Después Del Divorcio

Punto de vista de Dante

Estaba en mi oficina esperando a que está mujer firmara ese mxxxxxx contrato, ah, pero me salió con que ella no se vendía, yo solo la quería para mí, una mujer así no es fácil de conseguir, ella se fue y me dijo que no cambiará de opinión, eso me puso de mal humor no quería ver a nadie así que me quedé en la oficina, ya entrada la noche recibo una llamada de un número desconocido y para mi sorpresa era mi pequeña conejita, me contó lo que estaba pasando y mi enojo llegó a un nivel más alto, lo bueno de todo esto es que firmara el contrato y este se alargará un año, no creo que sea tanto tiempo después que consiga lo que quiero de mi familia y me aburra de ella simplemente la botaré.

Hablé con medio mundo para poder liberarla y es que Alejandro está vez la supo hacer, después de mucho trabajo logré que la soltaran y eliminarán su expediente, también tuve que lidiar con la amiga de ella, agarre a mi mujer y la lleve a mi casa necesitaba un baño y cambio de ropa urgente se veía muy demacrada y así no me servía de nada, mandé a buscar ropa de diario, para la oficina, para salir a eventos y lo más importante lencería para que me la modele a mí. Cuando llegamos a la casa vi su mirada de asombro se veía que nunca había estado en un lugar así y de repente su mirada se tornó triste y seguro está pensando en sus hijos.

La lleve adentro y la presente como mi mujer y dueña de esta casa vi su cara de sorpresa y hasta yo me sorprendí porque ese no era mi plan, la lleve a mi habitación cosa que la puso tensa y le dejé un par de cosas en claro, sé. Día que tenía muchos problemas de autoestima que yo le quitaría.

Punto de vista de Abigail

Me llevo a su habitación, era tan grande y bonita que por un momento me perdí en cada rincón, hasta que Dante me habló.

Dante: está será tu nueva habitación, aquí está nuestro clóset, este lado será el tuyo, desde ya te digo que odio el desorden y que ocupen mi espacio

Le enseñe donde estaba todo lo que ella necesitaba, la lleve al baño y le expliqué el uso de la regadera y que si necesitaba algo tendría a una muchacha de servicio solo para ella, abrí la regadera y le pedí que se bañara, mi intención era quedarme viendo lo que hacía, así que empecé a quitarle su ropa y cuando toque esa piel tan delicada y suave no me pude detener, así que arrincone en una esquina del baño y empecé a besarla, estaba muy rígida y eso me molestaba.

Dante: si esto va a hacer así es mejor que olvidemos el contrato y te vayas estás libre has lo que quieras.

Para mi sorpresa Abigail se acercó a mí todavía un poco nerviosa y me dio un beso, un beso suave, pero lleno de pasión, no tarde en responder a su beso el cual lleve a un nivel más alto, estaba perdiendo la cabeza cuando ella me detuvo.

Abigail: dame un poco de tiempo, esto no es fácil para mí, solo te pido un poco de tiempo.

Dante: solo te daré el tiempo que tenemos antes de la boda, después de eso tendrás que ser mi mujer.

Abigail: de cuánto tiempo estamos hablando?

Dante: una semana, mi familia vendrá para ese día.

Abigail: (casi llorando) está bien, estaré lista para ese día, ahora puedes dejarme sola por favor.

Salí del baño con un sentimiento de culpa, Abi ya había sufrido demasiado y aquí estoy yo tratándola como una cualquiera, también sé que ella no es así todo esto lo está haciendo por sus hijos.

Punto de vista de Abigail

Cuando Dante salió del baño cerré la puerta con llave y empecé a llorar a llorar como una niña, a llorar por como todo se me estaba derrumbando, llorando por la traición de Alejandro, llorando porque en pocos días perderé mi libertad, llorando porque me voy a vengar, llorando por este sentido odio, mi vida se acabó.

Había pasado como una hora desde que me metí en la regadera y ya era hora de salir a enfrentar mi realidad, cuando salí Dante no estaba por ningún lado así que entre al clóset y escogí un conjunto cómodo de casa de los que Dante me había dicho, fui al espejo y vi mi reflejo estaba hinchada de tanto llorar, y no podía permitir que me vieran así, cuando estaba por levantarme del tocador entro Dante al verme puso una mirada de rabia.

Dante: por qué estás tan hinchada? Te ves muy mal.

Abigail: lo siento solo quería desahogarme y no pude contener mis lágrimas, entiende extraño a mis hijos.

Dante: ya puse a mi gente a buscarlos.

Esas palabras me llenaron de felicidad y salí hasta donde estaba él y lo abracé lo único que podía decir era gracias, él me rodeo con sus fuertes brazos y así nos quedamos un buen rato.

Abigail: (separándose de él) lo siento no quise molestar, mira ya ensucié tu camisa, no te molestes por favor.

Dante: no te preocupes por la camisa tengo muchas más como está y ni que esto no se fuera a quitar, en cuanto al abrazo lo puedes hacer cuando quieras, bueno solo venía a decirte que pedí la cena y nos la traerá a la habitación, de seguro ninjas almorzado.

Abigail: no tengo hambre, solo quisiera dormir, anoche no lo pude hacer

Dante: podrás dormir una vez hayas comido algo, si sigues adelgazando no aguantaba la noche de boda.

Abigail: (triste) está bien comeré algo.

Dante: no sé qué te gusta, así que pedí lo mismo que comiste en el restaurante.

Abigail: aún lo recuerdas? Ese día estaba tan feliz, al fin había conseguido trabajo y podría luchar por mis bebés.

Dante: bueno llegó la comida, come algo y después descansa, mañana regresaremos al bufete.

Abigail: tan rápido, pensé que me podía tomar esta semana para descansar.

Dante: no querida la idea es que me vean contigo todo el tiempo.

Abigail: quien preparara la boda.

Dante: solo será por el civil la haremos aquí en la casa solo con mis familiares y mi secretaria se está encargando de todo.

Abigail: puedo invitar a mi amiga Darla, es la única amiga y familia que tengo, ella es como mi hermana.

Dante: si lo puedes hacer,, pero que no diga ni se meta en nada.

Abigail: así lo haré.

Terminamos de cenar el me saco un conjunto de dormir que se veía muy cómodo me cambié y me fui a la cama, Dante salió de la habitación sin decir nada pensé que se quedaría en otro lado.

Ya no tenía más opciones así que me toco aceptar todos sus términos con resignación.