Roderick Ravenmoon, fue visto como el villano de la historia cuyo final termina en tragedia, donde nada es lo que parece y los "protagonistas" encuentran su final en las manos de una poderosa villana. Pero Roderick fue presa de una injusticia y fue el primero en tener un final trágico.
Aunque ahora, el alma de un hombre de otro mundo ha reencarnado en el cuerpo de este villano y ha decidido que no seguirá el rumbo de la historia, cambiará su destino, y para eso, buscará la ayuda de la cuarta princesa de Trois Blanc, aquella que llevo a los "protagonistas" a su trágico final.
¿Roderick podrá cambiar su destino?, ¿la villana será su salvación?
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capítulo 07- el primer encuentro.
Después de instalar a Aleksandra y que el conde Vera se fuera, la condesa buscó a Roderick para preguntar por la joven, ya que su apariencia le hace saber que no es una noble común, en especial por las escoltas que la acompañan.
— dime que no te estas buscando problemas.— le sostiene ambas manos.— no quiero que te expongas a más peligro.— habla con preocupación.
— madre, ella es una chica que conocí hace poco y esta de viaje, quería un lugar donde descansar, por eso le ofrecí que se quedará.— explica.
— esta bien, pero, ¿quien es exactamente?, jamás me habías hablado de ella.— pregunta con curiosidad.
— no digas nada, pero ella es la cuarta princesa de Trois Blanc.— la susurra.
—¡¿que?!, pero, Roderick...¿es en serio?, ¿donde y cuando la conociste?—
La duquesa estaba impactada por aquella revelación, no comprende en que momento su hijo conoció a la princesa de un imperio vecino. Su hijo nunca a viajado tan lejos y nunca le habló de ella.
— calma madre, fue hace poco, más bien hace unas horas...pero no te preocupes, ella solo estará unos días.— tranquiliza a la duquesa.
—¿hace poco?, por los dioses, Roderick, esa chica quizás va directamente a la capital o viene de regreso, ¿no estaremos con problemas con el emperador?— se preocupa.
— no pasará eso, además, ¿no es un honor para nosotros?, ella es la princesa de un imperio muy poderoso.— trata de animarla.
La duquesa deja salir un pesado suspiro, su hijo se estaba tomando todo a la ligera, pero, si están en el campo, puede que no haya ningún problema. Roderick le promete que todo estaría bien y que de suceder algo, se asegurará de que la princesa los ayude.
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En la zona de invitados, Aleksandra observa la luna mientras bebe un poco de vino sentada cerca de un gran ventanal.
—¿cree que ese chico le dé problemas?— pregunta una chica que es una de las escoltas.
— no te preocupes Karina, si intenta algo en mi contra, es él quien pierde.— sonríe ladina.
— por supuesto alteza. Entonces me retiro, descanse.— la joven hace una reverencia.
Ya que la chica escolta ha salido, Aleksandra va al baño para poder darse un refrescante baño. Si bien sus planes eran volver de inmediato a las fronteras de Trois Blanc, el hecho de que ese chico haya dado información importante, le da curiosidad de saber que planea, aun no sabe si es o no, aliado del emperador, porque sin duda, ese viejo, solo buscaba una forma de causar conflictos entre sus imperios.
— pobre viejo, no sabe lo que le espera...— sin duda se divertirá mucho.
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Al día siguiente, Aleksandra buscó a Roderick y al ver que este iba de salida, le pidió ir con él, aunque Roderick se niega, ya que solo iba a comprar algunas verduras al pueblo, por lo que podría aburrirse.
— ya que estare como una invitada, es justo que el anfitrión sea mía guía.—
— de acuerdo, pero, será mejor que use una capa, la gente en el pueblo es algo entrometida.— le advierte.
Aleksandra le pide a Karina que le dé una capa y que ellos se vistan como simples civiles para no llamar tanto la atención. Mientras van en el carruaje, Aleksandra pregunta por lo sucedido cuando llegaron a la mansión y Roderick le cuenta que es la concubina de su padre quien quiere acusarlo de usar drogas, por eso mando al conde Vera a verificar si no tiene los alucinógenos en la propiedad, debido a que no las encontraron en la mansión del duque.
— asumo que todo es una mentira de la concubina de su padre...— menciona Aleksandra.
— así es, ella planto alucinógenos en mi estudio de la mansión de la capital, pero, los escondí en un lugar donde ni ella se imagina.— sonríe ladino.
— astuto, me agrada como piensa, poner todo a tu favor, es una buena estrategia.—
Al llegar al mercado, ambos caminan por los distintos puestos, Roderick iba comprando distintas verduras, las suficientes para tres días, puesto que no suelen durar más que eso en la cocina, es el problema en ese mundo, no existen los refrigeradores. Aleksandra por su parte, observa una tienda, en la cual entra, se trata de una armería, ella va mirando las armas, habían muy buenas espadas, ella tiene la suya, pero a veces suele romperlas o perderlas cuando se transforma. El dueño del local la observa un poco curioso, ya que no es nada común que una mujer entre para observar las armas, normalmente van, pero para comprar utensilios de cocina.
— esta buscando en el lado equivocado, señorita.— se burla un hombre que esta en aquel local.
Este se fijo en ella al momento de entrar, como no lleva capucha, era muy notoria su hermosa apariencia.
— ¿y como sabe lo que busco?.—toma espada de filo ancho.
El hombre ríe al ver que al sostener esa espada, lo apoya en el piso.
— eso no es para usted señorita, los cubiertos están al otro la...—
De un momento a otro, la punta de la espada le presiona la mejilla y puede ver que la joven sostiene el arma con una sola mano, lo cual sorprende a los presentes porque la chica es de estatura baja y aquella arma era pesada.
— quizás deberías ir y comprarte un vestido, te dices muy hombre pero tus piernas tiemblan al estar ante el filo de una espada.— se burla Aleksandra.
Y es que el hombre tenía las piernas temblando del solo sentir la presión del filo en la mejilla. Aleksandra aparta la espada, el hombre sale huyendo y ella deja aquella espada en su lugar, aunque encuentra una que se adecua a su estatura, las espadas muy largas son complicadas de sacar de su funda debido a que ella es de estatura pequeña. Paga por la espada y sale de aquella armería, pero, al caminar, ve a aquel hombre que estaba en la mansión de Roderick anoche, este y sus hombres estaban comprando comida y cuando el conde Vera se fija en la chica, este la reconoce, por lo que se acerca mostrando una sonrisa amable.
— usted es la invitada del joven duque, ¿cierto?, la vi llegar anoche.— sonríe amable.
— lo recuerdo, él me hablo de usted, un aliado de la concubina de su padre. Tal vez la droga la debería buscar en manos de esa mujer, es más probable que ella sea la adicta.— Aleksandra sonríe con cierta burla.
El conde se queda callado ante las palabras tan hostiles de la chica, además no creyó que Roderick le contará sobre la investigación.
— ¿por qué cree que la concubina Ravenmoon es adicta?, ¿se lo dijo el joven duque?, señorita, el joven duque esta bajo sospecha de consumir drogas.—
— ¿tiene pruebas? Una investigación debe llevarse a cabo con pruebas, de lo contrario, solo es la palabra de una concubina contra la del heredero legítimo, ¿no es eso sospechoso?—
El conde estaba siendo dejado sin argumentos, él no esperaba que la joven supiera todo.
— solo tenga cuidado señorita, tal vez si gusta, puedo yo darle hospedaje, así su reputación no sería manchada.— ofrece con una sonrisa.
Aleksandra ya se ha dado cuenta en la manera en la que ese hombre la mira, es igual a la mirada que el emperador le dio cuando se conocieron.
— a mi me gusta la villa de lord Ravenmoon, además, más manchada quedaría mi reputación si llegasen a verme en su casa.— sonríe con burla.
Dicho esto, siguió su camino y cuando el conde quiso seguir, este tropieza cayendo hacía adelante, pues uno de los escoltas de Aleksandra le había puesto el pie para que de ese modo no siga molestando.
Por su parte, Roderick se había detenido a hablar con uno de los vendedores, quien le decía que probo la sidra de manzana y que le gustaría comprarle una caja para poder venderla en su local, así que el chico se pone de acuerdo con él sobre cuando traersela, en ese momento, al mirar hacia otro puesto, ve una joven de cabello claro y ojos miel, quien hace sus compras, pero escucha que la dueña del puesto la llama, "Emilia".
Así que Roderick frunce los labios y ahora que lo recuerda, justamente ese era el día en el que ellos se encuentran por primera vez, aunque solo se saludan, poco después Roderick ayuda a Emilia cuando esta se enfrenta a un par de brabucones que buscaban sacarle dinero a un comerciante. Pero, esta vez todo cambiará, él no la piensa ayudar, quizás otro amable joven la ayude, así que prefiere evitarla, por lo que solo sigue hablando con aquel hombre que le pide la sidra, aunque de repente, escucha la voz de la chica saludando.
— hola, ¿eres un viajero?, nunca te había visto por aquí.— pregunta con una sonrisa.
— así es, con su permiso.— Roderick se despide de aquel hombre y sigue su camino.
Emilia le mira irse, pero muestra una sonrisa. Aunque puede ver que se cruza con una persona cubierta con una capa, ambos hablan y se marchan juntos.
— es el joven duque Ravenmoon, llego hace poco a la villa que esta fuera del pueblo.— le menciona aquel hombre del puesto.
— ya veo...así que un noble, eso explica su vestimenta.— es lo único que Emilia dice.
Pero, no puede evitar mirarlo hasta que se pierde en la multitud.
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