Renata De La Rosa estaba profundamente arrepentida del daño que que había hecho, pues su amor desmedido por un hombre la hizo hacer cosas de las que no le alcanzaría la vida para arrepentirse. Lo único bueno de todas sus acciones fue un ángel, uno que la llamaba mamá
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Familia
El día de la celebración llegó y Renata desde temprano recibió a las personas que montarian todo y los fue guiando de donde irían las cosas y como los quería, cuando todo estuvo como ella pidió dio las gracias y subió para bañar a Luciano pues aunque este tenía a Ana, Renata no podía estar lejos de el, el cuidado de ella hacia su hijo no era una obligación para ella, decía que cuando el creciera ya no podría disfrutarlo como lo hacía ahora por eso siempre estaba tan al pendiente de él.
- Mami, mami zio dio cioccolato
- Ya vi, mira parece que comiste chocolate hasta por las orejas
decía mientras se sentaba en la cama y le hacía cosquillas, estos reían y sus carcajadas se escuchaban por toda la casa
- Es agradable tener la casa con vida
Decía Luca a Marcus
- Si, mi hijo fue lo mejor que me ha pasado y tenerlo conmigo me hace muy feliz
- Y ella?
- Oh no, no tu también, ya suficiente tengo con papá
- No la he tratado mucho, pero estás seguro de que no hubo equivocación? Renata se ve transparente, sus emociones se leen a simple vista, es como un libro abierto y además de que papá ya me contó la versión de ella y es diferente a la tuya
- Es que por ese motivo no quería traerla aquí, ya los enredo así como lo hizo conmigo al principio
Luca ya no quiso insistir, pero Renata le caía bien, era una madre dedicada a su hijo, se desvivia por el, y también por Marcus pues siempre se le veía cocinando y haciendo cosas para el, aunque las mandaba con las muchachas pues si hiba ella Marcus ni siquiera la dejaba entrar. El veía como ella se quedaba afuera de la oficina y cuando salía la chica le preguntaba inmediatamente si le había gustado, siempre la respuesta era positiva y Renata dibujaba una sonrisa, y se hiba feliz,
- Alguien así no puede ser el monstruo que Marcus describe
Renata terminó de bañar a Luciano y le dio de comer, después ella fue a hacer lo mismo, se baño, comió algo rápido y se cambió había elegido un traje formal de pantalón y saco color Terra, con el cabello trenzado y unos tacones no muy altos pues tendría que andar tras Luciano y no quería ningún accidente. Llegaron las 7 de la tarde y ya todo estaba listo Renata había preparado un buffet con comida clásica italiana y uno con sus platos favoritos de España, hizo lo mismo con las flores, quiso plasmar lo mejor de ambos países, cuando bajo Luciano la felicito pues dijo que todo estaba perfecto, ella dio las gracias pues estaba nerviosa de que no le hubiese gustado, la familia empezó a llegar los primeros fueron Adriano hermano de Luciano, Cecilia su esposa, y sus hijos Perla, Lara y Luis. Luciano los presento y Renata estaba tan nerviosa que tartamudeo un poco, mientras se reprendia por dentro
- Tranquila querida, nadie aquí te va comer
Decia Lara
Todos le dijeron lo linda que estaba y que les daba gusto conocerla, después llegaron todos los demás, el segundo hermano que era Emiliano, su esposa Rosa, sus hijos Bernardo, Sofía, Angélica y Mila, estás llegaron con sus esposos y sus hijos, Sofía tenía 3 niños, Angélica también y Mila tenía una niña de meses. El tercer hermano era Emilio gemelo de Emiliano, este llegó también con su familia, su esposa Andrea, sus hijos , Leonardo, Rodrigo, y Gerardo, estos también con sus esposas e hijos, Leonardo tenía 2 niños y una niña, Rodrigo 2 niñas gemelas y Gerardo 3 niños, Renata estaba encantada de ver a su hijo con sus primos jugar. Cuando vio llegar a los demás tenía miedo pero estos no la trataron mal, al contrario fue bien recibida y ella tuvo la sensación de que Luciano estaba detrás de todo
- No lo voy a negar cariño, me tomé la libertad de contar tu versión a la familia, pues no quería que te sintieras mal, además de que no mereces ningúna mala cara de nadie, y dime si alguien te dice o hace algo y se las verá conmigo
- Muchas gracias
Renata lo abrazo y fue correspondida, estaban todos reunidos en el jardín en una mesa grande que fue hecha de varias más para que pudiesen estar todos juntos, Renata no dejaba de sonreír pues él ambiente era maravilloso, esa familia era asombrosa y quiso ser parte de ellos, pero sabía que en el fondo nunca lo sería,
- Veo que estás sudando mucho y no es para menos con ese abrigo que traes
- Si, hace un poco de calor
- Porque no te cambias por algo más cómodo
- No sé si tengo ropa para la ocasión
- Vamos yo te ayudo
Marcus había estado ausente en la bienvenida de su familia, pues aunque su padre le pidió no dejar sola a Renata no lograba controlarse, y prefiero estar con sus primos y los maridos de sus primas, estaba enojado pues todo mundo no dejaba de alabar a Renata y decir lo hermosa que era, - De que le sirve ser bonita por fuera si está podrida por dentro - pensaba Marcus. Inconscientemente vio como Lara y Renata entraban a la casa, después estuvo ocupado jugando con su hijo.
En la habitación de Renata Lara tenía todo patas arriba buscando algo a lo que Renata no dijera que no, pues a todo lo veraniego se negaba, pues decía que esa no era la forma de vestir de una mujer casada
- Esas palabras parecen más de Marcus que tuyas
- Es que tiene razón
- Marcus nunca tiene la razón y menos en decir cómo vestirte, es tu cuerpo y valla cuerpazo que te cargas para esconderlo debajo de tanta ropa, así que déjamelo a mí, ok, confía te dejare más hermosa de lo que ya eres
