Jugando A Lo Prohibido☆ Saga: Amores Prohibidos☆

TÍTULO: CELOS.

ZACK.

Al día siguiente del incidente con Gea, decido ir al restaurante de Tomás, (Mi Hermano)

Llegó al lugar y los empleados me atienden cómo siempre, de muy buena manera, me guían hasta la mesa qué usó cada vez qué vengo aquí, pero cuándo tomó asiento, a lo lejos veo a mi hermano, esté se encuentra compartiendo la mesa con una pelirroja. De seguro es la misteriosa novia, no entiendo por qué Tomás aún no la ha presentado, pero respeto su decisión.

Me quedo pensando en si debo acercarme o no, pero la curiosidad me está matando.

Me levanto y camino hacia la mesa de Tomás y cuándo estoy lo suficientemente cerca veo qué la misteriosa pelirroja es Gea.

Una electricidad recorre mi cuerpo y mis venas sé inflaman de la furia qué siento, de tan solo suponer qué ella es la novia de este me vuelve loco.

Pero, no, no puede ser Gea.

Estoy seguro qué ella es pura y nadie la ha tocado, sé muy bien qué Tomás sé follo a su novia no una, sí no muchas veces.

Al estar más cerca de la mesa Gea sé percata de mi presencia y notó su nerviosismo.

¿Acaso ella me vio la cara de idiota?.

¡Se hizo la puritana y caí como un completo imbécil!

---¿Qué haces por aquí? Creí qué estarías en la empresa.-- Dice Tomás algo incómodo, lo conozco muy bien y sé qué está nervioso.

Luego nos presenta, pero le hago saber qué nos conocemos y qué ella trabaja para mí, el comentario de Gea diciendo "trabajaba" me pone aún más furioso y refutó de inmediato aclarando qué no aceptó su renuncia, pero mi querido hermano sale con sus delirios de caballero, reavivando el infierno qué ahí en mí.

--Hermano no considero qué sea de un caballero hablarle así a una dama.-- Esas fueron las estúpidas palabras de Tomás, pero al escuchar aquello Gea pronunció una frase que no pensé qué conociera y escupió el agua qué acababa de beber.

Al parecer sé sorprendió al oír la palabra (HERMANO).Y luego confirmó mis dudas.

--¿Ustedes dos son hermanos?.-- Preguntó con los ojos bien abiertos, pero la corregí.-- La pregunta correcta es ¿qué haces aquí y con él?. -- Dije esperando una buena explicación.

Al escuchar aquella pregunta mi hermano creyó qué Gea era mi prometida, pero lo saqué de dudas contestando qué era Astrid  la mujer con la cual me iba a casar.

Gea sé puso mucho más nerviosa, no sé qué es lo qué pasa aquí, pero ella quiso huir inmediatamente y Tomás se ofreció a llevarla, cosa qué no permití.

Mientras nosotros dos discutíamos haber quien sé la llevaría, noté enfadado a mi hermano y considero qué di en el clavo, está mujer está jugando con nosotros. Pero lo qué en realidad quisiera saber, es si de verdad no sabía qué éramos familia.

--Dije qué yo te llevaré.-- Fue mi última palabra, pero no esperaba la reacción de Tomás.

Él tomó el brazo de Gea y caminó rápidamente sacándola del restaurante sin siquiera darme oportunidad de hacer algo.

Di un fuerte golpe en la mesa, y estrellé las copas en el suelo.

--¿Qué mierda ven?.-- Grité furioso y todos a mi alrededor dejaron de mirarme.

¿Por qué me molesta tanto que Gea esté cerca de otro hombre que no sea yo?

Guardia.-- Señor, ¿necesita algo?

Zack.-- Sí, lárgate de aquí.-- Mi voz era ronca y fuerte, estaba qué me llevaba el diablo.

--¿Son celos?.-- Me pregunté por dentro, pero no puede ser.

Qué mierda, maldije y salí del lugar.

TOMÁS.

Nunca antes en mi vida me había sentido tan insultado, Astrid jugó conmigo y ni siquiera pensó en mis sentimientos.

Llevamos 9 años de noviazgo, muchas veces le propuse presentarle a mi familia, pero nunca aceptó, estaba tan ciego creyendo qué tenía a mi lado a la mejor mujer, pero nada es lo qué parece.

Sí nunca mostré mi estatus social real frente a ella, fue por qué buscaba una mujer buena y desinteresada, quería una compañera a mi lado qué me quisiera por lo que soy, no por lo que tengo.

Y el enterarme de qué Astrid es la prometida de mi hermano, partió mi corazón.

Muero de celos y siento a mi hermano cómo un rival y no cómo mi familia. Pero esto me sirvió para abrir los ojos y ver el tipo de mujer qué tenía cómo novia.

Todo comenzó con una amistad, pero luego terminé enamorándome de ella, ahora me siento el estúpido más grande del mundo.

El encuentro con Zack y descubrir todo tan de repente es cómo sí me hubieran tirado un baldazo de agua fría para qué reaccioné de una vez por todas, pero me siento mal.

Gea.-- ¿Estás bien?.-- Pregunta y niego con la cabeza.

Tomás.-- No, Astrid me jugó sucio, ella no me ama y yo sí, pero ya nada importa, ellos van a casarse.

-- Discúlpame por haberte sacado del restaurante de esa forma, pero noté tu incomodidad con la presencia de Zack y deduje qué no querías irte con él.

GEA.

Salí del restaurante junto a Tomás, por dentro agradecí qué me sacará de allí.

No sé qué hubiera pasado si volviera a estar a solas con Zack, el solo tenerlo cerca de mí altera todos mis sentidos, es algo raro ya qué nunca tuve un sentimiento igual.

Mientras volvíamos a mi casa no pude evitarlo y le pregunté si sentía bien.

(Gran error de mi parte). Era más qué obvió el estado de Tomás.

Gea.-- ¿Puedo hacer una pregunta?

Tomás.-- Ya la has hecho.

Gea.-- ¿Por qué ocultaste quien eras realmente, frente a mi hermana?

Tomás.-- Por qué mi pensamiento es qué la mujer qué esté a mi lado me amé a mí, no lo que tengo.

Gea.-- ¿Cómo no te diste cuenta de lo que pasaba?

-- ¿Acaso nunca te cruzaste con ella en casa de tus padres?

Tomás.-- Yo no vivo con ellos, hay cosas de mi familia que no me gustan y me alejé.

-- Solo veo a Zack, pero fuera de la casa de mi padre.

Gea.-- Entiendo.

Tomás.-- Hora voy a preguntar yo.

-- ¿Tienes algo qué ver con mi hermano?

Gea.-- Claro qué no, él es el prometido de Astrid.

Tomás.-- ¿Entonces por qué estabas tan nerviosa?.-- Él me miraba por los rabillos de los ojos mientras manejaba el auto.

No pude responder a su pregunta, cómo podría decir qué me gustaba el hombre de mi hermana.

Tomás.-- Tu silencio lo dice todo, pero tienes qué saber algo, Zack no es hombre común.

-- Él va a lastimarte, no te conozco, pero pareces una buena chica, no sería justo para ti terminar enredada con él, serías tú la qué saldría perdiendo.