El Secreto Del CEO

Capítulo 7

Viridiana estaba despertando después de un sueño hermoso, después de varios meses extrañaba demasiado a su familia. Además le encantaba ver el sol entrar por su ventana.

—Buenos días, te subí el desayuno.—

—Gracias Lolita, han sido unos días agotadores.—

—También te preparé tu vestido para el concierto de hoy.—

—¿Vas a ir a verme?—

—No, hoy tengo reunión con mis amigas del club de lectura.—

—Es cierto, espero que algún día me invites a tu club.—

—Usted señorita es una jovencita, debería estar saliendo con amigas o a lugares donde pueda conocer un chico, y enamorarse. ¿Le tienes miedo al amor?—

—No, mis padres son el vivo ejemplo de lo que es el amor. Algún día espero tener una relación bonita y duradera como ellos. La verdad es que no he conocido a un hombre que llame mi atención, o como diría mi abuela que me alborote la hormona. Ya llegará.—

—Por lo pronto hoy tiene ensayo, así que termine su desayuno y prepárese para llegar a tiempo.—

—Gracias Lolita.—

Viridiana terminó de desayunar y se preparó para ir al ensayo. Su bicicleta se había averiado y aún no la llevaba a reparar, así que usaría taxi para llegar a su ensayo. Caminaba por las calle con su estuche en mano y su mochila, en lo que esperaba un taxi, observaba a dos personas besándose apasionadamente, ese era el tipo de amor que nunca se había permitido conocer. Mientras seguía su andar robaba las miradas de los hombres que caminaban a su lado.

Viridiana sería primer violín en el concierto que harían en la noche por parte de la academia, sería la protagonista esta vez junto con una compañera que acababa de llegar de España. Estaba feliz por la confianza depositada en ella, por parte de su maestro Beccu.

Mientras tanto en RAI, Levent estaba entusiasmado por los nuevos programas, su papá estaba esperando poder hablar con él, así que de inmediato lo recibió.

—¿En qué puedo ayudarte padre?—

—Venía a decirte que mañana será el casting para la novela de días de otoño en Roma, me pregunto ¿por que elegiste esa novela?—

—Fue una película muy popular en los años sesenta, fue hecha aquí por Tulio De Sicca. Su protagonista era mexicana se llama Miroslava Jurado, es muy bella la historia sin duda puede ser una gran telenovela, ahora necesitamos encontrar a nuestra protagonista.—

—Te lo sugirió Parolin.—

—Así es, tiene ese talento de saber. Tenemos un buen director y yo estaré ahí hasta que la novela comience, y tenga el éxito que esperamos.—Mehmet observaba la portada de la película.

—Bellísima mujer, ¿dices se llama?¿Sigue con vida?—

—Si efectivamente, de echo Parolin dice que aún viene de visita a Roma, ella es la viuda de Tulio por lo tanto tiene los derechos de la película.—

—Entonces vive lejos de aquí.—

—Si, Parolin la va a contactar para obtener los derechos. Él es el experto.—

—Perfecto sé que será un éxito, te veo por la noche.—

—Es verdad, casi lo olvido. Será una gran experiencia, tengo mucho tiempo que no asisto a la ópera.—

—Recordando a Verdetti, están haciendo mucha publicidad por la violinista que nos deleitará con su talento en compañía de una soprano que está en ascenso.—

—Pediré que nos envíen los smoking, te veo más tarde.—

Por la tarde Levent estaba listo para disfrutar del concierto, disfrutaban ambos de la música, ya que era todo un arte. Tanto Levent como su padre estaban listos para disfrutar del evento, la alta sociedad en Roma se hacía presente, también personalidades famosas. Algunos de la farándula saludaban a los dueños de la televisora, sin más demora comenzó el llamado para disfrutar del concierto.

Abrieron el telón con una de las canciones más bellas del mundo, Orpheo y Euridice ahí en medio de la orquesta, frente al director estaba Viridiana haciendo magia con su violín.

En primera fila Levent, cuando por fin le prestó atención al escenario, quedó fascinado con la belleza de aquella mujer, era perfecta además de hermosa. Su manera de tocar denotaba mucha pasión, Levent se sentía levitar, no podía dejar de admirarla. Mehmet se dio cuando de inmediato, la actitud de su hijo lo hizo sentir incómodo. Levent no quería que terminara el concierto, definitivamente tenía que conocer a esa mujer. Después de terminar la presentación todos ovacionaron a los músicos de pie, había sido un concierto inolvidable.

—Padre habrá manera de felicitar a la violinista en persona.—

—Levent, en serio basta. Estás comprometido, además esa mujer es una potencial demanda por acoso. No es una actriz como las que acostumbras a seducir, y recuerda que no todas las mujeres son iguales. Es bellísima y tiene mucho talento, pero te suplico que no intentes nada de lo que estés pensando.—

—De acuerdo, entonces vámonos.—

Obviamente Levent no iba a detenerse, buscaría aquella hermosa mujer por cada rincón de ser necesario. Después de todo en el folleto estaba el nombre de todos los que participaron en el evento, desde el primer instante no la pudo sacar de su mente. Más tarde en su habitación, fantaseaba con ella, no podía dejar de pensar en sus hermosos ojos y sus labios. Quería conocerla y probar de ella.

Al día siguiente, inmediatamente al llegar a su oficina, llamó a Parolin. A él solo le enviaba llamar y ya se preocupaba de que le diría su jefe.

—Señor a sus órdenes.—se veía angustiado, definitivamente todo el cambio a su alrededor lo tenía al borde del colapso.

—Pero quita esa cara no te llame para algo malo, necesito de tu ayuda y también que sea un secreto entre tú y yo, ¿de acuerdo?—

—Si señor.—

—Anoche fuimos a la ópera y la violinista que acompañó a la soprano era muy talentosa. Necesito encontrarla.—

—Eso es sencillo, ese concierto fue organizado por la academia de santa Cecilia, que por cierto está muy cerca de aquí. Tengo un amigo que ahí trabaja, le investigaré el nombre y la dirección.—

—Recuerda, de esto ni una palabra a mi padre.—

Parolin se sentía aliviado de que no hubiera sido algo peor, de inmediato llamó a Beccu.

📲—Que gusto saber de ti, ¿en qué puedo ayudarte amigo?—

📲—Franco al parecer mi jefe quedó fascinado con el evento de anoche, o más bien con la violinista que acompañó en el escenario a la soprano.—

📲—Sabes que no puedo darte información de mis alumnos, no es ético.—

📲—No, no me malentiendas. El quiere su talento, está haciendo cambios importantes en la televisora. Ahorita está enfocado en la nueva telenovela, tal vez quiere que ella participe en la música.—

📲—¿Seguro que es de trabajo?—

📲—No tengo dudas de eso, me lo hubiera dicho si fuera para algo más. Yo te lo diría.—

📲—Bueno es mi mejor alumna, y sin ninguna duda tiene mucho talento. No puedo negarle una oportunidad de seguir aprendiendo y abriéndose camino. Ella se llama Viridiana Escalante, pero no te puedo dar más información. Si necesitan reunirse con ella le diré que acuda a una cita, ¿de acuerdo?—

📲—Gracias amigo, con eso es más que suficiente. Si le tuviera alguna cita con nuestro jefe, te aviso.—

Terminó la llamada, y fue directamente a decirle a su jefe lo que había investigado. Parolin me dio el nombre, obviamente no podía Levent pronunciarlo correctamente.

—Anótame su nombre, no quiero equivocarme a pronunciarlo. ¿Dices que está cerca la academia?—

—Si, algo.—

—Iré a buscarla personalmente, preguntando se llega a Roma. Ya vuelvo.—

—Pero tenemos el casting.—

—Encárgate confío en tu buen juicio.—

Levent salió de inmediato a buscar a Viridiana, siempre conseguía lo que quería. Y ella no sería la excepción, al llegar a la academia preguntó por ella.

—No, no la conocemos.—respondía una de las alumnas

—Disculpa, ¿buscas a la mexicana?—él respondió si con su cabeza.—Ella está ensayando en el auditorio, ahí podrás verla.—le dijeron donde se encontraba dicho lugar

—Gracias.—

Levent caminó hasta donde le indicaron, pero esta vez se escuchaba la música de un piano. Efectivamente era la misma mujer, pero esta vez sin el violín. Aún sin el vestido y sin tanto maquillaje, era la mujer más hermosa que había visto. Tenía que buscar la manera de acercarse a ella, sin parecer un acosador.