Un Amor Pasado que Aún No Termina

"Van... ¿Cómo fue la reunión con la gente de Corel? ¿Podemos confiar en ese escritor novato para aumentar las ventas de la revista esta temporada?", preguntó Gara tan pronto como llegó al hotel donde se hospedaba Evan.

Evan, que desde hacía un rato pensaba en el encuentro casual con Dara, miró el rostro de Gara con suspicacia.

"¿Ya te acostaste con Reva?", en lugar de responder a la pregunta de Gara, Evan hizo una nueva pregunta.

Gara detuvo su actividad de leer el informe que había recibido de Evan.

"¿Por qué preguntas algo tan personal? ¿Y por qué de repente quieres saber eso? ¿Qué pasa? ¿Encontraste algo sobre Reva?", preguntó Gara atropelladamente.

Evan se acomodó en su asiento.

"Solo quiero saber, eso es todo. ¿Ya te acostaste con Reva? Responde sí o no, porque esto afecta a tu futuro", respondió Evan, lo que confundió aún más a Gara.

"¡No y nunca lo haré! ¡¿Satisfecho?!", respondió Gara molesto.

"¡Ok, bien!"

"¿Todavía te gusta esa chica?", preguntó Evan luego.

Gara, ya molesto, arrojó el papel que tenía en la mano.

"¿A dónde quieres llegar con tus preguntas? No te andes con rodeos", dijo Gara.

"No creerías lo que te digo si te dijera que me encontré con ella", respondió Evan, lo que hizo desaparecer la arruga en la frente de Gara al instante.

Gara se recostó en el respaldo del sofá.

Tratando de procesar las palabras de Evan. Sabía que Evan nunca le mentía.

"¿Dónde? ¿Dónde te encontraste con ella?", preguntó Gara débilmente.

"En Corel. Trabaja allí como escritora de artículos con el seudónimo DJ. Y sabes que es la abreviatura de su nombre, Dara Jelita", explicó Evan con entusiasmo.

Gara se frotó la cara. Después de años de buscar por todas partes y adquirir varias filiales de impresión, su búsqueda llegó a su fin. La encontró, encontraron a esa chica. Su Dara está aquí.

"¿Cómo está? ¿Sigue siendo la misma Dara de hace cinco años? ¿Te reconoce?", preguntó Gara impaciente.

"En realidad, puede que me recuerde. Solo que no tuvimos la oportunidad de hablar personalmente porque desapareció inmediatamente después de la reunión. Pero al menos tenemos una pista de que está aquí y eso es suficiente para que podamos encontrarla", respondió Evan con optimismo.

Gara asintió. Evan tiene razón. Esto es suficiente. Encontró a Dara y probablemente también se encontrará con su hijo.

Gara tomó el teléfono móvil cuyo fondo de pantalla era una foto de Ardiaz cuando era bebé. Porque esa es la única foto que tiene.

Después de que Hanifa enviara la foto de Ardiaz recién nacido, la amiga de Dara cambió su número de teléfono móvil. Así que a Gara le resultó difícil encontrar el paradero de Dara y su hijo.

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Después de pasar varios días en Singapur, Gara y Evan regresarán a Indonesia esta tarde, pero mientras conducían hacia el aeropuerto, su conductor de la oficina les recomendó un restaurante de comida típica indonesia no muy lejos del aeropuerto. Como Evan dijo que tenía hambre desde hacía un rato y que no había probado bocado, aceptó directamente la sugerencia de su conductor y, como resultado, ambos están aquí en el Restaurante Saung Oma Dewi.

"El restaurante es muy indonesio. Me gusta, y la comida también me gusta", dijo Evan cuando terminaron de comer varios platos que pidieron.

Gara seguía mirando alrededor del restaurante.

No lo sabía, pero se sentía cómodo estando allí.

En la entrada, Hanifa acababa de llegar después de recoger a Dara y Ardiaz del hospital.

"Fa... Menos mal que llegaste, reemplaza a mamá, ¿sí? No se puede dejar a la abuela sola mucho tiempo", dijo Mamá Indi al ver que su hija, que es la gerente del restaurante, acababa de llegar.

"Mamá, regresa, yo la reemplazaré aquí. Además, Diaz ya está siendo cuidado por su mami", asintió Hanifa.

"Bueno, entonces, mamá se va...", se despidió Mamá Indi, que se fue con su chófer personal.

Hanifa, que iba a caminar hacia su oficina en el tercer piso del restaurante, chocó accidentalmente con un hombre que acababa de salir del baño.

"Aduh..." Hanifa se tocó la frente que acababa de golpear la espalda robusta de alguien.

"¿Por qué caminas hacia atrás? ¿Acaso eres un cangrejo?", se quejó Hanifa en indonesio.

El hombre se dio la vuelta e inmediatamente cortó su llamada telefónica.

"Sorry, are you okay??", preguntó con incomodidad.

Hanifa seguía frotándose la frente. Estaba tan fascinada con los ojos del hombre cuando levantó la cabeza para mirar al hombre que la acababa de golpear. "Guapo...", murmuró.

"Yes.... Are you talking about something?", preguntó de nuevo sin entender.

"No.... Nothing... I'm okey", respondió Hanifa con una mueca de vergüenza.

"Indonesia...??", preguntó el hombre.

"Sí... Soy de Indonesia. ¿Cómo lo supiste?", respondió Hanifa.

"Igual, yo también soy indonesio. Porque no importa cómo ni hasta dónde vayamos, la cara y las características típicas de Indonesia nunca se pueden borrar. Sorry, mi nombre es Evan Hardiyata", el hombre extendió la mano con la intención de presentarse.

Hanifa miró la mano extendida "Hanifa Prameswari", saludó.

"Es un placer conocerla, señorita Hanifa. La próxima vez nos volveremos a encontrar. Tengo que tomar un vuelo esta tarde... Una vez más, lo siento...", dijo Evan para terminar su breve presentación porque el teléfono móvil en el bolsillo de su chaqueta no dejaba de vibrar. Seguro que es Sagara quien está impaciente, pensó.

Evan caminó un poco más rápido hacia el estacionamiento donde Gara y su conductor ya estaban esperando.

"¿Fuiste al baño o estabas coqueteando? ¿Por qué tardaste tanto....???", refunfuñó Gara.

Evan puso una cara seria "Había cola en el baño", respondió brevemente.

Gara no prolongó la discusión porque tenían que llegar al aeropuerto lo antes posible.

Durante todo el viaje a Yakarta, ni Gara ni Evan hablaron. Estaban absortos en sus propios pensamientos.

Evan incluso parecía sonreír levemente al recordar su breve encuentro con la chica que conoció en el restaurante.

Mientras que Gara pensaba en cómo divorciarse de su esposa, Revalina.

Gara estaba ansioso por encontrarse con Dara y su hijo. Pero, ¿qué podía hacer? Tenía que regresar rápidamente a Yakarta porque tenía una reunión importante a la mañana siguiente con un cliente de Arabia Saudita. Así que, quisiera o no, Gara tenía que ser un poco más paciente.

"Ra.... Espérame, seguro que los encontraré y los recogeré", susurró Gara en su corazón.

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Mientras tanto, en la casa de la abuela Dewi, Diaz no dejaba de quejarse.

"Mami tiene que buscar a papi... Iaz quiere conocer a papi...", se quejaba Ardiaz desde hacía un rato.

En la medida de lo posible, Dara trataba de no ser provocada por la ira de su hijo.

"Iaz, toma la medicina primero, cariño, luego, cuando Iaz se mejore y pueda jugar de nuevo, Iaz podrá conocer a papi...", persuadió Dara con tristeza.

Ardiaz se secó las lágrimas. Era la primera vez que lloraba así. Dara no podía entender cómo su hijo recordaba tanto el rostro de su padre, aunque nunca se habían conocido, ni Dara ni nadie que conociera su historia le habían mostrado una foto de Gara a Ardiaz.

"Ra.... ¿Todavía no estás tranquila??", preguntó la abuela, que había escuchado el pánico de su nieta adoptiva.

"Ya estoy, abuela... Recién se quedó dormido después de tomar la medicina", respondió Dara cuando la abuela Dewi se acercó a ella en la habitación.

La abuela Dewi acarició el brazo de Dara.

"Ayer le pregunté a los que ayudan en la casa. Dicen que Diaz vio a ese hombre en la televisión y la señora dijo por error que Ardiaz se parecía al hombre cuya noticia estaba siendo muy comentada en las cuentas de chismes e Iaz creyó eso. Incluso hay madres de los amigos de Diaz que también dicen eso. Y sabes que Diaz tiene un cerebro brillante y recuerda las cosas fácilmente... Así que creo que sería bueno que le presentaras poco a poco la figura de su padre", dijo la abuela Dewi con cuidado.

Dara solo se quedó en silencio. Sabía que tarde o temprano, Ardiaz preguntaría por el paradero de su padre. Pero Dara no sabía que sería tan pronto.

Dara no estaba preparada para explicar nada sobre ese hombre. Sobre todo ahora, que Gara estaba casado y tenía una nueva familia. Esto seguramente se hará más difícil para ella o para Gara más adelante.

"En la medida de lo posible, Dara seguirá eludiendo la conversación sobre su padre. Esto es lo mejor, abuela...", decidió Dara entonces.

Continuará....