UN AMOR TEÑIDO DE SANGRE

UNA COMPAÑERA PARA LIAM

(*Ana)

Sentia que ya no podia seguir mas en esa casa, se me fueron las ideas, la esperanza, ya no queria seguir mas ahi, no podia ni respirar el mismo aire. Me resolví con irme, junte mis ahorros que eran para la universidad y suspire pesado al pensar en que ya no podria asistir mas y cumplir mi anhelo de estudiar. Arme mi mochila con lo que pude y considere necesario, el miedo me paraliza, pero a la vez sabia que ya no podia seguir mas ahi.

Aproveche que todos estaban en sus habitaciones y sali sin ser escuchada por la parte de atras.

La noche estaba mas oscura que de costumbre, no habia luna, tanto mejor asi nadie me ve marchar.

Me dirijo a la terminal, la verdad no sabia si me iban a aceptar el pasaje, pero con probar no pierdo nada, pense.

-¿Dónde vas?. Escucho la voz del señor Kim que me hace sobresaltar.

-¿Qué hace por aqui?. Le pregunto nerviosa.

-Camino... Es bueno para la salud... ¿Y tú?. Me pregunta.

-Pues... Me voy. Le respondo.

-¿Dónde?. Pregunta serio.

-Donde sea... Lejos de esa casa. Le digo determinada.

-Escapas. Me dice serio.

-No puedo seguir ahi... Despues de lo que me entere. Le comento.

"No lo olvido", piensa Kim que creyó haberla persuadido de que nada paso como a los demas.

-Con escapar no lo resuelves. Me dice.

Me detengo pensativa.

-¿Qué otra cosa puedo hacer?... Mi tio esta codo a codo con los de arriba... Es intocable. Le comento afligida.

-Acompañame a cenar... Y pensaremos algo. Me invita, miro la hora y acepto.

"Tengo tiempo de tomar el autobus mas tarde", pienso.

Llegamos a un restaurante muy lujoso.

-No estoy vestida para un lugar asi. Le comento al señalar mi ropa deportiva.

-Eso se soluciona. Me dice señalando una tienda de ropa.

-No tengo para gastar en eso. Le respondo.

-Sera un regalo. Me dice señalando a que lo acompañe.

En la tienda elegí un pantalon ajustado en color negro y una blusa de tiras ajustada al cuerpo con brillos oscura. Me contemple en el espejo y una chaquetilla corta de mangas tres cuartos, completo el atuendo. Me agrado lo que vi.

-Te ves bien... Y te verias mejor si caminaras levantando tu cara... Tienes unos ojos preciosos. Me dijo la de la tienda.

-Lista. Me dice el señor Kim ofreciendo su brazo para que lo acompañe al restaurante.

Uno que estaba en la entrada al ver al señor Kim lo guío hasta su lugar que tenia reservado y le trajeron los platillos que se ve siempre ordena.

-Ana... Te gustaría algo en particular. Me consulta.

-Pizza. Le digo y veo que hace una mueca, el mozo asiente retirándose.

-Siempre come carne cruda. Le pregunto.

-No es cruda... Esta cocinada... Sellada. Me responde.

-Aja. Le respondo suspirando pesado.

-Mi Lord... Que gusto tenerlo presente. Aparece un señor mayor junto a otro.

-Podemos sentarnos. Dijeron y antes que él responda se sentaron.

-Ah pensado en lo que le hemos dicho. Le consultaron y veo que el señor Kim se endereza en su asiento serio.

-Debe hacerlo... Si quiere mantener su puesto. Le dijeron y se retiraron.

-¿De qué hablaban?. Le pregunto.

-Nada importante. Responde carraspeando.

-¿Por qué te dijeron Lord?. Le pregunto.

-No me percate de ello. Responde serio.

En eso traen la pizza que encargue un tamaño mediano de queso y tomate. Al verla sonrio gustosa.

-¿Te gusta mucho?. Me pregunta.

-Si... Aunque la que hace mi primo es mejor. Le respondo.

-¿Quieres a tus primos?. Me pregunta.

-Me crie con ellos... Los considero hermanos. Le digo con nostalgia en la voz.

-Ellos no son culpables... No merecen que te vayas sin decirles. Me dice.

- Si lo hago me van a querer detener. Le respondo pensativa. - O tal vez me odien por lo que les diga.

-Eso no puedes saberlo. Me responde serio.

-De todos modos no quiero regresar. Le respondo.

-En ese caso ... Te puedo proponer algo (Dice carraspeando)... Puedes... Trabajar para mi... De manera permanente. Me dice serio.

-¿Qué haria?. Le pregunto.

-Pues...

-Mi Lord... He escuchado que esta en busca de una esposa... Mi sobrina que esta en Rumania... Seria ideal. Aparece un hombre alto de cabellos blancos y ojos verdes.

El señor Kim tensiono su expresion mirándolo fijo.

-Oh... Disculpe... No me percate que estaba por cenar. Le dijo mirandome y se retiro.

-Asi ¿qué busca una esposa?. Le pregunto.

-En particular no... El clan... Quiero decir la familia presiona que es tiempo de que tenga una compañera. Expresa serio pensativo.

-En relación a su propuesta... Incluye alojamiento. Le pregunto.

-¿Mi propuesta?. Pregunta.

-Si... De que trabaje para usted. Le recuerdo, lo veo contrariado despues de que los señores le mencionen de la busqueda de esposa.

-Ah... Si... Pues te explicaba...

-Mi Lord... Le presento a Franchesca. Aparece un señor a quien acompaña una mujer muy hermosa de cabellos largos negros y un vestido que dejaba poco para la imaginacion.

El señor Kim los miro serio se incorporo señalando que me pare.

-No necesita presentarme a nadie... Ya elegi. Le dijo serio y nos encaminamos a la salida. El suspira pesado con el ceño fruncido.

-Asi que ya eligio. Le consulto y me mira serio pensativo.

-Me dijiste... Que ya no puedes vivir bajo el mismo techo que tus tios... Y necesitas donde vivir... Y si trabajas... Como si fueras mi compañera. Me consulta y lo miro sorprendida.

-¡¿Qué?!. Le pregunto desconcertada.

-Te soy sincero... No me interesa emparejarme a corto plazo... Ademas tendras un lugar donde vivir... Y de paso... Se calman las aguas y no me estan presentando ni interrumpiendo mi cena... Y tendras un fondo... Para tus estudios. Me propone.

-Y... ¿Por cuánto tiempo?. Le consulto.

-Eso... Sera hasta que consiga con quien quiera realmente tener de compañera... Y tu... Tendras tu libertad. Me sugiere.

-Pero cuanto tiempo. Le pregunto.

-Para mi... El tiempo es relativo... ¿Cuánto crees que se tarde?. Me pregunta.

-No soy la indicada para aconsejar en ello... Nunca tuve una relacion. Le explico.

-Pues... Que te parece si ponemos un año de contrato... Con la posibilidad de que se renueve... Si no consigo para ese tiempo. Me sugiere.

-Suena bien. Le respondo.

-Pero antes que firmes el contrato... Debes saber algo de mi... Y si lo aceptas... No hay marcha atras... Pero si no lo haces... Sera como si esta conversación nunca paso. Me dijo y no entendía a que se refiere.

(*Liam)

En el clan me presionaban a que debia tener una compañera. Para mi es algo ridiculo, pero segun ellos es necesario.

Luego de la reunion sali a caminar, refrescar mis ideas, la oscura noche solitaria me da esa paz, antes podia recorrer la tierra sin preocupaciones mas que mi persona. Y ahora debo pensar en tener una compañera, ninguna considero en especial, solo hay una en quien me fije pero no es aceptable para los del clan que nos relacionemos con los humanos, no esta bien visto que las especies se crucen de ese modo, los que lo han intentado han muerto en la hoguera en tiempos remotos, de los que estoy enterado.

Perdido en mis pensamientos veo una figura conocida caminando, puedo sentir sus emociones, estan al rojo vivo, eso me emociona, otras veces no siento nada de ella, pero esta vez si.

Le hablo haciendo que se sobresalte y al ver a sus ojos me doy cuenta de lo que pretende hacer.

"Se esta escapando"

Por lo que le planteo la posibilidad de pensarlo mejor y la invito a cenar. La llevo a un restaurante que frecuento.

Ella al ver la elegancia que presentan los que concurren a ese restaurante se siente cohibida por su vestimenta. Por lo que le doy la solución al indicarle que se puede cambiar y que es un regalo de mi parte. Al verla se ve muy bella, le gusta usar los colores oscuros, que le sientan muy bien, por primera vez contemplo su tes de un tono tostado exquisito, es una combinación de sus padres que la crearon unica e incomparable. Nos dirigimos al restaurante, puedo sentir la presencia de varios de mi clan, trato de que eso no me afecte, ademas no intentaran nada al haber tantos humanos presentes.

Ana como es de esperarse, si se le llega a dar la posibilidad a elegir que comer son esos alimentos no muy nutritivos, segun mi opinion, pero a ella le gusta.

Teniamos una platica de lo que pensaba hacer cuando nos interrumpen uno de los de los que son la cabeza de una de las familias importantes recordandome sobre lo que se hablo en la reunion.

Los mire serio indicando que me importunaban por lo que se retiraron sin dejar de mencionar la importancia del asunto.

Retome mi charla con Ana para proponerle que trabaje para mi en principio pense que sea asistente, cuando nuevamente nos interrumpen y hacen mencion de que busco esposa. De nuevo tratando de no armar una escena ante Ana, le hago notar que importunan con su imprudente comentario.

Ana consulta de lo que mencionaron, la verdad esta situación me estaba sacando las ganas de cenar, me estaba formando unas escenas de como castigar a los que me molestaron de manera indiscreta y a la vez de mantener una charla con ella sin sonar aterrador, de la frustración me estaba costando graduar mi tono, cuando aparece uno presentandome a una de Rumania, es una que tiene mas recorridos que una avenida principal. Ni en mis mas locos sueños tendria de compañera una a la que todos han conocido en su alcoba.

Arto de la situación le indico a Ana que es momento de irnos, ella al parecer entiende mi mal estar que me sigue sin ningun inconveniente.

Al pensar en el asunto que me aqueja y en que el que a ella le perturba se me ocurrio proponerle que se haga pasar por mi compañera, asi ya no me molestarian y ella tendrá un lugar donde estar.

Pero primero debía revelar lo que soy para que sepa a que se enfrenta, si no lo tomaba tan bien tan solo le borraba la memoria y seria como si nunca tuvimos esa charla, aunque eso me daria mucha pena, por una loca razón queria que acepte.

-¿Qué razón debo saber?. Me pregunto sacandome de mis pensamientos. Por lo que le lleve lejos de la vista de curiosos.

-Ana... Debo confesarte lo que en verdad soy. Le digo y ella me mira con los ojos muy grandes.

-No me digas que eres un tipo de fugitivo de la justicia. Me dice y sonrío negando.

-No... Es otra cosa. Le comento.

-Dime... Por qué no me imagino que puede ser peor. Me dice pensativa.

-Soy un vampiro. Le digo y me mira frunciendo el ceño sorprendida.

-No... En serio... Dime. Me dice incredula.

-No bromearía sobre algo asi. Le digo serio y ella se lleva la mano en la boca de la sorpresa.

-¿Hace cuanto?. Me pregunta, sorprendiendome que no salio corriendo ni gritando, al contrario se la ve entusiasmada.

-Ciento cincuenta años. Le respondo.

-¿Qué se siente?...¿Comes insectos?... ¿Duermes en un ataud?. Pregunta.

-Pues... Soy mas agil y fuerte... Viste que como... Insectos no, ni pensarlo... No duermo en un ataud... Eso es en las peliculas... En realidad... Casi no duermo... Y para ello tengo una cama. Le respondo.

-Y... Bebes sangre humana. Me pregunta nerviosa.

-A veces... Por lo general no. Le digo y veo que contrae la cara.

-No te preocupes... Jamas te haria daño... Al contrario... Te defendere de los demas. Le aseguro acariciando su mejilla.

-¿ Cómo a veces?. Me pregunta.

-Pues... Solo es como un suplemento vitaminico... Que no consumo de seguido. Le respondo para su tranquilidad.

-Entiendo. Dice suspirando pesado.

-Entonces... ¿Qué dices?. Le consultó.

-Esta bien... Pero prometes no hacerme parte de tus "a veces". Me dice haciendo gesto con los dedos como poniendo comillas.

Asiento gustoso.

-Te lo prometo.

Estrechamos las manos.