SEXTO libro de la serie ENTREGANDO MI CORAZON.
Desde que puedo recordar, todos buscan abrazarme, tomarme las manos o simplemente acercarse a mi. No soy alta, por lo que siempre me dicen que parezco una pequeña muñeca. Salvo mi familia, rehúyo de cualquiera... excepto él. Si está cerca mío, me alejo, pero por lo rápido que hace latir mi corazón.
Desde que puedo recordar, solo he sentido dolor, solo he escuchado gritos. Siempre estuve en un entorno frío y miserable, siempre me he mantenido distante... hasta ella. Siempre me he sentido cálido a su alrededor y me aterra que esa calidez se extinga, en manos de mi propia sangre.
La historia de Lily y Sebastian.
NovelToon tiene autorización de HIKAMOO para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
LILY 15 AÑOS (CAP. 07)
> Te he visto bien sociable y yo también quería un poco de esa atención.
Intento liberarme, pero aprieta su agarre. Inhalo y saco una voz calmada.
- No me interesa que quieres o no. Ahora suéltame, por favor.
Este chico es la razón de porqué la hija del director intentó modificar mis notas. Ella está enamorada de él y él no me deja en paz.
De repente, lo veo hacer una mueca de dolor, mientras mira a un punto detrás mío. Giro como sea y veo a Sebastian. Usualmente lleva una cara de poker difícil de leer, pero ahora se distingue claramente el enojo.
* Te dijo que la sueltes. Tal vez no solo eres estupido, sino también sordo.
El chico baseball me libera.
> Debes ser uno de sus tantos primos...
* ¡No, yo no soy su primo!
Me sorprende la respuesta de Sebastian, pero hace que vuelva a sonrojarme. No. No, él no es mi primo.
> Te entiendo, amigo. Nadie quiere ser parte de esa familia de perdedores. Yo quería ayudarla, pero no quiere. Entonces, mejor me voy. No quiero que me relacionen con los patéticos Ogay...
No termina de hablar, porque Sebastian lo tiro al suelo de un puñetazo. Podrá ser un poco más alto que yo, pero no es más alto que los chicos de mi edad. Aún así, tranquilamente lo toma de la parte delantera de la camisa y lo acerca a él, como si no pesara.
* Espero que no vuelvas a acercarte a ella.
Lo vuelve a tirar. Toma mi mano y me lleva a la salida. Llegamos a un parque y me suelta.
* Lo siento. No debí tomarte de la mano sin pedir permiso, pero no quiero que hayan malos entendidos. Cuando dije que no era tu primo, no fue porque considere menos a los Ogayar. Quisiera ser un Ogayar, pero yo no soy tu primo. Yo...
Se queda callado tomando su cabello. Lo veo tratar de organizar sus ideas. Estoy acercándome, para decirle que yo no lo considero mi primo; pero antes de llegar a él, recibo un golpe en el hombro. El impacto es tan fuerte que caigo de espaldas y busco con la mirada de donde vino. Al costado del arbol, cerca a nosotros, veo a un chico con una pistola parecida a las de paintball. Le hace la seña universal a Sebastian de "te estamos vigilando", con los dedos indice y medio apuntando a los ojos, y se va; pero más lejos veo como dos vagabundos lo agarran, golpean y se van. Mi gente me cuida a su manera. Me miro el hombro y si, hay una mancha de pintura roja. Yo sigo sorprendida y volteo a Sebastian. Sus bellos ojos tienen lágrimas contenidas y todo su cuerpo tiembla.
* Lo siento mucho. Ella no deja que se acerquen a mi. Si me agacho y te ayudo, solo ocasionaré que algo peor te pase. Lo siento mucho, Lily.
Veo como las lágrimas se deslizan por sus mejillas. Esa mujer, ¿cuándo dejará de meterse con su propio hijo? Me levanto, me aguanto la mueca de dolor, mientras me sacudo las hojas de encima. Que te disparen con esas pistolas a distancia corta duele más de lo usual. Tendré un moretón.
- Bah. Te preocupas mucho y no le tengo miedo a tu mamá. No estoy fingiendo. Ella solo me produce enojo y en algún momento empezaré a cobrarme de a pocos todo lo que te hace.
Se limpia la cara con el brazo y con una pequeña sonrisa me habla.
* ¿Por qué cobrarías tú lo que me hace a mi?
Debajo de esa actitud seria, hay un chico muy travieso. No puedo evitar sonrojarme.
- Vamos a casa.
No decimos más, pero siento como mi corazón late muy deprisa.