Las verdades de su primer amor distorcionaron su mente por un engañó y ella lo mató. Su hermano menor busca justicia sin saber que después de un tiempo empieza a enamorarse de la asesina de su hermano.
NovelToon tiene autorización de Lilian Ortega para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Retratos
Se apresuró en abrirme la puerta de su auto, antes que me subiera al auto me tomó de la cintura, su mirada superficial esa noche me llevó a un viaje sin vuelta.
—¿Por qué me miras así?— le pregunté sin quitarle la mirada.
—Eres muy hermosa Aurora, desde que te conocí no dejo de pensarte— fue su repuesta.
En mi corazón se originó un nuevo palpitar, aun estaba de luto por la pedirdida de Darío, pero no podía dejar de sentir estas sensaciones.
—Si es verdad lo que dices llévame a un viaje donde no tenga regreso.
Él sonrió y me dio un pequeño beso en los labios, nos subimos al auto y me llevó a su departamento, un lugar muy hermoso, donde todo combinaba.
—Me gusta la decoración de tu departamento—comenté girando la miranda para mirar los cuadros. Mientras él me servía una copa de vino.
"Ahora lo vez hermoso, pero este será tu maldito infierno", pensó Enzo.
—Mi hermano me ayudó con la decoración. Tenía buen gustó.
—¿Ahora ya no?
—Un día se enamoró y bueno perdió el gusto.
—Quizás ahora sus gustos son otros y vos no compartes sus gustos.
Tendió su mano para pasarme la copa de vino.
—Espero que te guste el vino— murmuro a mis odios intentando seducirme con su voz.
—No soy amante del vino, pero te voy a acompañar en este viaje— tomé un sorbo pequeño.
La noche recién empezaba, pero creía que ya estaba por terminar, él se acercó a mí, me quito la copa y empezó a acariciar mi cuerpo. Quería encenderme para que me perdiera en su piel, y lo logro, unos segundos después me tomó en sus brazos y me llevo a su cama. Sentir su toqueteo era placentero, este hombre hacía que todo mi cuerpo le pertenezca, metí mis manos en sus pantalones, quería despertar a su miembro para que juegue conmigo a este juego peligroso de seducción.
—Aaaaahhh... — empezó a gemir con mis caricias.
—Oh... ¡Esto sí que es grande!— susurré.
— Si no paras, se pondrá más grande aún y no te perdonará. Uffsss no aguanto más carajo...
Me sacó la ropa y sé bajo los pantalones, sentí como entraba despacio en mi parte íntima.
—Aahhhh...— gemí.
—¿Te gusta?
—Ayyy... dios... — abro más mis piernas para sentirlo más adentro de mí.
Nuestros cuerpos empezaron a sudar por los movimientos bruscos de nuestra entrega. Me deleitaba con todo lo que me hacía, hasta que por fin ambos llegamos al clímax. Nuestros cuerpos de a poco empezaron a recuperarse de tal tortura. Enzo estaba maravillado con lo que había pasado en su habitación, pero a pesar de eso no olvidaba quien era, su plan seguía su curso.
—¿Dónde vas?— me preguntó al ver que me levantaba de su cama.
—Es hora de irme a casa, mis padres me tienen algo controlada después de los últimos sucesos.
—¿Qué sucesos?
—Quieren más responsabilidad de mi parte.
—¡No puedo dejar que te vayas después de lo que hiciste conmigo!—dice parándose de la cama para estar frente a mí y robarme otro beso.
—Si sigues así, harás que me acostumbre a tus besos—dije apartándome de él.
—Es mejor a que te acostumbres, porque no voy a dejar que te vayas de mi vida.
Mi corazón sentía mil sensaciones, quería treparme en su pecho y decirle que tampoco quería irme de su lado. Aún tenía el alma rota y la conciencia por los suelos por haberme desasido de Darío.
—¿Se te olvida que soy una asesina?
—No se me olvida, pero no me importa tu pasado. Te quiero así como eres.
—¿No tienes miedo que también te lastime?
"Ya no podrás lastimarme más de lo que lo has hecho Aurora, ahora yo seré quien te quite tu felicidad", pensó Enzo antes de contestarme.
—No vas a lastimarme, porque no te daré motivos.
—Ja, ja, ja...¿Y qué te asegura eso?
—Shhh...— me tapo los labios con su dedo para que no dijera ninguna palabra más y volvió a besarme.
Una vez más nos entregamos, atamos nuestros cuerpos sobre sus sábanas blancas, jamás me había sentido tan deseada, el azotaba mi cuerpo con sus caricias y yo palpaba con mis labios el sabor de su piel. Ese día conocí otra transparencia de la vida.
Los días siguientes eran maravillosos, con todo su encanto y su atención logro que me enamore de él. Mis padres se dieron cuanta de la relación que habíamos tenido por días, aceptaron mi noviazgo sin ningún problema, porque creían que estaba a mi nivel, porque con su buen trabajo Enzo había logrado muchos nuevos proyectos y la empresa tenía buenos frutos y para los ojos de mi padre era satisfactorio.
Dos meses después nos casamos, fue la boda del año, creía que por fin había encontrado la felicidad, todo iba bien hasta que Enzo después de la boda me llevó a nuestro nuevo hogar. Ahí comenzaría la verdadera pesadilla de mi vida.
Cuando entre a la casa me lleve una sorpresa espantosa, la sala y cada rincón de la casa estaba repleta de retratos de Darío.
—¿Te gusta la decoración mi amor?— dijo enojado.
Yo solo lo miré, sabía que tenía rasgos de alguien conocido, pero mi inconsciente me obligó a negar cualquier recuerdo de Darío, porque pensé que me estaba volviendo loca.
—¿Quién eres en realidad?— le pregunté desconcertada.
—Soy tu esposo, no pude destruirte cuando estabas en la cárcel por asesina, pero ahora lo haré teniéndote cerca.
—¿Qué te hice para que quieras destruirme?— le grité.
—Me quitaste a mi hermano, ¿Acaso no lo recuerdas?
—¿Dario era tu hermano?— le pregunté sorprendida, porque Dario jamás ma habló de él.
—¿Nunca te hablo de mi?
—No, el muy hijo de puta jamás me hablo de ti.
—No se te ocurra insultarlo en mi presencia.¿Sabes por todo lo que tuve que pasar yo y mi madre por ausencia?
—¿Y que piensas hacer ahora?, ¿también me matarás como yo mate a tu hermano?
—No, no te mataré, porque sería fácil, pero de a poco voy a hacerte pedazos.
Estaba conteniendo las lágrimas, el hombre a quien amaba se estaba convirtiendo en mi enemigo en cuestión de segundos.