que voy a sacarlo de aquí. Voy hasta un teléfono que hay aquí y va directo al bar y pido una botella de whisky. Me quedo sentado esperando cuando lo veo entrando con la bandeja, él no me ha visto aún.
Lian_ Aquí está señor, si desea algo más, solo pida.
Álvaro _ Hola mi cerecita.
Él me mira asustado y después suelta una sonrisa, yo no resistí y ataco su boca, él se queda sin reacción, pero luego acaba cediendo, voy guiándolo hasta el sofá y quedo por encima, voy pasando mi mano por todo su cuerpo, nos separamos por falta de aire.
Lian _ ¡Hola! ¿Todo bien senador?
Él me suelta una sonrisa tímida que me deja loco, doy más besos en todo su rostro.
Álvaro _ Vine a secuestrarte.
Lian _ ¿Secuestrarme? Me dio miedo ahora, ¿qué el senador va a hacer conmigo hoy?
Álvaro _ Voy a hacer todo mi cerecita, hoy quiero embadurnarme de ti mi pequeño. Hoy quiero hacer todo contigo.
Lian _ Estoy trabajando, no puedo salir ahora.
Doy otro beso en él y me levanto arreglando mi paletó.
Álvaro _ No, tú vienes conmigo, ve allá a hablar con Breno que vas a salir más temprano o yo puedo ir allá a conversar con él.
Él se queda mirándome confundido acostado en el sofá y luego se levanta arreglándose.
Lian _ Lo siento mucho Álvaro, no voy a hacer eso. Este es mi trabajo y es de aquí que saco mi sustento, además el ‘club nocturno’ está lleno, no puedo dejar a Breno en la mano. Voy a volver a mi trabajo.
Él sale dejándome con cara de tonto y una vez más el pequeño me enfrentó, yo miro allá para abajo y lo veo andando de un lado para el otro, entonces mando a mi seguridad a llamar a Breno que no demoró mucho en llegar.
Breno _ Álvaro mi amigo, no sabía que vendrías hoy aquí. Por qué no me hablaste, yo iba a traer unas chicas para hacer un ‘show’ para ti.
Álvaro _ Vine aquí por otro motivo Breno. (hablo bebiendo un poco de mi whisky)
Breno _ Entonces di.
Álvaro _ Quiero que liberes a Lian.
Él se queda mirándome hasta que da una sonrisa y habla
Breno _ Cara, no creo en eso, no voy a dejar que hagas de Lian tu juguete.
Álvaro _ No tienes que dejar nada, Lian va conmigo liberándolo o no, eso es un hecho.
Breno _ ¿Qué quieres con él? Lian no es como esas personas con las que te relacionas.
Álvaro _ Sé que no.
Breno _ No voy a dejar que te diviertas con él.
Álvaro _ ¿Te gusta Lian Breno?
Breno _ ¿Qué? No, él es mi amigo.
Álvaro _ Sabes que no me gusta que me estés enrollando ¿no? Entonces te voy a preguntar de nuevo. ¿Te gusta Lian?
Breno _ No, no me gusta Lian, amo a Lian y digo de nuevo, no voy a dejar que juegues con él.
Cuando él habla eso mi voluntad es de dar un tiro en medio de la testa de ese hijo de puta, pero no puedo hacer eso, hay mucho interés entre nuestras mafias, no puedo acabar con años de tregua no ahora.
Álvaro _ Me importa una mierda lo que vas a hacer o lo que sientes por él, solo te digo una, no te metas en mi camino. Él va conmigo hoy y otra, no estoy poniendo un arma en la cabeza de él, él está conmigo porque él quiere.
Me voy a quedar esperando aquí, haz lo que te mandé.
Él no dice más nada y sale dando un portazo, luego veo a un seguridad hablando en el oído de mi pequeño y él pone una cara de bravo y va en dirección del Bar quitándose el delantal hablando con el amigo de él. Ya sé que voy a tener trabajo para calmar a la fiera. Voy para mi carro y luego lo diviso viniendo con mi seguridad, él entra no dice nada, yo enciendo el carro y sigo para una cobertura mía.
