La Princesa Villana

-Oigan y es tarde vámonos -Decia Lisa-

-Donde esta Philip?

-Se lo llevo el caballero León, se durmió, pero debes decirle a la baronesa, el sabe que no es su madre.

-Esta bien.

Diana regresa con ellos, Luciel se queda con Lisa y van a dormir.

En la mañana Ella está con los barones en su cuarto.

-Pero Diana por qué no dijiste nada.

-El despertar es poco a poco, pensé que tenía tiempo.

-Bien, entonces cuentame como es tener a un lobo

Sandra la abraza y Diana le cuenta todo.

-Philip solo tiene que aprender a controlarlo, pero si se enoja puede transformarse sin querer.

-Entonces necesita un maestro?

-Solo entrenamiento, no tiene magia como Lisa o yo.

-Esta bien, voy con el.

Diana tenía razón, Philip se transforma sin querer, Sandra entra y en la cama está un bola de pelo.

-Que tierno.

Philip despierta y se acurruca a su lado, poco a poco regresa a la normalidad.

-Mami.

-Si cariño, yo soy mami, siempre seré tu madre, no estuviste así en mi vientre, pero desde que tú madre te puso en mis manos, jure protegerte.

-Mamá, que le paso a ella.

-Ella dió su vida por ti, para que tú vivieras, por eso cada día que abres esos ojos hermosos ella es feliz, tus padres están juntos, los dioses les darán otra oportunidad, en otra vida, tu debes crecer, grande y fuerte para que ellos estén felices.

-Mami, no me dejarás de querer por mi hermano?

-Claro que no, además no está solo, Diana es tu hermana también, después te contaremos quien eres realmente, ahora nadie debe saber que te transformas, solo aquí puedes.

-Sí... Mami, dónde está papá.

-Afuera, quieres que entre?

-Si.

Noah entraba y Philip lo abraza, él le dice lo mismo, es su padre, lo ama mucho.

-Philip, nunca dudes del amor que sentimos por ti, te quiero, eres mi hijo, siempre será así.

-Papa, me enseñaras a navegar en un barco?

-Claro, a empuñar tu espada, a montar en tu caballo y a navegar un barco, tu con Diana y tus hermanos.

-Gracias, gracias por ser mis padres.

Philip a pesar de su edad entiende que sus padres son ellos, sabe que lo aman pues lo ha sentido, sus recuerdos

Diana está con Luciel en la sala.

-Que pasa?

-Debemos irnos, nos esperan en el Marquesado.

-Bien.

-Ahora si me vas a contestar mis cartas más extensamente.

-Quieres que te cuente lo que hago cada día.

-Si, sobre todo por el lobo, también algún día me enseñaras como eres.

-No.

-Oye!

Ambos ríen y Hunter llega.

-Oigan, ¿por qué hay tanto alboroto, de que me perdí?

Luciel y Diana rien, Lisa llega bostezando y estirando los brazos.

-El mundo se puede destruir y tú duermes como si nada, tienes el sueño muy pesado.

-Que paso? sentí una descarga de magia, pero también la tuya y asumí que todo estába bajo control, además Luciel está contigo.

Los tres se sorprenden de lo calmado que puede ser Hunter.

-Asumes que somos fuertes y no te importamos.

-Si me importan, Pero era más mi sueño, entonces me van a contar o no

Hunter se acostaba en el sillón y Lisa le contaba todo.

-Waoo Diana quiero ver, transformate, vamos!!

-No...

-Que mala, tu padre también puede y toda la familia real, eso es sorprendente.

Hunter se pasó a lado de Diana, se sentó enmedio de Luciel y ella, cosa que a Luciel no le parece.

-Entonces dime si te casas con mi hermano, sus hijos pueden transformarse?

-Heee? No lo sé, no lo había pensado. **En mi vida pasada no me embaracé a pesar de haber consumado el matrimonio**

-Hunter, no digas eso. -Decia Luciel todo rojo- pero eso es posible.

-No, si te soy sincera lo ignoro, depende de la cantidad de magia, ademas yo no me voy a casar con Luciel.

-Por que no? Mi hermano es el heredero, tu una princesa, es lógico que se casen.

-Bueno... -mira a Luciel-

-Hunter ve a preparar tus cosas, nos vamos en un rato.

-Bien.

Lisa subió con Philip y la baronesa, ella se despide de ella y le desea que tenga un buen parto, Philip va con ella a preparar sus cosas.

-Philip, no duele cuando te transformas?

-No, bueno la primera vez si, tu eres muy fuerte, tu magia es poderosa.

-Philip, me mostraras después como es tu verdadera forma, eras enorme.

-No se como hacer eso, pero cuando te lo prometo.

-Nos vemos entonces, te escribire.

después de un rato todo está listo.

Diana, mis hermanos tal vez regresen pero yo no, solo estaré unos dias en el marquesado y regresare a la capital.

-Por que hiciste un viaje tan largo?

-Queria verte.

-Ami?

-Si a ti, me prometes que vas a contestar mis cartas

-Si.

Luciel toma su mano, ella duda, pero el la agarra fuerte.

-No estás sola, no tu ni Philip, mira tienes a los barones, me tienes a mi.

-Gracias.

Así Luciel y sus hermanos van rumbo al Marquesado, ahí los reciben y Luciel después de unos días regresa a la capital directamente a la academia.

Diana empieza a entrenar con Philip, sus transformación es solo a base de controlar su magia.

-No puedo

Philip se sentaba en el piso y hacia pucheros.

-Solo es práctica, a mí me costo más de un año poder controlarlo.

-Diana, muéstrame.

Diana solo se concentra y Philip la ve con atención, siente su magia, su presencia, su olor.

-Ya entiendo, puedo sentir tu olor.

-No solo eso...

-Waoo, te escucho aunque hables...

-Solo estando así podemos, si te transformas puedo oírte y tú hablarme, siempre estaré contigo.

-Algun día volveremos a casa?

-No se, pero estaremos bien, debes estar bien, crecer y ser muy fuerte, lo que tú decidas hacer yo estaré contigo.

-Esta bien.

Así ambos están en la Baronia, pronto llega el nuevo integrante, ellos lo conocen y están felices, es un lindo bebé, Noah los lleva de vez en cuando al puerto, ahí suben a los barcos, juegan y Diana vuelve a ser lo que alguna vez fue una niña, por un tiempo olvida todo, se enfoca en que Philip sea feliz.

Lo que ella no sabe es que Luciel hablo con su padre, si bien los guardias presentes en la transformación de Philip no dirán nada su padre debe saberlo, así Aina sabe lo que hay que hacer, una mujer de negro sale con la caravana de las minas, su misión es llegar al gran duque del norte de Teran, si bien su carta no va sellada con el sello de Philip, si con el sello del emperador de Thaslis.