DESEO IRRESISTIBLE

Aprovechando que Dayanne dormía, Nick continuo con el dilema de si debía el mismo avisarles a sus padres, porque sin duda ella iba a dormir hasta muy tarde, estaba preocupado ante el hecho de que seguramente, ella despertaría con hambre y estaría sola, y de allí a que sus padres llegaran, tal vez fuese mucho tiempo…

Ciertamente no moriría de hambre, pero eso no estaba bien, entonces decidido, salió de su apartamento y fue por el bolso de Dayanne que había quedado en su auto…

. – Veamos si eres quisquillosa y tienes hasta el celular encriptado…

Salió del auto y caminó de vuelta al apartamento, después de verificar que Dayanne seguía dormida, fue hasta el sofá y revisó su cartera, ella tenía de todo un poco allí…

. – ¡Por Dios, parece una quincallería andante! – Dayanne era una mujer muy precavida, como bien la había enseñado su madre, en su bolso siempre llevaba, una cartuchera con artículos de aseo personal, especialmente para esos momentos fijos de cada mujer, un estuche con medicamentos, un estuche con maquillaje, uno con útiles de oficina (lápices, bolígrafos, mini grapadoras, borradores, sacapuntas, cinta, goma, entre otros) hasta un estuche con aguja, botones e hilo encontró.

. – Jajaja – Rio porque jamás había visto algo así – Eres increíble señorita Wilson, estas peor que mi abuela… ¡Jajaja!

Cuando por fin encontró el celular, lo encendió y para su gran nueva sorpresa, no tenía claves de bloqueo. Y eso era porque ella allí no guardaba información que se viera comprometida.

. – Muy bien, un punto extra… - Buscó el contacto de sus padres, escribiendo mamá, como normalmente se guarda, bueno al menos él así los tenía registrados… y si, la linda chica que quería aparentar rudeza también lo tenía así, solo que para ella era Mami…

. – Tan bella… bueno, aquí vamos – Marcó y en dos repiques la señora Wilson respondió…

. – Hola hijita – “Ohh” expresó mentalmente Nick, ante la dulzura del saludo.

. – Señora Wilson… - Nick no pudo terminar de hablar porque ante el tono de voz que le respondió, obviamente la señora se iba a preocupar, que fue exactamente lo que ocurrió, interrumpiéndolo…

. - ¿Quién es usted? ¿Dónde está mi hija? – Exigió saber angustiada, miles de cosas pasaron por su mente, desde un secuestro hasta un accidente…

. – Señora Wilson, cálmese por favor, y permítame presentarme…

. - ¿Por qué? ¿Qué pasó con Dayanne? – Nick volteó los ojos cuando la señora lo volvió a interrumpir, aunque entendía su angustia.

. – Pues si me deja hablar tal vez pueda explicarle…

Ante la serenidad de Nick, la señora lejos de dudar, permitió que él le explicara…

. – Disculpe, dígame… - Pidió tratando de controlar la ansiedad que sentía.

. – Gracias – Respondió con cortesía – No se angustie, pero Dayanne tuvo un accidente, ella está bien – Se apuró a decirle cuando la escuchó llorar “Bueno, aunque tanto como bien, Mmm” pero no fue capaz de decirle eso…

. - ¿Cómo? ¿Fue en la moto verdad? ¡Anthony! – Llamó a su esposo, a quien siempre le reprochaba que hubiese enseñado a su hija a andar en esos aparatos…

. – En efecto ha sido en la moto – La señora lanzó una blasfemia que hizo que Nick se retirara el celular de la oreja…

. – Espere señor… - Hizo una pausa - ¿Cómo me dijo que se llamaba?

“No le he podido decir”

. – Nick Evans… - Decidió omitir que era el jefe de su hija.

. – Señor Evans y ¿Dónde está mi hija? Y ¿En qué estado? ¡Escucha! – Ordenó, pensaba Nick a quien había llamado antes…

. – Estamos aquí en su apartamento señora, no se preocupe, ella…

. – Espere… - Lo volvió a interrumpir, colgando la llamada de pronto, y Nick aceptó que ella sin duda alguna era la mamá de la terca de Dayanne… “¿Será que ya vienen para acá? Pero el celular comenzó a sonar está vez en una video llamada…

. – Señor Evans… - Barbará Wilson se quedó sorprendida, al ver a ese hombre tan guapo, sentado con tanta confianza en la sala de su hija… ¿Acaso Dayanne estaba teniendo una relación clandestina? ¿Por qué no le ha contado?

. – Señora Wilson, mucho gusto, señor – Saludó con tanta cortesía que ambos esposos se miraron bastante curiosos, pero también muy animados…

. – Nos da gusto conocerte Nick – Dijo la señora tuteándolo como si ya le tuviera mucha confianza, y es que ella después de verlo y escuchar lo galante que él era, lo visualizó como nuero… - Pero también me gustaría hablar con mi hija, porque me dijiste que estaba bien ¿O no es cierto?

. – Si, si lo es, ella duerme – Le explicó para calmarla - Permítame y me acerco…

Caminó hasta el cuarto, bajo la mirada permanente desde la pantalla de sus futuros suegros, como ya se creían ellos, pero que a él lo estaban incomodando… al llegar a la habitación, cambió la dirección de la cámara para que vieran a su hija que dormía como un angelito, y por otra parte, él poder respirar tranquilo…

. – Ohh mi niña hermosa, se fracturó el brazo – Lloró el señor Wilson tapando su cara, y recibiendo inmediatamente el consuelo de su esposa…

. – Siempre fue imaginable que algo así podía suceder en cualquier momento – Lo dijo más para su esposo que para ella o Nick y también lloró, le dolía mucho ver a su hija en ese estado y no poder estar para cuidarla…

. – Lo lamento mucho… - Se solidarizó Nick al ver el estado de desconsuelo de los abnegados padres.

. - Aparte de su brazo roto… ¿Qué dijo el Doctor? – Preguntó el señor Wilson. Además de preocupado, estaba extrañado de que ese accidente hubiese ocurrido, cuando Dayanne siempre ha seguido su consejo y ha sido tan prudente…

. – Señor, pues ella tiene como ya lo observaron fractura en el humero, fisura en la séptima costilla, y traumatismo en la pierna derecha también…

. – Santo Dios Anthony, pudo haberse matado… - La exclamación de su esposa arrancó un jadeo en el señor Wilson que de imaginarlo tembló del miedo. Dayanne a pesar de que no llevaba su ADN, él la adoptó como suya desde que tenía 7 añitos y la ha cuidado y amado como propia desde entonces, porque ella con su tierna sonrisa lo conquistó desde el primer momento que la vio… - ¡Pero me va a escuchar, es tiempo que deje de ser tan irresponsable!

. – No señora, realmente fue una caída tonta y no por imprudencia – Mintió un poco para calmarlos y olvidara el regaño que le pretendía dar a la pobre convaleciente, ya suficiente tenía.

. – Debemos irnos ya mismo, la niña nos necesita – Sentenció Anthony Wilson intranquilo…

. – Sí, señor Evans, nosotros estamos fuera de la ciudad, pero ya mismo salimos al aeropuerto ¿Puede usted cuidarla mientras llegamos?

. – Si, si por supuesto, me quedaré con ella… - Aseguró sin dudarlo…

. – Bien, estaremos en contacto, y gracias – dijo sinceramente agradecida la señora Wilson, antes de despedirse.

. - Agradables tus padres señorita Wilson – Nick se acercó a la habitación a ver a Dayanne, que seguía en la misma posición donde la dejó… “Te ves más hermosa dormida huracán Wilson, en este momento tienes a todos de cabeza preocupados por ti, y tu duermes plácidamente, huracán, jeje, te queda muy bien la definición” sonrió por la manera como la seguía mirando, y reaccionando, decidió salir de la habitación.

. – Es más que obvio que tus padres se demoraran, así que voy a ver que tienes por aquí para prepararte… - Hablaba para él mismo mientras se dirigía a la cocina…

Buscó algunas papas, zanahorias y otros vegetales, sacó pollo del refrigerador y se avocó a hacer la sopa de la abuela “Por si despierta la bella durmiente… ¡Se dijo mientras cocinaba con increíble emoción para una mujer! “El huracán Wilson”