Pedro es un Exmilitar que debido a una lesión se vio obligado a retirarse, siendo un adicto a la adrenalina en su retiro decide fundar una academia de deportes extremos.
Un día un accidente termino con su vida y cuando cree que es su fin termina el reencarna en el cuerpo de una chica, pero no de una cualquiera sino de la emperatriz del imperio de Arrosa, una chica mimada que está destinada a morir, y ¿Cómo sabe eso?, es porque dicha emperatriz es un personaje relleno en la novela favorita de su hermana.
Pero Carlos no está dispuesto a morir de nuevo por lo que hará lo necesario para sobrevivir.
NovelToon tiene autorización de Maria Guadalupe Vazquez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 10
DANNA
Mi plan esta funcionado a la perfección, o algo así, han pasado ya 2 semanas desde que deserte en el cuerpo de Danna y poco a poco me voy acostumbrando, lo bueno es que ya me puse el día con mis deberes por lo que tengo más tiempo libre, tiempo que he usado no solo para explorar el palacio si no también la ciudad donde me encuentro.
Al principio no me dejaban salir, ya que necesitaba tener autorización del emperador y también necesitaba de un montón de preparativos, por lo que durante una comida le expuse al emperador que quería salir pero sin tanto protocolo.
- Acaso estás loca, es peligroso que salgas sola – me dijo
- Pero no voy a salir sola, sé que es peligroso por lo que iré de incognito y mi dama Anna me acompañara, además si aún crees que es peligroso puedes asignarme a un par de guardias que se encarguen de protegerme, pero no demasiados no quiero llamar la atención – le dije
Él lo pensó un poco y acepto, la verdad es que mi relación con Amaro a mejorado bastante en esta dos semanas, aun no podemos llamarnos amigos, pero nuestra relación si ha mejorado mucho.
Por su parte mi entrenamiento va más que bien, mi condición ya mejoro notablemente y después de varios días al final Anna se atrevió a preguntarme para que era esa extraña ropa, y después de hacer prometer no decir nada le dije para que era, al principio se sorprendió, pero luego me felicito por mi iniciativa.
Hoy exactamente se cumplen tres semanas desde que me case con el emperador, bueno que Danna se casó con él, y algo me dice que aquí pasa algo importante pero por más que le doy vueltas no logro recordar que, y sea lo que sea me está matando no recordarlo y no puedo concentrar por darle vueltas al asunto.
- Anna, vamos a dar una vuelta al jardín – le digo a lo que la chica se levanta del sillón que mande poner para ella y se coloca a mi lado
Ya que la pobre debe de estar a mi lado todo el tiempo decidí que al menos haría que estuviera lo mas cómoda posible, por lo que mande a poner un sillón para que pudiera descansar mientras estoy trabajando, también le pregunte se le gustaba leer, al recibir una respuesta afirmativa también mande a poner un pequeño librero lleno de libros del gusto de mi dama, así no se aburriría tanto cuando no requiero que haga nada por mí.
Ambas salimos de mi despacho y nos dirigimos hacia los jardines del palacio, durante el trayecto varios de los sirvientes del palacio detienen lo que están haciendo para hacerme una pequeña reverencia, y es que desde que evite que despidieran a la madre de Anna, la señora Ruby, todos los sirvientes, o al menos la mayoría decido darme una oportunidad y en estas dos semanas me he ganado su respeto.
Detrás de nosotras van los 5 guardia que el emperador me asigno, ellos me acompañan a donde quiere que vaya, aunque por petición mía les dije que fueran lo más discretos posibles cuando estamos afuera del palacio, lo último que quiero es llamar la atención y me reconozcan.
Llevamos unos 10 minutos caminando por los jardines cuando al fin recuerdo que era lo que había olvidado.
- Joder, como pude olvidarlo – dije en voz alta para luego correr hasta mi habitación.
Antes de salir veo como el jardinero abre los ojos de sorpresa al oírme expresarme, y es que la verdad estar en la milicia te enseña de todo menos a hablar con clase y a veces olvido que debo cuidar como hablo, por otro lado ni Anna ni los guaridas se sorprende y es que en estas 2 semanas ellos 6 ya han oído gran parte de mi repertorio de groserías, es más incluso el propio Amaro ya no se sorprende al oírme maldecir a cada rato.
Llego a mi habitación y empiezo a quitarme la ropa sin molestarme en cerrar la puerta, la buena noticia es que Anna no tarda mucho en llegar detrás de mí y ella se encarga de hacerlo para evitar que los guardias vean más de lo debido.
- Mi señora debe ser mas consiente, usted debe guardarse solo para su marido el emperador, sabe lo que le haría a los guardias si se entera que la vieron semidesnuda – me regaña Anna mientras me ayuda a sacarme la ropa
- Perdón – le digo, esta niña ya agarro confianza y ahora me regaña por todo, parece mi madre, y eso que yo soy mayor que ella, peor debo admitir que es de mucha ayuda, ella es como la voz de la razón en muchas ocasiones
- ¿Por qué esta tan apurada? – me pregunta mientras me ayuda a ponerme un vestido más sencillo de los que suelo usar, estos los uso para salir y pasar desapercibida.
- Bueno olvide que debo comprar algo urgente, así que vamos a salir, avisa a uno de los guardias para que preparen el carruaje – le digo
Anna solo asiente y se va de allí mientras yo termino de arreglarme, espero que no sea demasiado tarde.
Justo a las tres semanas de la muerte de su hermana el estúpido príncipe llega hasta Nellike para averiguar la causa de muerte de esta, pero antes de llegar al palacio se detiene a ayudar a una bella dama de la que se enamora a primera vista, si la chica de la que hablo es la protagonista de la novela, Camila la hermana de Amaro.
Según la novela Danna muere el mismo día de su boda, por lo que hoy se cumplen 3 semanas de eso, lo que significa que la princesa Camila regresa hoy, y será interceptada en la cuidad por unos bandidos que pensaban abusar de ella, pero esta vez no hay estúpido que la salve, por lo que debo llegar a tiempo y ayudarla yo, ya que si le pasa algo será indirectamente mi culpa.
Salimos rumbo a la ciudad, durante todo el trayecto intento recordar en donde es el ataque, cuando lo logro empiezo a ver por la ventana del carruaje intentado ubicarme y cuando pasamos cerca del lugar no lo pienso dos veces y salto del carruaje.
- Mi señora – oigo que grita Anna, pero no me importa, yo corro sin mirar atrás.