La seducción femenina es un arte que he dominado con gracia y precisión. Mi nombre es Ela West, y soy una mujer que inspira deseo y envidia en igual medida. Mi belleza es mi arma más poderosa, y la uso con sabiduría.
Mi vida estaba siendo perfecta, hasta el momento en que el socio de mi padre decide jubilarse y dejar en su lugar a su hijo mayor, quien me hizo la vida imposible siendo una niña, ahora es mi momento de hacerle la vida imposible a él.
Pero no esperaba que mis sentimientos por él volvieran a arder con tanta intensidad. Pensé que había logrado apagar las llamas de la pasión y el amor, pero parece que solo estaban dormidas, esperando el momento adecuado para renacer de las cenizas.
La memoria de nuestros momentos juntos comenzó a regresar, y con ella, el dolor y la nostalgia. La llama del amor que creí extinguida volvió a encenderse, y ahora me encuentro en una encrucijada. ¿Podremos estar juntos esta vez?
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Insiste
—Nada como recordar viejos tiempos—, Damián se echó a reír, mientras la chica de recepción y Ethan nos miraban llenos de confusión e interés. —Ambos se olvidaron en el lugar donde se encuentran ¿No? Se supone que serán los dirigentes de esta compañía y no un par de niños de preescolar buscando llamar la atención de la profesora. Están dando un mal ejemplo a sus empleados, chicos. ¿Por qué no solucionan sus diferencias en un lugar más privado, quizás donde nadie los escuche y no pasen vergüenza alguna?—
—Ya todo está dicho, solo no aparezcas por donde voy caminando inútil—, le di una última mirada llena de advertencia antes de irme a mi oficina, haciendo resonar con fuerzas mis tacones.
¿Por qué rayos recién señor Cooper le dijo que regresara?, Dante no tiene nada que hacer aquí, él debió quedarse donde estaba, muy lejos de mi vida y mi paz mental. No entiendo por qué la vida debe castigarme con lo que más odio y menos soporto.
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—¿Qué tenemos en la agenda de hoy?—
—Nada más, Señorita West. Por hoy terminamos todo nuestros pendientes—, dice nathi revisando su libreta de apuntes, —Le recuerdo que mañana tienen una cena, desde hace una semana, con sus padres y la familia Cooper en casa de ellos—
—Había olvidado por completo que tenía una cena con ellos—, me levanté de mi silla, llevando conmigo varios documentos bajo mi brazo. —Me llevaré los contratos para darle una ojeada a una última vez, ya sabes, hay que asegurarnos de que no haya ni un solo error antes de firmarlos—
—Puedo hacer esa revisión por usted, señorita Ela—
—No hace falta que lo hagas—, tomé mi bolso y mi abrigo mientras ella sentía con una media sonrisa, —Ve a casa y prepárate para la gala de esta noche—
—Claro que si, nos vemos allá señorita, Ela—
Le brindé una sonrisa ampliamente, y esta misma se borró en cuanto abrí la puerta de mi oficina y lo primero que vi fue a Dante.
—¿Qué quieres?—
—Buenas tardes, señorita West, ¿Se te olvidaron los modales o qué?—
Cerré los ojos, soltando un profundo suspiro. Paciencia es lo que menos tengo y si se trata del, sencillamente la furia parece como por arte de magia. Él siempre ha logrado sacarme de quicio sin decirme ni una sola palabra.
—¿Qué se te ofrece, pedazo de inútil?, por si no te das cuenta, estoy saliendo, por lo que agradecería que me dijeras para qué demonios me estás buscando—
—Sigues siendo la misma grosera de siempre—
—Habla, antes de que verdaderamente me comporte de forma grosera contigo—
—¿Por qué estás tan a la defensiva conmigo, mujer? ¿Qué te he hecho para que sientas tanto odio y desprecio por mí? Vamos a trabajar juntos, con por ende vamos a compartir mucho tiempo. Nos vamos a tener que ver la cara todos los días e incluso nos tenemos que convertir en uno solo para que el legado que nos dejaron nuestros padres no se venga al suelo, así que trata de mermar tus locas hormonas llenas de odio y hagámonos la vida más amena. Solíamos ser amigos ¿Recuerdas? Ese cariño Y aprecio sé que todavía existe, quizás muy en el fondo de tu oscuro corazón, pero sé que ahí está—
—¿Eso es todo?—
Me mira por un momento y luego suspira dejando salir todo el aire atorado que tiene.
—Sé que lo que pasó hace tantos años, no debió haber pasado, y si necesitas que de verdad me disculpe por eso lo puedo hacer... Te pido disculpas por haber actuado de esa manera, de verdad lo siento. No debí besarte—
—Está bien, te disculpo, pero no quiero que te me acerques, ahora sí me lo permites por favor déjame pasar que tengo afán—
Me quedo de pie esperando a que él abra el paso para yo poder salir, lo veo mirándome, y en sus ojos puedo ver la batalla, entre sí hacer caso a lo que le digo o no, Pero al final este abre paso para yo poder salir y es lo primero que hago a toda prisa.
Necesito salir de aquí lo más pronto posible, no deseo volver a tener contacto con este hombre el día de hoy.
Bajó al estacionamiento, me dirijo a mi auto colocando mis cosas en él haciendo del copiloto y subiéndome el asiento de conductor para arrancar lo más pronto posible, necesito llegar a casa y alistarme para la gala ya falta poco.
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Unos minutos después he llegado a mi casa, estacionó el auto y bajo de él junto con mis cosas y los documentos que tengo que revisar. Pero eso lo haré mañana, ahora solo tengo el tiempo contado para darme una ducha y prepararme para salir, se supone que soy anfitriona y tengo que llegar antes de los invitados.
No veo movimientos en la casa así que no me tomo la molestia de saludar a nadie, simplemente subo directo a mi habitación, dejo todas mis cosas en la mesa de mi estudio y me voy directamente al baño para tomar esa ducha que tanto deseo.
Salgo envuelta en una toalla y voy directo a mi vestidor, tomo de una de las gavetas, una diminuta lencería de encaje, está es de color negro.
Después de ponérmela, tomo mis cremas corporales de olor a coco y vainilla, aplicándolas con delicadeza en todo mi cuerpo.
Finalmente, voy a lo que tanto deseaba. "Mi vestido" este es una obra de arte, un diseño exclusivo y único, especialmente hecho para mí, yo misma lo cree en mi imaginación y lo mandé a diseñar.
El vestido es de un tono azul eléctrico que brilla en la luz, con un corte sirena que se ajusta a mi figura y resalta mis curvas. La tela es suave y sedosa, y se siente como una segunda piel.
La parte superior del vestido es un corsé que se ajusta perfectamente a mi torso, con detalles de encaje que añaden un toque de romanticismo. La espalda es abierta, mostrando mi piel bronceada y tonificada.
La falda es larga y fluida, con un corte que se abre ligeramente en la parte delantera, mostrando mis piernas. Los pliegues de la tela se mueven conmigo, creando un efecto de movimiento y fluidez.
El vestido es perfecto, tal como lo pedí, a veces pienso que en mi otra vida fui una gran y exitosa diseñadora.
Los tacones plateados brillantes que llevo puestos me hacen sentir como una diosa, y mi postura se vuelve más segura y confiada.
Mi maquillaje es sutil pero impactante. El tono de labios rojo intenso que he elegido contrasta perfectamente con el azul del vestido, y mis ojos están delineados con un lápiz negro que resalta su forma haciéndolos lucir más claros que la miel.
La piel de mi rostro está suave y radiante, gracias a una base de maquillaje que se ajusta perfectamente a mi tono de piel.
Mi cabello está peinado hacia atrás en un recogido elegante, mostrando mi cuello y hombros. Unos cuantos mechones sueltos caen alrededor de mi rostro, añadiendo un toque de romanticismo al look. Las horquillas que aseguran mi peinado brillan en la luz.
Me miro al espejo y siento que ya estoy lista, no pude haber elegido algo mejor para esta noche, que estoy.
Ya lista para salir, tomo mi pequeño bolso plateado guandando en el mi teléfono y algunas tarjetas de crédito, nunca se sabe, mejor prevenir...
