el día en que sería feliz me encuentro con la sorpresa de que el hombre que sería mi esposo me traiciona con mi mejor amiga.desde ese momento mi mundo se nublo y decidí ser la viuda de blanco
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capitulo 9
Bella se sintió más tranquila después de haber hablado con Donatello y haberle contado parte de la historia. Se sentía como si hubiera liberado un gran peso de encima.
Así que llamo a Sofía, para contarle lo sucedido en su oficina con Donatello y la invitó a cenar en el restaurante favorito de las dos. Bella y Sofía se encontrarían para comer algo en el restaurante. Pero como siempre Bella llegó un poco temprano y se sentó en la mesa que habían reservado a esperar a su amiga.
Mientras esperaba a Sofía, Bella se distrajo mirando a su alrededor. Fue entonces cuando Marco la vio, ella estaba sentada en una mesa cercana tomando un café , se quedó mirándola fijamente y decidio ir a su lado y conversar con ella. Pues el todavía creía que el amor que hubo entre ellos podía volver a surgir lo que no contaba era q bella no quería saber nada de él.
Bella al girar y ver que había una cara conocida en el restaurante, era la cara de marco se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. ¿Qué estaba haciendo él allí? ¿Y por qué la miraba de esa manera?
Marco se levantó de su silla y se acercaba a ella, sonriendo. Pero justo cuando estaba a punto de llegar a la mesa, apareció Donatello, sonriendo también.
—Hola, Bella —dijo Donatello, besándola en la mejilla—. ¿Cómo estás?
Bella se sintió sorprendida por la aparición de Donatello, pero también se sintió agradecida. Marco se detuvo en seco, mirando a Donatello con desconfianza.
—¿Quién es este? — se preguntó Marco, en su voz había un tono de hostilidad.
Bella sonrió, sintiéndose más segura con Donatello a su lado.
—Hola señor de lucca—dijo—.
Marco frunció el ceño, al ver semejante escena pero no dijo nada más. Se dio la vuelta y regresó a su mesa, sentándose con la espalda hacia ellos.
Bella se sintió aliviada de que Marco se hubiera regresado a su mesa. Se volvió hacia Donatello y sonrió.
—Gracias por aparecer —dijo—. No sé qué habría pasado si no hubieras estado aquí.
Donatello sonrió y se sentó en la silla frente a ella.
—Siempre estaré aquí para ti, Bella —dijo—. No tienes que preocuparte por nada.
Bella se sintió conmovida por sus palabras. Se sentía segura con Donatello, como si pudiera confiar en él.
Y en ese momento, Sofía llegó al restaurante, sonriendo.
—Hola, chicos —dijo—. ¿Qué pasa?
Bella sonrió y se levantó para abrazar a Sofía.
—Nada —dijo—. Solo estábamos hablando con Donatello.
Sofía miró a Donatello con curiosidad.
—¿Y tu quién eres ? —preguntó.
Bella sonrió.
—Es el señor de lucca —dijo—. mi socio en el nuevo proyecto.
Sofía asintió y se sentó en la silla frente a Donatello.
—Encantada de conocerte —dijo.
Donatello sonrió y se levantó para saludar a Sofía.
—Encantado de conocerte también —dijo.
Y así, los tres se sentaron a comer juntos, charlando y riendo. Bella se sentía feliz, como si hubiera encontrado un nuevo sentido en la vida.
Pero Marco, sentado en su mesa, los miraba con una expresión de ira y celos. No estaba dispuesto a dejar que Bella se alejara de él sin luchar.
Ya era hora de irse y Bella estaba por retirarse cuando Donatello le dijo que si la podía acercar a su casa. Ella no sabía qué decir, así que Sofía habló por ella.
—Bella, trajiste el auto —dijo Sofía—, pero yo no traje el mio. Si quieres, dame las llaves y me voy en el, y tú te vas con Donatello. Así tienes tiempo de conversar con él y conocerse un poco más. —dijo ella sonriendo maliciosamente.—
Bella se sintió sorprendida por la sugerencia de Sofía, pero también se sintió atraída por la idea de pasar más tiempo con Donatello. Así que asintió y le dio las llaves del auto a Sofía.
—Gracias, Sofía —dijo—. Me voy con Donatello.
Sofía sonrió y se despidió de ellos.
—Bueno, me voy —dijo—. Que tengan una buena noche.
Donatello sonrió y se ofreció a llevar a Bella a su casa. Ella aceptó y se subió al auto de Donatello.
Mientras conducían, Donatello le preguntó a Bella sobre lo que sucedió en el restaurante cuando el llegó , ella le contó sobre lo que pasó minutos antes de su llegada. Donatello la escuchó atentamente y no hizo más preguntas, solo escucho lo que ella le contaba.
Bella se sintió cómoda con Donatello y disfrutó de su conversación. Se dio cuenta de que se sentía atraída por él, pero no sabía si era solo una atracción física o si había algo más profundo.
Cuando llegaron a la casa de Bella, Donatello se detuvo frente a la puerta y se volvió hacia ella.
—Gracias por la conversación, Bella —dijo—. Me gustó mucho hablar contigo y que me tengas algo de confianza.
Bella sonrió y se sintió agradecida por la amabilidad de Donatello.
—Gracias a ti, Donatello —dijo—. Me gustó mucho hablar contigo y poder desahogarme.
Donatello sonrió y se inclinó hacia ella. Bella se sintió sorprendida, pero no se movió. Donatello la besó suavemente en la mejilla y se retiró.
—Buenas noches, Bella —dijo—. Que tengas dulces sueños.
Bella se sintió conmovida por el beso de Donatello y se dio cuenta de que se sentía atraída por él de una manera que no había sentido antes.
—Buenas noches, Donatello —dijo—. Que tengas dulces sueños también.
Donatello sonrió y se fue, dejando a Bella sola en la oscuridad. Pero Bella no se sintió sola. Se sintió como si hubiera encontrado algo especial, algo que podría cambiar su vida para siempre.