Cuando el Odio Encuentra la Nostalgia

La razón por la que Miranda pudo responder su mensaje fue porque no tuvo tiempo. Esa fue la única frase del mensaje que Arlen estaba leyendo en la pantalla de su teléfono.

Pero se suponía que después de recibir una respuesta de Miranda, se sentiría aliviado, ¿verdad?

Pero, ¿por qué estaba molesto?

Arlen miró su reloj, ya casi era hora de descanso, justo cuando Noe entró en su oficina con el almuerzo para Arlen y lo colocó sobre el escritorio de su jefe.

"No pedí comida", dijo Arlen con indiferencia mientras volvía a concentrarse en la pantalla del portátil frente a él.

"Pero, señor, no desayunó esta mañana, la señorita me pidió que..."

"¿La señorita?" Esos ojos afilados se dirigieron a Noe. "¿Qué señorita?"

"La señorita Kalila".

El ceño de Arlen se frunció. "¿Ella te dijo que me pidieras el almuerzo?"

"Así es, señor".

Sus ojos se dirigieron al paquete de comida y volvieron a la pantalla del portátil.

"Tíralo".

"Pero señor, no ha desayunado desde esta mañana y..."

"¡Dije que lo tires!" Gritó Arlen. "¡Cree que puede engañarme de nuevo!"

Noe no pudo hacer nada más que recoger el paquete de comida que acababa de poner sobre la mesa.

"Entonces, ¿hay algún menú de almuerzo que quiera pedir, señor?"

"¡No! ¡Déjame solo!"

Ah, el estado de ánimo de Arlen era un completo desastre hoy. No solo Noe fue el objetivo de sus gritos, sino que la secretaria y otros empleados también se convirtieron en el blanco de su frustración.

Hasta la noche, Arlen se mantuvo ocupado con montones de trabajo que en realidad podría haber terminado en unos pocos días, hasta que sintió que su estómago estaba incómodo.

Un dolor punzante lo atacó, su estómago se sentía como si lo estuvieran apuñalando, un sudor frío comenzó a aparecer, su visión comenzó a desenfocarse.

"¡Akh!" Trató de soportar el dolor, su mano se extendió para alcanzar un vaso de agua, pero debido a que sus ojos estaban dando vueltas, terminó tirando el vaso y rompiéndolo en el suelo.

"¡Señor!" Por supuesto, Noe entró de inmediato en la oficina de Arlen al escuchar el sonido de un vaso rompiéndose.

* * *

Kalila estaba a punto de entrar en su habitación cuando escuchó que se presionaba el código de la cerradura. Arlen llegó con Noe, quien lo ayudaba a caminar. El rostro pálido de Arlen detuvo de inmediato la intención de Kalila de entrar en la habitación.

"¿Qué le pasa a Arlen?" preguntó Kalila. Estaba realmente preocupada. Dejó de lado la mirada cínica de Arlen hacia ella.

"Su ERGE ha vuelto", respondió Noe mientras ayudaba a Arlen a recostarse en el sofá.

Kalila exhaló. "¿Tampoco almorzó?"

Noe asintió.

Kalila volvió a exhalar mientras cerraba los ojos. "¿Puedes quedarte aquí? Quiero prepararle medicamentos y comida".

"Está bien, señorita".

Kalila se apresuró a buscar el botiquín, después de pedirle ayuda a Noe para ayudar a Arlen a tomar su medicina. Kalila ya había comenzado a preparar gachas en la cocina. No tomó mucho tiempo para que un aroma salado comenzara a extenderse, haciendo que los ojos cerrados de Arlen se abrieran lentamente.

Arlen recordó este aroma.

El aroma de las gachas que Kalila siempre preparaba cuando su ERGE regresaba.

"Come primero". Kalila llegó con una bandeja con un tazón de gachas calientes y agua tibia.

Arlen trató de sentarse. A pesar de su rostro pálido, la mirada cínica no disminuyó en absoluto.

"Puedes irte a casa, Noe", ordenó Arlen a su asistente.

Tan pronto como estuvieron solos sin Noe, se sintió una atmósfera fría muy espesa. Pero Kalila mantuvo su expresión plana y tranquila.

"¿Por qué cocinas para mí? ¿Intentas llamar mi atención?"

"Solo estoy haciendo mi trabajo como humana", respondió Kalila. "Además, ¿qué diría Mamá Erina si supiera que no te estoy cuidando?"

"Oh", Arlen se rió con cinismo. "Aparentemente por Mamá".

"Por supuesto, ¿creerías si dijera que es porque me preocupo por ti?" desafió Kalila.

"¡Cih!"

"Come, si no quieres comer, me veré obligada a hacer una videollamada con Mamá Erina y alimentarte con mi mano".

"¿Puedes amenazar ahora?" Arlen miró a Kalila con incredulidad.

"¡Puedo!"

¡Porque tu cara está tan pálida como el papel! ¡Aguanta!

Le guste o no, Arlen extendió su mano para alcanzar el tazón de gachas que estaba sobre la mesa de centro, pero como se sentía débil, el tazón casi se le cae de las manos, hasta que Kalila se sentó a su lado, tomando el tazón y la cuchara de la mano de Arlen.

"¡Come! Solo finge que soy una extraña que no conoces", dijo Kalila con una cucharada de gachas frente a la boca de Arlen. "Puedes considerarme una extraña a partir de ahora".

Con una mirada llena de odio, Arlen no tuvo más remedio que abrir la boca para tragar las gachas que Kalila había preparado.

Arlen no negó que las gachas hechas por Kalila siempre podían hacer que su estómago se sintiera cómodo cuando su ERGE regresaba. La calidez era como abrazar todo su estómago, y eliminar todo el dolor que sentía en este momento.

Kalila alimentó a Arlen lentamente, como la Kalila que Arlen siempre había conocido. La figura de Kalila su amiga llena de ternura. Pero, su dolor de corazón resurgió cuando recordó que todo era solo falsedad.

"¿Por qué tuviste que cambiar? ¿Por qué me mentiste?" preguntó Arlen entre bocado.

"Solo come". Kalila respondió, apartando la cara de Arlen. "Si me odias, solo ódiame, no necesitas saber por qué".

La mano de Arlen tiró del brazo de Kalila hasta que Kalila volvió a mirar a Arlen. "Necesito saber, si mi razón para odiarte es correcta".

"¿Correcto o incorrecto, qué importa? Sigo siendo la persona que accedió a un matrimonio arreglado por dinero".

"Si realmente necesitas dinero, ¿por qué fingir todo este tiempo?"

"Porque... probablemente no querrías ser amiga de alguien como yo".

"¿Como tú? ¿Qué quieres decir?"

Kalila exhaló. En lugar de responder a la pregunta de Arlen, le entregó el tazón con las gachas restantes. "Solo termina de comer. Solo déjalo en la mesa, yo lo limpiaré mañana por la mañana".

Kalila se levantó y dejó a Arlen.

Entró en su habitación, cerrando y cerrando la puerta tras de sí. Su corazón latía con fuerza. Entre nerviosismo, torpeza y tristeza.

Estúpida...

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Continuará.