TODO EMPEZÓ POR UN RAYO

La señora llevó el agua y vio a Daniel con la mirada fija en Paola, ella tomó el agua y se fue a su habitación, el la siguió con la mirada y sonrió, cuando giro a dar las gracias se encontró con su empleada de confianza mirándolo fijamente y sonreída, el se puso nervioso y dijo.

DANIEL: ¿Que? ¿porque me ves así?

LOLI: Lo tienen locamente enamorado.

DANIEL: ja ja ja ja, eres chismosa, pero si, me enamoré de ella, sin pensarlo.

LOLI: Ja ja ja ja es una buena muchacha, inocente todavía.

DANIEL: ja ja ja ja inocente ya no.

LOLI: ¡lo se! digo inocente porque no se le ve malicia.

DANIEL: Tratala como la señora de la casa, porque ya es mi mujer, aunque no creo que cambie nada.

Él decía que no cambia nada porque continuaba ayudando en los oficios de la casa, aunque él no quería ella lo hacía, no la iba a hacer cambiar de opinión, más porque él también trabajaba a la par de sus empleados, y entendía que los oficios de la casa no eran tan pesados como el trabajo de campo que él hacia diario bajo sol, porque el estaba pendiente de sus caballos y también de sus vacas porque se dedicaba también a la ganaderia.

Daniel quería a Paola para algo serio, él sabía que el pl*cer es pasajero, momentáneo; la felicidad es permanente y por eso iba a hacer las cosas bien, él estaba completamente seguro que el pl*cer se puede conseguir con sustancias y estímulos, pero la felicidad no, reconocía que el pl*cer se experimentade de forma individual, mientras que la felicidad puede y suele ser compartida, en pareja, amigos o familiares, la felicidad no es estar solo y tranquilo, porque después hace falta compañía y eso lo sabía Daniel a la perfección.

Lo que sí era cierto, es que si ellos eran felices, podían disfrutar más aún del pl*cer, porque estarían en paz con ellos mismo y eso era clave para vivir mejor, ya que el pl*cer formaba parte de sus vidas, lo necesitaban y encima les daba un gustito que solo cada uno de ellos puede saber lo que siente, ya que es algo muy personal. pero que ellos sepan reconocerlos y disfrutarlos siempre que sea posible.

El sabia que tenia que ser capaz de expresar el amor que se siente, sabe que es muy importante, tenía que expresarlo no solo con gestos, detalles, miradas o regalos. sabia que tenia que verbalizar el cariño y el afecto que tiene por Paola, sabe que puede generar en ella el sentimiento de saberse querida y respetada, aceptada y apoyada, una de las grandes necesidades de una relación, primordial para su relación, todo es cuestión de buscar y encontrar las palabras precisas que le permitan transmitir de la forma más fiel posible sus sentimientos.

Paola visitaba la tumba de su madre todos los domingos, Daniel la acompañaba y se quedaba a una distancia prudente porque sabía que Paola quería privacidad.

Paola seguía viviendo y sintiendo el vínculo que tenía con su mamá, le hacía oración y le contaba de su vida, ese vínculo que tenían antes Paola no lo queria perder, quería vivirlo, seguir hablándole y contando de como iba su vida apezar de que su madre no estaba en vida, pero tenía a su madre querida en el corazón.

Daniel siempre la observaba de lejos, le dolia verla llorar y hablar con una lápida, pero el no podía decirle que lo superara, sabía que era equivocado hablar de superación. Una muerte no se supera, y menos como pasaron las cosas . El sabia que eso no era un problema en la vida, es una experienciavapor la cual pasa todo ser humano de diferentes maneras, y el lo sabía.

Con el paso de los días Daniel formalizó su relación con Paola, todos los empleados quedaron sorprendidos, porque ellos tenían entendido que su jefe no quería una relación seria, pero también comprendieron que era porque no había llegado la indicada, todos quedaron felices porque la mujer de su jefe tenía casi la misma personalidad de el, le gustaba trabajar como él, y era buena persona.

Una mañana Daniel recibió una llamada del administrador de la empresa que tenía en el extranjero, le dijo que era probable que tuviera que viajar, tenían problemas y necesitaban de el, el administrador le dijo que iba a tratar de solucionar, pero tenía que estar preparado para un viaje.

Daniel sabía que su administrador no iba a poder resolver el problema, pero iba a dejar que lo intentara, a Daniel le preocupaba dejar a Paola, sabía que iba a estar bien, pero no quería separarse de ella, no quería tenerla lejos; lo que pensó fue aprovechar cada momento que pueda junto a ella, a las tres de la tarde le dijo a Paola para pasear por la finca.

Ella aceptó, pero como era en caballo montaron los dos en el mismo animal porque a ella le daba miedo montar sola.

Daniel le mostraba a Paola los límites de la finca, ella estaba encantada con la naturaleza, y se emocionó más al ver una cascada de agua cristalina, Daniel se bajó y después la ayudó, el le dio un beso y dijo.

DANIEL: Sabía que te iba a encantar.

PAOLA: ¡Esto es hermoso! ¿Nos podemos meter?

DANIEL: Claro que sí.

Ella se quitó el Jean y la blusa, se quedó con la pantis y él brasier, Daniel quedó en bóxer y se metieron al agua. Paola estaba encantada, después de unos minutos Daniel la llevó hasta una gigantesca roca y se sentaron, el le contó lo que estaba pasando con la empresa en el extranjero.

PAOLA: ¿Pero si tienes que ir? Si tu administrador dijo que lo iba a resolver.

DANIEL: Si, pero no va a poder resolverlo, tengo que solucionarlo yo personalmente, te prometo que voy a hacer todo lo posible para regresar antes de lo previsto.

PAOLA: ¿Cuándo te vas?

DANIEL: Posiblemente pasado mañana, te voy a llamar cuando pueda, me esperan largas horas de trabajo, tendré poco descanso.