Se dice que cada cien años la madre de todos los lobos reencarna para vivir una vida plena en la tierra por cierto tiempo, pero no se le a vuelto a ver a lo largo de quinientos años, ahora todo parece leyenda y escuchar sus historias pareciera un cuento de adas, pero todo eso cambiará con el nacimiento de Talisa.
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Capítulo 20
"¿Me lo darás? ¿Cómo?" Pregunte nerviosa cuando sus manos recorrían mi cuerpo nuevamente.
"Sé buena chica Talisa, y no cierres las piernas"
Sentí un poco de vergüenza verlo acariciar mi entrepierna con su lengua.
La sensación era exorbitante, sentía tanta sensibilidad qué en cuestión de nada había expulsado algo pegajoso.
"¡Qué fue eso!" Dije asustada.
"Tranquila, es muy normal, y me encanta."
Después beso mis labios sintiendo un sabor picante, comenzó a jugar con nuestras lenguas, era sensacional, al sentir su cuerpo con el mío me di cuenta de que lo sudado qué estaba.
"¡Más, quiero más!" Estaba loca de placer y comencé a arquear mi espalda.
Podía ver su rostro diabólicamente sexi, mostraba una faceta de él que jamás había visto, de pronto me sentía como una presa y él un cazador.
"Esto será doloroso al principio, pero te prometo que después de un rato te gustará, y eventualmente sentirás mucho placer"
Trague saliva, me hizo dudar si debía seguir, pero también quería esforzarme. "¡Confío en ti!" Inhale y exhale, esperando a lo que iba a hacer.
Acomodó mi cabello tras de mi oreja y me sonrió gentilmente, podía sentir su eje en mi núcleo."Mírame" Lo miré anticipando lo que haría después.
En el momento que lo sentí buscando dentro de mi núcleo, un dolor agudo surgió ahí mismo.
"¡Ahaa!" No pude evitar gritar por el dolor, pero comenzó a besar mi frente y después mi boca, para lograr distraerme del dolor punzante.
"¡Saac!" Grite su nombre clavando mis uñas en sus hombros. El dolor era insoportable y comencé a llorar. "Duele.."
"Perdóneme" No pensé que estuviera tan estrecha, ahora me sentía mal, pero no era momento para detenerme. Tenía que acostumbrar a su cuerpo a sentirme, y eso iba a ser en cualquier momento, así que ahora no podía echarme para atrás. Sobre todo ahora que desbordada de lujuria.
Comenzó a besarme, tratando de suavizar las cosas, a pesar de pasar unos cuantos minutos, seguía ardiendo. Solo después dejo de dolor menos.
La cara de Saac mostraba ciertos gestos, comenzó a jugar con mi cuerpo haciéndolo estremecer de nuevo. Esto comenzó a gustarme, sentía cierta satisfacción y placer por el dolor que sentía abajo.
"¡Saac, más rápido!"
No se contuvo, no podía dejar de gemir. Estaba vuelta loca. No se cuantas veces sentí que brotaba algo entre mis piernas, era una total locura.
"Mio"
En el momento que dijo eso no pude evitar gritar su nombre cuando llegue a mi punto más alto.
"¡Saac!"
"¡Talisa!"
Al mismo tiempo sentí que algo se derramaba dentro de mí. Luego sentí una oleada de dolor en el hueco de mi cuello. Cuando gire mi cabeza mis ojos se agrandaron, la cabeza de Saac estaba hundida en mi cuello, comí si me mordiera.
Espera...
¿Me mordió?
Presa del pánico pude ver sangre aun en sus caninos.
"¡Qué me has hecho!" Pregunté presa del pánico.
"Ahora eres mía" Dijo en un tono arrogante.
"La próxima vez puedes intentarlo también conmigo"
Mi visión comenzó a ponerse borrosa, podía aún notar una sonrisa en su rostro, mi cuerpo colapsaba, pero Saac me agarró en sus brazos.
"Ahora eres mía Talisa" Fue lo último que escuché.
La recosté de la mejor manera en la cama, trate de acomodar su larga cabellera blanca. Se veía hermosa, su piel parecía compuesta por leche muy blanca, ahora me pertenece y necesito cuidarla de ella misma. No me gustan las decisiones que aveces toma, pero eso no quiere decir que le haga algo a su enorme gato.
Si tomó decisiones precipitadas, ella tal vez no me perdone tan fácilmente.
Saac había salido al fin del cuarto, había mucho por hacer, pero no tuve el valor de interrumpirlo. Cuando salio supe de inmediato lo que había pasado ahí adentro. Olía a sexo por todas partes, y me alegro. Por toda esta guerra no había tenido tiempo de estar con una mujer, y desde que llegó Talisa no se atrevía a buscar a Dersi como en el pasado. Solo espero que ahora este más relajado y de buen humor. Pensó Aiden.
"¿Y luna Talisa? ¿Va a permitir que el tigre se quede?"
"Si, el tigre se queda, no está a discusión. Quiero que estés al tanto de que le den de comer y se mantenga lleno. Puedes pedir que lleven a Hopi a cazar presas grande. También dile al herrero que haga un collar con el nombre de Gisli, de ahora en adelante deben dirigirse a él por su nombre"
"¡Si alfa! Como ordene." Creo que al parecer esta de muy buen humor, tanto que hasta trato especial tendrá ese tal Gisli. Después de todo luna Talisa no es tan mala influencia. Pensaba Aiden. "Por cierto alfa, creo que deberíamos salir a despejar los bosques. Esta guerra dejó a muchos pícaros y otras especies escondidos por ahí. Han estado saqueando la mercancía de ciertos mercaderes en los caminos. También necesitamos resolver el asunto con tantos huérfanos, sobretodo porque hará falta comida. Los campos de trigo están muy escasos para todo el pueblo y ni se digan los sembradios"
"No te preocupes, algo se me ocurrirá" Dile a Lucas que preparé un carruaje y afile mi espada. Mañana saldremos a primera hora, visitaremos todos los pueblos cercanos. Intenta vestir de una manera que no llame la atención"
Aiden asienta con la cabeza y acata las órdenes de Saac.
Cuando atraviesa el jardín real se percata que Hopi esta en el invernadero y se acerca para inspeccionar.
"¿Qué haces Hopi?" Podía ver que sembraba algo.
"¡Hopi! ¡Hopi!"
"No me acordaba que solo dices esa palabra. ¡Ya entiendo! Por eso salieron al bosque" Eran plantas medicinales, también varias semillas, y al parecer Talisa quiere tener un huerto así. No está nada mal, creo que después de todo será una buena líder.
"¡Bien hecho Hopi! Sigue así. Cuando termines puedes pasar a la cocina por una rebanada de pastel si te place"
"¡Hopi!" Su enorme sonrisa y entusiasmo me lo decía todo