Amor&Perjuicios.

Nunca antes me había parecido tan aburrido ver la tele. Llevo como diez minutos buscando que ver y nada ha llamado mi atención, ni siquiera encuentro alguna película o serie interesante y las botanas que he preparado, ya las he comido.

Fugazmente, echo un vistazo a la mesita de noche a mi costado izquierdo y observo la guía que reposa sobre esta, tiro el control a un lado y la tomo. Inconscientemente me irgo en la cama apoyándome en el tablero de esta y me sumerjo en el 90% de la información que se encuentra en italiano.

Por un momento voy a la cocina, me hago un par de sándwich y con un refresco me devuelvo a la habitación, dejo todo sobre la cama y voy hasta mi maletín para tomar mi libreta.

Increíble que una guía me esté entretenido más que cualquier serie de Netflix. Tomo apuntes de lo que me parece importante e interesante hasta que me fijo en dónde reposa su correo. Hasta ahora me doy cuenta de que he estado casi cuatro horas aquí.

- Son casi las 11... ¿Debería?... ~digo mordiendo mi pulgar~

Tomo mi celular y voy hasta mi correo... Asunto...

- ¿Qué debería poner?... Bueno.

Asunto: Buenas noches.

Buenas noches, profesora. Disculpe la hora, solo quería agradecerle por la guía.

No sé por qué estoy nervioso, me muerdo el pulgar constante y pasan por lo menos cinco minutos sin recibir una respuesta hasta que por fin llega.

Asunto: Buenas noches.

Buenas noches, Templenton. Prefería otro tipo de agradecimiento.

Casi me voy de bruces. ¿De qué otra forma debo agradecerle?. Lo mejor será que no responda más, la cosas se pueden salir de control, a demás, ¿quién se cree?. Ha estado ignorándome todos estos días... Al menos dijo "buenas noches".

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

La noche siguiente:

- ¡Hoy es miércoles de pizza! ~grita Aarón~

- Sí, miércoles de pizza ~dice Harry con una sonrisa~

- Solo hay una cosa que el promiscuo ame más que a las mujeres ~digo con diversión~

- Las mujeres son ricas, pero no tanto como una buena pizza ~todos reímos~

- Oye... ¿Qué tal tu cita? ~le pregunto a Morgan~

- Estuvo bien ~se alza de hombros~

- Pero, solo estuvo bien o ¡Estuvo bien! ~pregunta Aarón~

- Si tuve sexo con ella sí es lo que preguntás ~es inevitablemente no hacer un bullicio por eso~

- Cálmense, comadrejas. Ahora estoy pensando en que le diré para que no se ilusione. La chica es linda, tiene un buen cuerpo, pero... Definitivamente no me veo en una relación con ella, es... Muy perfecta, pero muy perfecta ~doce y yo frunzo los labios~

- Intensa es la palabra. Me imagino que es de las chicas que te corrí sobre como deberías coger los cubiertos, sobre como deberías vestir, hablar, caminar y todo lo que ella crea perfecto... Para ella ~dice Aarón~

- ¡Exacto! ~exclama Morgan y todos lo miramos~ Es hostigante, hermosa, pero hostigante. Durante la cena, miraba muy mal al mesero y le habla muy golpeado. Resulta que no es una empleada del café, el papá es el dueño, solo se hacía detrás de la barra para atenderme a mí.

- Bueno, al menos cogiste ~Harry le da palmadas en la espalda y todos reímos~

Con los chicos, desde hace dos años nombramos los miércoles como "miércoles de pizza", ya que siempre nos reunimos ese día para cualquier trabajo y Aarón siempre pedía pizza.

Así estuvimos un buen rato, riendo y pasando el rato hasta por lo menos dos horas. Aarón como siempre, fue a encontrarse con una chica (que curiosamente es la misma chica que ha estado viendo hace unos días) y Harry se quedaría con su novia.

- ¿Vamos por unas copas? ~me dice Morgan~

- Bueno ~me alzo de hombros~

Cada uno se sube a sus respectivos autos y nos dirigimos a un bar, al que no frecuento, pero el si ha venido un par de veces. El ambiente está bien, me gusta el lugar y también hay buena música.

- Espera ~pone su mano en mi pecho haciendo que detenga mis pasos~

- ¿Qué pasa? ~lo miro con rareza~

- Esa es... ¿Abernathy? ~entorna sus ojos~

Sigo su mirada y mi boca se abre un poco cuando veo a nuestra profesora riendo con su hermana. Oh Señor, esa mujer es bellísima.

...(referencia del outfit)...

Ese vestido negro le queda... Sus curvas, su cabello con hondas y sus magníficos ojos brillan más que las luces del lugar.

- Esa chica con la que está... ~habla mi amiga~

- Es su hermana ~respondo sin apartar mi vista~

- ¡Wow!... ¿Luzco bien?.

- Sí ~lo miro de pies a cabeza~ ¿Qué crees que haces? ~lo detengo antes de que se aleje~

- ¿Pues qué?, hay que saludar ~sonríe perverso y retoma sus pasos~

- No, espera...

Nervioso, no me queda más que seguirlo. Al llegar a la mesa esté con su gran sonrisa saluda llamando la atención de las mujeres haciendo que se giren hacía nosotros.

- Tú eres Morgan, ¿no? ~dice y este asiente~

- Luce hermosa, profe ~ella sonríe un poco y me mira~

- Templenton... ~sus profundos ojos me escrutan y siento que el fuego que refleja su mirada me quema~

- Profe... ~digo casi en un susurro~

Después de escuchar como Morgan retaca a la amargada de... ¿Charlotte?, lo arrastro hacía la otra esquina de la barra y me siento dando la espalda hacia ellas.

- Esa mujer estan fría... Me encanta ~dice con una sonrisa mirando hacia esa dirección~

- Estás loco, ¿cómo se te ocurre coquetearle a la hermana de la profe?, ¡y frente a ella! ~lo reprendo~

- Déjame en paz, ambos somos adultos y estoy muy seguro de que la profe sabe que su hermana no es santa ~se alza de hombros~

***

Debería dejar de beber, ya el alcohol me está haciendo efecto y no creo poder manejar de vuelta si sigo bebiendo. Decididos a irnos, pido ir antes al baño, me remojo la cara un poco y tomo un poco del papel de mano y me seco.

Suspiro y me doy cachetadas mentalmente por pensar en los labios de mi profesora, en su olor, en su cuerpo cubierto de ese vestido negro.

- Estás huyendo de mí ~su voz me hace alzar la cabeza~

La miro por el reflejo del espejo y mis manos comienzan a temblar.

- No sé de qué habla, profe...

- Jazmín ~me corrige~

- ¿A qué está jugando? ~me giro y la miro fijamente~

- ¿Por qué? ~me mira de pies a cabeza~

- Porque me ignora todos estos días y ahora me sigue al baño de hombres ~estoy algo molesto~

Ella camina lentamente hasta quedar muy cerca de mí, antes que puede embriagarme de su perfume.

- ¿Te molesta que te ignore? ~me susurra~

- Me molesta su falta de tacto ~miro atentamente sus labios~ Usted es grosera y mal educada, pero luego me mira de esa forma... Me habla así y yo... No puedo olvidar ese beso ~me inclino y roso mi naríz con la suya~

- ¿Entonces qué quieres que haga? ~siento que sus manos rodean lentamente mi cintura y tomo su manos deteniendola~

- Preferiría que no hiciera nada ~trato de alejarme y ella me detiene~

Sin darme tiempo a reaccionar, estrella sus labios contra los míos. Siento una explosión en mi boca y en mi cabeza, tomo su rostro entre mis manos y profundizo el beso. Siento sus manos colarse por debajo de mi camisa y manos frías acaricia mi espalda.

Cuando siento sus manos en el borde de mi pantalón, justo donde reposa el botón de este, detengo sus manos.

- Esto está mal... ~mi respiración es errática~ No podemos...

- Es cierto, no podemos ~su pecho sube y baja~

A la mierda las normas universitarias. La tomo del cuello y vuelvo a besarla con todo el deseo que me provoca. Mis labios recorren su cuello y siento mi p*lla vibrar cuando ella suelta un delicioso gemido.

Vuelvo a poseer sus labios, pero no pasa mucho cuando nos separamos por falta de aire, delinea mi labio inferior con su lengua y yo sonrío levemente.

- No esperes a que te salude efusivamente, soy tu profesora, no tu amiga ~da un paso hacía atrás y me mira fijamente~

- Lo entiendo... ~debo verme súper idiota por reclamarle eso~ Debo irme.

Salgo rápidamente del baño y voy hasta dónde me espera mi amigo, mi ceño se frunce cuándo lo veo comiéndose a besos a la hermana de nuestra profesora.

- ¿Qué haces, cabrón? ~alzo los brazos sin entender en que momento esos dos~

- Pues... ~me dice cuando se separa de ella~

- Olvídalo, ya me voy.

Salgo apresurado del bar y me subo lo más rápido posible al auto, hasta se me bajaron los tragos. Jazmín... Me prendes todo.