una misteriosa casa donde constantemente desaparecen las personas que entran en su interior.
Sara es una joven introvertida. a la que constantemente molestan sus compañeros de clases. un día, cuando camina sola de regreso a casa. se encuentra con un grupo de chicos que la llevan hasta la misteriosa casa del bosque donde como una broma. la hacen entrar para ver si es capaz de volver a salir.
ella y otro dos chicos se aventuran dentro de la casa. para descubrir que paso en realidad con todas esas personas que desaparecieron allí.
NovelToon tiene autorización de Yesica larez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 7: cara de porcelana
muy bien, muy bien - decía la voz misteriosa, mientras los chicos se movían de un lado a otro, mezclando ingredientes que iban apareciendo en la mesa frente a ellos a medida que los iban necesitando.
Terminado el trabajo, todos esperaron pacientes a que el juez, que seguía siendo invisible para ellos, anunciará al ganador.
Sus rostros estaban inexpresivos y se notaba que no se daban cuenta del paso del tiempo. Paso una hora y nadie hablo.
- debo ganar - dijo María en voz baja, mirando su preparación y en ocasiones a sus compañeros, que continuaban inmóviles como estatuas.
Casi pudo ver su piel brillar, como si fueran de porcelana - ¿por qué no se mueven? - se preguntó volviendo en sí. -¿y por qué estoy vestida así? - miró su uniforme de cocinera y se sorprendió al notar que los demás también llevaban uno igual.
Miró los platillos de cada uno y sintió la tentación de probarlos, pero la voz de antes volvió a hablar.
- no está permitido probar los platillos de otros, no al menos hasta que termine el show - dijo entre risas
- ¿cuál show? - pregunto molesta, buscando el lugar donde se escuchaba la voz.
- el show de Lana - dijo la voz con una carcajada - aquí deberás superar algunos retos si deseas recuperar a tus amigos. Y abrir la puerta.
Justo en el centro de la estancia se materializó una puerta naranja con cuatro dibujos en su superficie. María trató de abrirla, pero como esperaba, no lo consiguió.
-¿qué debo hacer? - pregunto decidida, mirando a los otros chicos que cada vez se volvían más y más de piedra.
- mira la puerta, allí está la respuesta - miró la primera imagen que representaba un pastel de chocolate de tres pisos de altura. En letras azules se leía lo siguiente "elaboración de pastel de cumpleaños".
- está bien - María aceptó el reto y regreso a su mesa para comenzar con el reto.
Tardo casi todo el día y tuvo que repetir varias veces la mezcla para conseguir una excepcionalmente buena.
Elaboró el pastel y justo cuando terminó de decorarlo. Escucho como Sara comenzaba a moverse. Corrió junto a ella y con gran esfuerzo la sostuvo para evitar que se desplomara en el duro suelo.
- ¿estás bien? - pregunto preocupada tras ver su rostro palidecer.
- súper. - Sara sonrió un tanto somnolienta mirando el hermoso pastel. - hiciste un gran trabajo. Entonces si se dijo caer al suelo y quedó inconsciente.
- genial - María regreso a la puerta y vio en donde antes estaba el pastel las palabras "reto superado".
El siguiente cuadro mostraba algunas prendas de ropa y juguetes hechos a mano. Mientras debajo se leía - "elaborar ropa fina y juguetes de calidad".
- de acuerdo - miró hacia el centro de la habitación, allí había aparecido una gran cantidad de telas, maderas y espuma para relleno, junto con un kit completo de costura y otro de carpintería.
Sin perder tiempo, María comenzó a trabajar. Haciendo toda clase de prendas de vestir y peluches de diferentes formas y tamaños.
Tuvo dificultad cuando llegó hasta la parte donde debía elaborar juguetes con madera, pero de igual manera no se rindió.
Hizo una casita un tanto chueca y un par de aviones cuyas alas estaban dobladas en diferentes direcciones.
Esto le provocó un ataque de risa, pues le resultaba ridículo, que ella se hubiera siquiera atrevido a hacer semejando estupidez.
- ¿María? - Sara escogió ese preciso momento para despertar. Miró todas las cosas que había hecho María, mientras ella dormía y se sorprendió de lo talentosa que era.
Su mirada se posó en el intento de avión de María y entonces sonrió - ¿quizás yo pueda ayudarte con eso? Se puso de pie y tomando un trozo de madera y unas herramientas comenzó a trabajar.
Elaboró el avión más hermoso que María había visto jamás y también añadió unos coches de juguete, un barco a escala y un caballito de madera con ruedas.
María observó en silencio, hasta que la imagen de la puerta cambio a "reto superado"
Fue a buscar su siguiente reto, pero no antes de darse cuenta de que también Mateo volvía en sí.
la imagen de un gran salón, hermosamente decorado. Se veía en la imagen de la puerta.
- tienes que estar bromeando - adornos de todo tipo aparecieron tras ella y la imagen del lugar cambio, para convertirse en el hermoso salón de la imagen en la puerta - está bien - dijo cuando por fin entendió de que iba todo eso.
miró a Sara que seguía de pie junto a los juguetes y la ropa - envuelve todo para regalo. - le indico. Para luego ir a despertar a Mateo, que continuaba aturdido después de regresar a su estado natural.
- cinco minutos más - pidió Mateo sumergido aún en su sueño.
- ni hablar - María le dió un manotazo y el chico volvió en si de inmediato
- ¿porque me pegas? - dijo molesto. Pero no tuvo tiempo de decir nada o de actuar. pues María ya estaba colocando varias cosas en sus manos y dándole instrucciones para que comenzará a decorar el lugar.
- ok - el chico obedeció y no tardaron en cumplir la tarea.
Leo también volvió en sí, pero a diferencia de los otros él no se desmayó.
- gracias por eso - dijo. Caminando hacia una de las esquinas del salón, dónde un precioso muñeco de porcelana de más o menos un metro de altura los miraba, camuflado con la pared que era de su mismo color.
- te atrapé - leo lo tomo de la camisa y lo arrastró hacia sus amigos.
El muñeco inexplicablemente se movió - explícate - exigió leo y la criatura con una gran sonrisa en los labios. comenzó a hablar.
- hola, soy cara de porcelana - dijo el hombrecito a los presentes - y este es mi hogar. Bienvenidos.
Nadie dijo nada, solo lo miraron con un poco de miedo.
- me imagino que querrán saber, ¿porque los hice jugar mi juego?. Bien se los diré. Es simple, me aburría y ustedes eran perfectos para divertirme. A parte de que me organizaron la mejor y más grande fiesta de cumpleaños del mundo. Gracias. - dijo sonriendo.
- esto solo fue por qué te aburres - grito María con ganas de golpearlo - ¿sabes cuánto trabajo me costó hacer estás cosas? Mira mis manos.
Se inclino hacia delante y todos pudieron ver lo desastrosos que habían quedado sus dedos, después de todas esas duras horas de trabajo.
- lo siento - el chico de porcelana se disculpo. e hizo aparecer un botiquín de primeros auxilios para ella.
Después de curar sus heridas, María se sintió más tranquila y por fin pudo hacer la pregunta que le pasó por la cabeza en cuanto vio a la pequeña criatura de porcelana
- ¿cómo puedes hablar si eres un muñeco de porcelana?
- porque mi madre no lo era- dijo el chico sin darle mucha importancia - ella era humana, pero estar encerrada en este lugar la volvió loca.
Todos miraron al chico y al darse cuenta que les iba a contar su historia, se sentaron a su alrededor y permanecieron en silencio mientras el chico con la mirada perdida contaba su historia.
>>Ella me creo para no estar sola. Con los materiales que ofrecía el lugar. me creo desde cero, como un hermoso muñeco de compañía. Pero pronto comenzó a poner cosas en mi que debían estar allí.
cómo un corazón, para que la amara como a una madre.
Mi cerebro, porque debía ser listo, para ayudarla a resolver el acertijo de la puerta.
Me dió mis pulmones para que pudiera tolerar el aire de afuera.
Pero deben saber que todo lo que aquí se crea, aquí debe quedarse. - su voz se torno triste, por un segundo. Ella no lo supo hasta el día en que por fin consiguió abrir esa puerta.
pero para ese momento, ya no podía dejarme atrás y decidió quedarse a mi lado. aceptando que moriría en este lugar.
y así sucedió, madre murió de vieja. Pero tan feliz por haber compartido su vida conmigo.
- eso es horrible - grito Sara cuando el chico se quedó en silencio - nosotros no nos quedaremos aquí. - dijo con firmeza poniéndose de pie. - ¿cómo la abrimos? - pregunto al chico.
- así - el hombrecito agitó su mano y la puerta se abrió sin problemas.
- gracias - Sara camino hacia la puerta. Pero antes de llegar a cruzarla, María la detuvo
- espera Sara, podríamos irnos después de festejar su cumpleaños, ¿no crees?
Sara miró al chico de porcelana, con su triste rostro, miraba el frío suelo.
- ok - María sonrió y ambas volvieron junto a los demás, que también estuvieron de acuerdo
El chico de porcelana sonrió y pronto estuvieron festejando un feliz cumpleaños.