La Mascota Del Alfa

— Ya te lo dije, Mia. No puedo acceder a que regreses, este es tu hogar. Aquí estarás segura. Solo quiero lo mejor para ti, así que termina de desayunar para que partas a la Academia Real. Allí te enseñaran sobre nuestras costumbres y cultura. Vas a ver qué podrás adaptarte en poco tiempo. Se que todo esto es demasiado para ti, pero confía en mí, es lo mejor.

Al escuchar sus palabras, baje la cabeza con desánimo.

Dicen que al mal tiempo hay que darle prisa, sin embargo, deseaba que los minutos pasarán lentamente, en este momento, es más, me gustaría tener el poder de retroceder el tiempo hasta llegar justo cuando tuve la brillante idea de aceptar la propuesta de mi padre.

¿Por qué incluso la acepté?

En este momento, mis razones me parecían absurdas y bizarras. Con cada segundo que pasaba en esta lúgubre mansión, estaba más que segura de que nunca debo aceptar venir, debí quedarme con mi nana. Pero volver con ella parecía una misión imposible. Ya que ni siquiera sabía dónde estaba, a mí alrededor solo había árboles y más árboles, intenté mirar el GPS en mi celular, pero cambiaba de dirección constantemente como si algo interfiriera. Y para rematar, mi dichoso padre estaba tan enfrascado en que me quedé como si eso fuera lo más importante para él.

¿Por qué debía quedarme? ¿Por todo eso de ser licántropos o lo que sea?

Eso era absurdo ni que estuviera en la serie de Teen Wolf o Diarios de Vampiros.

Todo esto me estaba volviendo loca. No sabía qué hacer con esta situación, ni como reaccionar ante mi nueva vida. En realidad, anoche decidí que le diría a mi padre que regresaría con mi nana. Sin embargo, la respuesta que obtuve de su parte fue un gran «no» como respuesta. Al parecer, estaba empecinado en que este era mi «hogar».

Para ser llamado "mi hogar, mi familia", no me sentía tan bienvenida que digamos. ¿Y si así se supone que son las familias?, pues no quería una.

Ya sea Emily o Carl ni siquiera me hablaban o me miraban y si lo hacían me dejaban ver que yo sobraba en esta familia. Bueno, aunque si lo pienso, cuando estaba en casa con mamá era lo mismo, ella siempre me hacía sentir así. Pero al menos ella me trataba como si no existiera, no como este par que me tratan como si verme respirar los molestará.

¿Por qué todo es tan difícil?

Respire de manera fuerte solo para molestarlos.

— No me siento cómoda aquí. Solo…

Interrumpí mis palabras al darme cuenta de que no importaba lo que dijera, él no iba a cambiar de opinión, lancé un suspiro mientras me enfrentaba a los ojos tormentosos de mi padre.

— Esto bien podría ser un secuestro — dije de manera inaudible.

—Antes de partir debes conocer ciertas reglas. Intenté hablar contigo ayer, pero no se pudo.

Ante sus palabras sonreí con los labios apretados. Yo también tenía muchas preguntas. Por lo que, me sentí un poco culpable por mi comportamiento, pero rápidamente deseche ese sentimiento, después de todo, tenía mis razones para rechazar su acercamiento.

Durante todo el día de ayer me negué a abrir mi habitación. En realidad, su petición me enojó un poco por lo que no tenía ganas de verle la cara. Y él estaba al tanto de mis sentimientos porque luego de mandar tres veces a una empleada para pedirme que vaya al estudio para conversar, se dio por vencido.

Sin embargo, ahora me arrepentí un poco de no haber pedido más explicaciones. Dado que las palabras que estaba diciendo en este momento no se procesaban por completo en mi cerebro. Al igual, eso de que era un lobo o algo por el estilo, sobre esto aún pensaba que mi padre estaba algo chiflado. Pero también creía que si era verdad aquello eso explicaría mucho, sobre todo, el porqué mi madre me llamó “monstruo” y también la razón por la que nunca me he enfermado en el pasado y era un poco más fuerte que los demás.

Pero, eso aún me seguía pareciendo ridículo.

— Mia, la Academia Real no es un campo de recreo en donde te puedes comportar como desees. Hay reglas que debes acatar. También debes tener en cuenta que hay personas que no debes ofender. Hablé de tu caso con el director y prometió ser indulgente. Pero debes recordar que esta es una sociedad en la que el sistema social es la monarquía y no es como las monarquías actuales del mundo humano que solo son de imagen. Aquí incluso existe la pena de muerte. Por lo que debes ser cuidadosa con tus palabras y acciones.

Dios, mire mi reloj mientras esperaba a que el duque acabara de hablar. Pero parecía que su discurso sobre lo que debía y no debía hacer duraría horas. No era tan tonta entendía en parte, bueno algo. Pero, él parece que piensa que iba a provocar un incendio o algo. Si tanto desconfiaba de mí, de nuevo, ¿por qué no me dejó con mi nana?

— Lo entiendo, duque. Monarquía, sí, vi algo de esto en mi clase de historia. Sobre utilizar honoríficos, reyes, reinas y príncipes, lo entiendo. — le dije un poco fastidiada.

Sin embargo, ante mi respuesta me miró dubitativo. Parecía que mi explicación no era tan confiable. De todas maneras, para mí lo era.

— Lo ideal sería que te adaptes y aprendas sobre nuestro reino antes de ir a la Academia Real, pero es necesario que vayas lo antes posibles, aunque tu caso es especial, las reglas de la Academia son irrompibles y severas. Así que no manches el honor de la familia. Solo trata de observar a los demás y no actuar por tu propia cuenta.

— Si lo entiendo, no sé preocupe. No me meteré en problemas.

De nuevo me miró con dudas, luego lanzo un suspiro como si no hubiera nada que hacer. La confianza que me tenía era digna de admirar, nótese el sarcasmo.

Aunque si yo fuera él tampoco confiaría en mí.

No era una persona confiable.