La Curvis Más Bella

Lautaro … 

Desde que llegué a la casa de los Sánchez a mis 9 años, sentí que al fin podría tener una verdadera familia, mis padres adoptivos Sandra e Ithalo Sánchez me habían acogido y me trataban como si realmente fuese su hijo de sangre, me llenaban de regalos, me mandaron al mejor colegio de la ciudad, y siempre me daban lo que pedía 

Desde el inicio me prohibieron acercarme a la hija de la servidumbre como ellos decían, yo realmente pensé que Melanie era la hija de la cocinera y del ama de llaves, hasta que tiempo después escuché a mis padres hablando de ella y ahí fue como me enteré que Melanie era realmente la hija biológica de ellos, pero ellos no la querían por haber nacido mujer 

Eso me hizo sentir muy mal, y me dio mucha bronca, pero no podía hacer nada, ya que ellos me adoptaron y me estaban dando una buena vida 

Durante mis años en el orfanato no la pasé muy bien, siempre había un grupito de chicos que me molestaban, y aunque yo me defendía, aún así ellos no me dejaban en paz, era por esa razón que les agradecía a Ithalo y a Sandra por haberme elegido a mí de entre todos ellos, por lo que sentía que les debía mí vida 

Melanie siempre vivía triste, y ver cómo mis padres la maltrataban, la humillaban y golpeaban aún siendo su hija biológica me hacía hervir la sangre, así que me propuse a hacer algo por ella. Quería sacarla de ahí, que se fuera lejos de ellos, pero yo no tenía aún plata como para ayudarla, y ella seguía siendo menor de edad, así que me dije que comenzaría desde ese momento a juntar plata y para cuando ella fuera mayor de edad entregársela para que al fin pueda irse de esa casa y ser feliz sin la necesidad de pasar hambre.

Así comenzaron a pasar los años, siempre que mis padres no estaban, yo me acercaba a ella y jugábamos juntos, hasta mis 15 años que me di cuenta que me había enamorado de ella y verla a cada momento me hacía feliz 

Con la llegada de mí hermano Brandon él tiempo con ella era cada vez más, ya que mis padres se habían entretenido con la llegada de su verdadero hijo y habían dejado de prestarme atención como al comienzo 

Eso a mí no me molestaba, si por la llegada de ese niño ellos decidían qué yo ya no les servía y me echaban, ya tenía dinero suficiente como para irme tranquilo y llevarme a Melanie conmigo 

Pero eso jamás pasó, ya que cuando Brandon creció un poco mí padre se centró nuevamente en mí y comenzó a enseñarme todo lo relacionado con la empresa para cuando fuera mayor de edad, pudiera administrarla 

Pero todo se me derrumbó cuando Melanie desapareció, mí mundo se volvió negro y casi me vuelvo loco

Según mis padres ella se había ido por voluntad propia sin decirle a nadie, pero yo sabía que eso no podía ser posible, ella jamás se iría sin siquiera avisarme a mí, así que cuando cumplí mis 18 años y mí padre me puso al mando de la empresa mientras estudiaba en la universidad, fue que contraté a un detective para que averiguara que había pasado con Melanie y donde estaba 

Año tras año siempre el detective me traía la misma noticia, “No he podido localizarla”, “No he podido encontrarla”, “No hay rastros de ella”, “Es como si ya no existiera, ya que no hay registros de ella por ningún lado” 

Eso me estaba enloqueciendo, casi no podía dormir pensando en ella, y aunque el tiempo pasaba, no podía sacarla de mí mente

Hasta que al fin el detective llegó con buenas noticias, esas que hacía 4 años que estaba esperando, “La encontré” , esas dos palabras me llenaron el alma y me fui enseguida para donde él estaba para que me dijera todo lo que había averiguado 

— Fernando dime dónde está — le digo sentándome frente a él en la cafetería 

— Lautaro Buenos días, ayer pude dar con ella, está en Caracas, con el nombre de Melanie Brown, por eso no pude dar con ella antes, se había cambiado el apellido — me dice sacando una carpeta 

— ¿En Caracas? — le pregunto sorprendido 

— Si, lo poco que pude averiguar es que está trabajando en el hotel Tamanaco desde hace un año como limpiadora — me dice Fernando mostrándome unas fotos que consiguió de unas cámaras de seguridad y yo sonrió al verla

Era ella, realmente era ella y al fin la había encontrado, seguía viéndose tan hermosa como la recordaba y no veía el momento de poder verla nuevamente 

— Bien, Gracias Fernando, depositaré tu pago más un extra por haberla encontrado — le digo levantándome y despidiéndome de él 

Al salir de la cafetería vuelvo a la empresa, y busco en los archivos de todas las empresas que quisieron asociarse con nosotros, sabía que había visto una que era de Caracas, así que la busque hasta encontrarla 

“R y D corporation” quería expandir su empresa De modas aquí en Maracaibo, pero necesitaban socios para poder sacar adelante su empresa, por lo que me comunique con ellos y decidí hacer trato con ellos 

Necesitaba una excusa para poder ir a Caracas sin que mí padre sospechara, y esto me venía excelente.

Así transcurrió mí día, me sentía feliz y motivado, así que el día se me había pasado volando sin darme cuenta 

Ya en la tarde salgo de la empresa y me dirijo para la casa, allá se encontraban mis padres esperándome con la cena y mí hermano Brandon que ya tenía 7 años 

— Buenas noches — les digo cuando llego 

— Hijo, bienvenido, ¿cómo estuvo tu día? — me pregunta mí madre sonriendo 

— Muy bien mamá, con un proyecto en mano que nos beneficiará mucho — le digo sonriendo 

— ¿De que se trata hijo? — me pregunta mí padre con intriga 

— Una posible asociación con una empresa de modas de Caracas que quiere expandirse y abrir una sucursal acá en Maracaibo y necesita proveedores de telas, así que se han contactado conmigo y hemos acordado una reunión, por lo que el sábado en la mañana viajaré a Caracas para cerrar trato con ellos — le digo sonriendo y ellos se miraron entre sí

— ¿Tienes que viajar tú hasta allá? ¿No pueden venir ellos hasta acá? — pregunta mí madre con algo de nervios, y de seguro porque saben que Melanie se encuentra allá y jamás me lo quisieron decir 

— Si mamá, debo viajar yo, ya que ellos solicitan de nuestros servicios y no podemos perder esta oportunidad de expandir nuestra empresa — le digo decidido 

— Está bien hijo, ¿y cuando volverías? — pregunta está vez mí padre 

— El domingo estaría volviendo papá — le digo serio 

— De acuerdo, buena suerte hijo, se que en tus manos la empresa crecerá rápido — me dice mí padre y yo sonrió, pero no por lo que él dijo, sino porque se me venía a la mente la foto de Melanie y que pronto la volvería a ver.

El sábado llegó al fin, eran las 7 am de la mañana y me encontraba ya a bordo del avión con destino a Caracas  

Había elegido este horario para viajar, ya que quería estar lo más temprano posible allá

El viernes por la tarde había llamado al hotel Tamanaco para reservar la suite presidencial para cuando llegara, ya instalarme.

Al llegar a Caracas, salgo del aeropuerto y me dirijo hasta el hotel, mis manos sudaban, sabía que en pocos minutos iba a volver a ver a Melanie y eso me tenía con los nervios a mil 

Al llegar subo directamente a mí habitación a dejar mí maleta para volver a salir a buscar a Mel, pero gran sorpresa me llevé al verla a ella ahí limpiando y mi corazón comenzó a latir con rapidez 

Al fin la veía, al fin la tenía enfrente mío y está vez no la dejaría escapar nunca más.

Lautaro ...