Eros y Lyra descubren que están unidos por el lazo más poderoso: son compañeros destinados. Sin embargo, las heridas del pasado convierten ese vínculo en una lucha constante para Lyra, quien intenta resistirse a lo inevitable. Pero el llamado del destino es más fuerte, y poco a poco, la atracción entre ambos comienza a derribar las barreras que los separan.
La cercanía se intensifica cuando Eros y Lyra emprenden un viaje en busca de respuestas sobre los inquietantes cambios que ella experimenta. En el camino, descubrirán que el mundo está tejido de secretos oscuros: brujas que juegan con el destino, vampiros que ocultan verdades prohibidas y Doppelgängers que amenazan con cambiarlo todo.
Te invito a caminar bajo la misma luna con Eros y Lyra en busca de respuestas.
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Capítulo 6
Lyra.
Lo ha hecho, pensé que no lo haría. Pero lo hizo.
—¿Que ha pasado? — me pregunta Lizzie mientras vamos camino a casa — has estado toda la tarde distraída.
—Me ha dicho que no puedo rechazarlo......bueno me lo ha ordenado.
—¿Que?— pregunta sorprendida Jules — ¿Enserio ha hecho eso? — pregunta y yo asiento.
—Que hijo de puta— dice Lizzie.
—No puedes decirle puta a Luna, Lizzie — la regaña Jules.
—Sabes a lo que me refiero, no quiero faltarle el respeto a nuestra Luna pero su hijo no colabora — repica esta.
—Ahora que lo pienso, Lyra será nuestra próxima luna — exclama Jules.
—¡Joder! Es cierto — dice una sorprendida Lizzie.
—No seré la Luna de nadie, no voy aceptar a ese chico como mi compañero.
—Has hablado de esto con tus padres? — pregunta Jules cambiando de tema.
—Claro que no y tampoco pienso hacerlo.
—Deberías decirle Lyra, puede que Eros se lo diga para persuadirlos y se enojarán si se enterar por el que por ti — me dice Lizzie.
—Vale, lo haré pero aún no y si Eros se atreve a decirles lo odiaré aún más.
—Entoces llámalo y dile que no vaya a decir nada— dice Jules.
—No, me niego no lo llamaré.
—Entonces llama a Joey y que él le dé el mensaje— dice Lizzie.
—De verdad que son unas insoportables— les digo mientras tomo en teléfono y llamo a Joey el cual me contesta al tercer pitido —Eh....hola.
—Oh Lyra ¿dime que.........
—Dame eso — escucho y logro reconocer la voz de Eros— ¿que pasa? — pregunta.
—No te llame a ti.
—¿Para que llamas a mi beta entonces? — pregunta este.
—Para no tener que hablar contigo.
—En este momento estás hablando conmigo, oye Lyra lo siento enserio nena — el apodo hace que me sonroje y que un escalofríos me recorra la espalda— no quería hacer eso pero no podía arriesgarme a que me rechazaras, aceptaría todo menos eso.
—No me importa tus explicaciones Eros, solo llamaba para que no dijeras nada sobre.....mm...sobre
—¿Que somos compañeros? — pregunta en un tono melancólico.
—Mmm si, mis padre aún no lo saben y quiero que lo sepan por mi, así que ni siquiera a tus padres puedes decirles— respondo mordiéndome el labio un poco apenada.
—No dire nada Lyra, no te preocupes.
—Mmm, gracias, adiós — digo antes de colgar.
Me quedo mirando un momento el teléfono, su voz sigue resonando en mi cabeza, en tono melancólico que puso cuando le pedí que no dijera nada me hizo sentir culpable.
—¿Que pasa?— pregunta Jules.
—Nada. — Digo apartando el teléfono.
Esto no me hará sentir culpable, él fue malo conmigo durante muchos años y yo solo debía aguantar ya que por ser el próximo alfa se exigía respeto hacia él y aunque no lo queramos y lo veamos como a un chico normal no podíamos evitar sentir respeto hacia el, ya que técnicamente nuestro futuro está en sus manos pero ahora que soy su compañera muchas cosas han cambiado.
Ahora su aura de alfa no funciona conmigo, lo que significaba que podía poner a cualquiera de rodillas menos a mi, podía exigir respeto menos a mi y aunque su poder de alfa aun funcionaba conmigo si llegara a aceptarlo como mi compañero ya no podría darme órdenes ya que podría desobedecerle si eso queria.
Al llegar a casa veo a papá sentado en el comedor mientras habla con mamá la cual se encuentra en la cocina.
—Cariño, hola — me dice papá cuando nota mi presencia— ¿Que tal la escuela?.
—Bien papá....igual que siempre.
—Me alegro mucho cariño — dice depositando un beso en mi mejilla cuando llego hasta donde está.
—¿Que preparas mamá? — pregunte.
—Estofado de carne — responde ella besando mi mejilla —Ya casi está listo.
—Que bueno, tengo hambre.
—Lo se, y ahora más que has cambiado— me sonríe.
—¿Como es tu loba cariño? — pregunta papá.
—Color arena así como mi cabello y tiene los ojos más oscuros que los míos — respondo sentándome frente a él.
—Espero que pronto podríamos salir a corre — dice papá sonriente — ahora con la ceremonia para nombrar a Eros el nuevo alfa el alfa Félix quiere que entrene a Eros más seguido ya que el no puede hacerlo.
De solo mencionarlo mi cuerpo reacciona al instante haciendo que me tense.
—Pobre chico aún no ha terminado la escuela y ya tiene que tomar el control de toda una manada — comenta mamá sirviendo la cena — espero y logre encontrar a su compañera antes de cargar con tantas responsabilidades.
Termino ahogándome con esas palabras de mamá.
—¿Estás bien cariño?.— pregunta ella.
—Si mamá estoy bien no te preocupes—Digo para tranquilizarla.
—Si Luisa, espero y pueda encontrar sería muy difícil para él cargar con tantas responsabilidades y sin tener a su compañera.— continúa papá con la conversación.
—¿Por qué es importante que encuentre a su compañera antes de la ceremonia? — preguntó.
—Por que normalmente siempre se realiza la ceremonia cuando ya han encontrado a su pareja destinada, pero este caso es diferente ya que el alfa ya no puede hacerse cargo de la manada por lo que su hijo al cumplir los dieciocho años ya puede heredar el puesto, pero sería muy complicado para un chico de su edad y sin el apoyo de su compañera llevar las riedas de una manada tan grande — papá hace una pausa negando con pesar— el chico en unos pocos años si no encuentra a su compañera podría llegar a la desesperación a tal punto de poder acabar con todo a su paso.
Esto hizo que se me formara un nudo en el estómago y un dolor en el pecho, tal vez estoy siendo egoísta y se que si pero él me hizo daño y no una vez sino muchas veces y eso no me lo puedo sacar de la cabeza.
Cuando termino de cenar y ya estoy acostada en mi cama mirando el techo mi cabeza empieza a maquinar, a reflexionar y a decirme que es lo correcto, mientras que mi subconsciente y orgullo me dicen todo lo contrario a lo que mi cabeza dice.